La apuesta por una “Colombia Humana”, ha llevado al actual gobierno a desencadenar posturas populistas que han generado una serie de crisis internas en todo el territorio nacional, con mayor impacto en Bogotá, en donde a la inseguridad, falta de empleo y problemas de movilidad, ahora también se suman los reportes negativos en ventas por parte de comerciantes, micro y pequeños empresarios, quienes además de ser víctimas de extorsión, resultan afectados por las políticas de Gustavo Petro, quien tituló su programa de gobierno “Colombia Potencia Mundial de la Vida” y, que lo único que está potenciando, es la fuga de capital nacional y falta de inversión extranjera.
Para la muestra, el temor al que se someten a diario los empresarios y comerciantes de San Victorino quienes, por cierto, debido a la caída en las ventas de sectores como manufactura (-35%) y gastronomía (-24%), han tenido que hacer un llamado S.O.S. para que los colombianos compren productos ciento por ciento nacionales y de este modo, salvar no solo la temporada de fin de año que se aproxima, sino el miedo que genera la incertidumbre actual y que contagia el síndrome de preferir vender el negocio y montarlo en otro país.
Esto que está pasando en los comercios del centro de Bogotá y que se replica por toda Colombia, es de vital importancia ya que, de seguir así, provocaría el cierre de empresas y un desfinanciamiento nacional, en otras palabras, una reducción en la reserva de capital en el sistema bancario y una afectación directa del PIB.
Mientras los costos de operación sigan al alza, los precios para el consumidor seguirán afectando el bolsillo y, como consecuencia, la abstención al gasto en cualquier sector productivo traerá la reducción de empleo. Es una lógica que cuando no hay empleo se genera pobreza y con esta, violencia.
La incertidumbre política y económica que vive Colombia desde la llegada de la izquierda al poder nacional no es de ahora, desde 2018 cuando Gustavo Petro llegó a segunda vuelta, se encendieron las alarmas y muchos colombianos previendo lo que está sucediendo hoy, comenzaron a crear vínculos en el extranjero como medida proteccionista de sus patrimonios.
Así las cosas, la fuga de capitales en Colombia solo para el primer semestre de este año superó los US$ 14.000 millones, equivalente a 2 o 3 puntos del PIB. Cifra que hay que tener presente el próximo 29 de octubre cuando vayamos a votar.
¿Queremos que este gobierno al que le quedan 3 años, coja más fuerza en estas elecciones y tengamos que esperar hasta 2027 para volver a actuar en las urnas?
El llamado es a ser conscientes de la realidad del país y salgamos temprano, antes de las 9 A.M. y votemos bien para que en vez de que se fugue el capital nacional, se fuguen los bandidos que hoy tenemos en el gobierno.