Luis Alfredo Garavito Cubillos fue condenado por la justicia colombiana porque agredió sexualmente más cien menores de edad en diferentes lugares del país, Venezuela y Ecuador.
La Fiscalía General de la Nación tiene la hipótesis de que pudieron ser más las víctimas porque a mediados del mes de agosto de 2003, admitió haber asesinado a otras 28 personas: 23 niños y 5 adultos.
Este asesino y violador confeso murió en un hospital de Valledupar a los 66 años a causa de un cáncer en un ojo y de leucemia.
Pagaba una condena en la prisión de máxima seguridad: La Tramacúa, en el norte de Colombia. Su muerte cierra un doloroso episodio para las familias de sus víctimas quienes temían por su salida de prisión.
Garavito Cubillos nació en Génova, Quindío el 25 de enero de 1957. Es el segundo hijo en el matrimonio de Antonio Garavito y Rosa Delia Cubillos.
El fallecido autor de violación y asesinato de menores narró en diferentes ocasiones que su padre era adúltero, borracho, machista, muy estricto y muchas veces abusivo física y emocionalmente y que su madre fue poco comprensiva y que era bastante violenta. De acuerdo con sus relatos, fue abusado sexualmente cuando tenía 13 años de edad.
Para engañar a sus víctimas se disfrazaba de sacerdote, anciano, vendedor ambulante, habitante de calle, entre otros, para luego secuestrarlos. Sus ojos eran puestos sobre menores, entre los ocho y 16 años de edad, en al menos once departamentos de Colombia.
Las investigaciones judiciales comprobaron que Garavito luego de someter a sus víctimas, las torturaba. Pese a admitir sus asesinatos, él negó las violaciones y aseguró que sufría de “disfunción eréctil.
Fue capturado en 1999, luego de convertirse en uno de los objetivos primordiales del CTI y de la Policía Nacional. En varias ocasiones corrió el rumor de su salida de prisión lo que produjo el temor en las familias víctimas por una posible venganza de parte de Garavito.
En abril pasado, se conocieron imágenes que demostraban su deplorable estado de salud.