Un estudio de la Defensoría del Pueblo revela que en Carepa, Necoclí, Arboletes, Turbo, San Juan de Urabá, Apartadó y San Pedro de Urabá, en Antioquia, y Acandí y Unguía, en Chocó, municipios que forman parte del Urabá-Darién, subregión que tiene alrededor de 480.000 habitantes, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), presentan altos riesgos por futura propagación de enfermedades por el alto número de personas migrantes que han llegado a este territorio en los últimos meses y se han visto estancados tras el cierre fronterizo entre Colombia y Panamá.
El área de influencia de la subregión Urabá-Darién presentaría un posible aumento en la tasa de contagio de sífilis congénita, con un 5.7%; de chikunguña y dengue, 5.2%, y de leptospirosis, 4.7%, por cada 1000 habitantes.
Igualmente, se identificó una brecha entre el número de camas hospitalarias requeridas, de acuerdo con el indicador de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la cantidad real de camas instaladas en cada uno de los pueblos analizados en los dos departamentos. En el escenario descrito, Antioquia tendría los municipios con las mayores brechas, pues Turbo requeriría 461 camas, cuando solo tiene 100 instaladas; Apartadó necesitaría 451 camas, sin embargo, cuenta con 291 instaladas, y Carepa, que tiene 56 instaladas, debería tener 179. Es importante señalar que, ante una complicación de las enfermedades mencionadas, los pacientes requerirían hospitalización.
La Defensoría hizo el llamado al Ministerio de Salud y Protección Social y las autoridades sanitarias municipales y departamentales: implementen las medidas necesarias que prevengan el posible aumento de las enfermedades, dada una eventual concentración masiva de migrantes.