Desafiar a la naturaleza

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Andrea Nieto

Por: Andrea Nieto


El planeta tierra es nuestro único hogar. En los últimos 50 años la tierra ha perdido al 60% de los animales que existían antes. Los hemos desplazado y aniquilado. Si no tomamos acciones en las próximas tres décadas, los hijos de nuestros hijos nacerán en un mundo distinto al que conocimos. ¡Qué responsabilidad!

Arde Australia. Ardió el Amazonas. Con terror en las pantallas de nuestros celulares vemos cómo se terminan de extinguir los koalas. Nos aterramos, damos un like, ponemos una carita triste y seguimos nuestras vidas. Al fin y al cabo, eso está pasando por allá, lejos de nuestro alcance.

Cuando la tragedia no nos toca, nos cuesta ser empáticos. Las cifras de la catástrofe en Australia son aterradoras. El doble de lo que se quemó en el Amazonas está ardiendo. Casi que del tamaño de un país como Bélgica. Más de 400 millones de animales han muerto. Pero nos conmueven son las escenas del despacioso marsupial, que por la lentitud de su movimiento, no puede escapar de las llamas.


Arde Australia, pero seguimos comprando botellas en plástico.


Arde Australia, pero seguimos comprando botellas en plástico. Se queman las especies al otro lado del planeta, pero no tenemos problema en dejar basura en la playa. Contaminamos el agua y la desperdiciamos. Consumimos sin control y creemos que entre más lo hagamos, más valor tenemos. Y resulta que nos estamos matando.

Hace más de veinte años decidí ser vegetariana. No me gusta hablar de eso porque es un tema de mi vida privada y evangelizar no es lo mío. Pero les cuento que cuando decidí hacerlo, mi motivación principal era no alimentarme de un muerto. Consideré que podía conservar mi existencia sin necesidad de agredir a otro ser vivo. Pues bien, resulta que hoy en día, uno de los principales causantes del cambio climático es la expansión de la ganadería. El consumo de carne de vaca, cerdo y pollos es de lejos uno de los sectores económicos que más daño le han causado a la tierra, al agua y al aire. Muchos dicen en su apego por la carne, que eso no es cierto. Otros se indignan cuando se les menciona el tema de la carne y recurren a chistes flojos, como “entonces cuando te comes una zanahoria también la estás matando” y cosas así. Pero llega el día en el que enfermedades como la gota, el colesterol alto o los triglicéridos, terminan amenazando el corazón humano y son los médicos los que terminan por recomendar la eliminación de la carne de la dieta.

Hay muchas acciones que podemos emprender para tener más balance en nuestro paso por el planeta. Hasta la ONU ha recomendado hacer cambios en el estilo de vida. Esto incluye disminuir el consumo de carne roja y lácteos, usar pañales de tela, eliminar los desechables y plásticos de un solo uso de nuestras vidas, no usar más bolsas en nuestras compras, reciclar la ropa (H&M tiene un gran programa), llevar termo de agua a todas partes, no más pitillos, no más bombas para fiestas, eliminar el consumo de aceite de palma otro gran devastador de los ecosistemas, apagar la luz, no desperdiciar agua y por supuesto, reciclar.

¿Les parecen exageradas estas medidas?. Los invito a ver la imágenes de los incendios en Australia y las inundaciones en Indonesia. Si hay un poder exagerado con el que no puede el hombre, es el de la naturaleza. Así que por Dios, no lo desafiemos más.