Algo huele mal en la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos – UAESP, no solamente porque no recoge la basura de la ciudad, por no hacer control de los operadores, o por convertir a Bogotá en un basurero a cielo abierto. En esta ocasión, huele mal por dos escándalos de corrupción en la contratación: el primer contrato por un monto de $41 mil millones para la administración de los los cementerios del distrito y el segundo por un monto de $777 millones para la interventoría de la construcción y ampliación en el Cementerio Parque Serafín.
Es preocupante esta situación, ya que los beneficiarios de los contratos adjudicados en mayo de 2021 y octubre de 2022 respectivamente, resultaron ganadores, no por mérito propio, sino porque algunos funcionarios de la entidad administrativa les dijeron que hacer para cumplir con los requisitos habilitantes y ganar la contratación. Aún más inquietante, resulta que los funcionarios que velan por los intereses de los bogotanos no hayan sido capaces de identificar y reportar las falencias que se suscitaron en estos contratos, perjudicando a los bogotanos.
Estos dos contratos están atados por la relación que ostentan los funcionarios que los revisaron y aprobaron, entre quienes destacan Marcel Esquivel, Etelvina Briceño y el subdirector de asuntos legales Carlos Arturo Quintana Astro, quien estuvo en la UAESP hasta mediados de 2022 y fue reemplazado por Hermes Humberto Forero desde el mes de septiembre del año en curso.
La institución administrativa envió un comunicado el pasado 23 de noviembre, donde se informaba a los ciudadanos y medios de comunicación que la directora de la UAESP, Luz Amanda Camacho, había recibido una denuncia ante las presuntas irregularidades, por lo que decidió hacer la denuncia ante la fiscalía. No es posible que toda esta maquinaria de corrupción se fecunde y opere bajo las narices de su directora y varios de sus principales asesores en materia jurídica y de contratación sin percatarse de esto.
En el informe mensual de supervisión y control de los servicios funerarios prestados, para el periodo 1 de septiembre de 2022 – 30 de septiembre de 2022, se evidencia que están sacando plata en efectivo ¿con qué objeto?.
Espero que caiga todo el peso de la Ley, y más para una entidad que se ha caracterizado por no solucionar las problemáticas que a diario nos aquejan a todos los bogotanos. Pido a todos los entes de control que se pronuncien ante semejantes hechos de corrupción, y exijo la renuncia de la directora de la entidad Luz Amanda Camacho Sanchez.
¡Al parecer en la UAESP lo único que no les huele mal, son las basuras!