Desde antes de firmar el Acuerdo de Paz encontramos en el fútbol una herramienta de integración social y comunitaria en las veredas y corregimientos de la Antioquia profunda. Por esto, ya como congresista, decidí gestionar la realización del primer torneo por la paz y la reconciliación en el corregimiento La Encarnación, con una duración de 4 meses y con la participación de 30 comunidades rurales.
A la final del torneo asistieron cerca de 1500 personas, evidenciando que el deporte en la ruralidad es un espacio para el encuentro comunitario, la convivencia y una herramienta para fortalecer el tejido social.
A la final del torneo asistieron cerca de 1500 personas, evidenciando que el deporte en la ruralidad es un espacio para el encuentro comunitario, la convivencia y una herramienta para fortalecer el tejido social.
Estando en este torneo en la Encarnación me llegó la remembranza de mis tiempos en armas donde también compartíamos con las comunidades con partidos de futbol. En el año 1995 jugamos el torneo por la paz, donde me gané el premio de goleador, en esta oportunidad y con este torneo me encontré a algunos compañeros campesinos con los que compartí en aquel entonces.