Hace cuatro años, cuando Claudia López no era alcaldesa y yo no era concejal, recorríamos la ciudad en busca del apoyo, pero sobre todo de la confianza de la ciudadanía.
En ese momento, la entonces candidata firmó el Acuerdo Programático por el Medio Ambiente, con el que adquirió 17 compromisos que incluían proteger la estructura ecológica principal y los espejos de agua, así como fortalecer el cuidado de la Reserva Van der Hammen; el pacto de Claudia era defender la vida y el entorno de los enamorados del cemento que ven en el medio ambiente un obstáculo para sus proyectos urbanísticos.
Sin embargo, cuatro años después, ahora que Claudia es alcaldesa y yo soy concejal, la realidad es otra. La alcaldesa olvidó sus compromisos y se quitó el traje verde, que resultó ser un disfraz, para traicionar la confianza que la ciudadanía nos expresó con el voto.
El humedal Tibabuyes, el más grande de Bogotá con 222.58 has, es objeto de obras de perfiles viales en cemento reforzado de un kilómetro de largo y 76 pilotes en concreto que se entierran en el suelo protegido del humedal, tal como ha denunciado el portal Cuestión Pública. Afortunadamente, parte de estas obras han sido detenidas por las acciones jurídicas que la comunidad ha emprendido.
Mientras tanto, en el humedal Córdoba, se avanza en obras que no cuentan con la aprobación de la comunidad y se ignora la existencia de dos acciones populares que protegen el humedal.
Los humedales y la estructura ecológica de la ciudad se mantienen con vida por la acción colectiva de las comunidades, que se organizan y resisten desde la movilización social y desde las acciones jurídicas, enfrentando hoy a la alcaldesa que hace cuatro años las engañó.
Mentir para hacerse elegir es propio de la politiquería tradicional, esa que genera desconfianza en la ciudadanía hacia quienes ejercemos funciones públicas. Mentir y engañar es la forma en la que algunos y algunas pretenden ganar y luego gobernar, pero no será jamás la nuestra, ni puede ser la que dirija los destinos del partido verde ni de la ciudad.
Sólo el apoyo ciudadano nos permitirá a quienes hemos sido leales a la confianza, derrotar a los que usan el verde de disfraz y avanzar en la defensa de la estructura ecológica que le da vida a Bogotá.