No han faltado analistas que sugieran que estamos a las puertas de la III Guerra Mundial. Una Guerra Mundial no quiere decir que todo el mundo está en guerra, es simplemente un conflicto donde las súper potencias militares están involucradas. ¿Cuáles son los principales factores que contribuyen a una Guerra Mundial?
Una Guerra Mundial suele ocurrir cuando una de las partes considera que ha creado las capacidades militares suficientes para derrotar a su enemigo. Generalmente, sus líderes han instituido un régimen militarista como estrategia de Estado. Este fue el caso de Alemania el siglo pasado.
Las alianzas entre las naciones también contribuyen a que se desaten guerras mundiales. En la primera guerra mundial, las alianzas fueron Gran Bretaña, Francia, Rusia, y Estados Unidos, contra Alemania, Bulgaria, Austria-Hungría y Turquía. En la segunda guerra mundial, las alianzas fueron Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, contra Alemania, Italia y Japón. Estas alianzas lograron que un conflicto regional se convirtiera en una guerra mundial.
Un gran sentimiento de nacionalismo fue característico en las guerras mundiales. En ambas ocasiones, un grupo ideologizado arremetió contra otro violentamente. En la primera guerra mundial los eslovacos asesinaron al archiduque Francisco Fernando del imperio Austro Húngaro. Los serbios aspiraban a conquistar y construir la Gran Serbia. En la segunda guerra mundial, Hitler instituyó en Alemania un nacionalismo extremo. Los Nazis querían conquistar Europa, se sentían una raza superior.
El militarismo, las alianzas y el nacionalismo fueron causas importantes de las dos guerras mundiales. Un acto de violencia muy localizado dio comienzo a los dos conflictos. El asesinato de archiduque en 1914 en a la primera guerra mundial, y la invasión Nazi a Polonia en 1939 en la segunda guerra mundial.
Está claro que el conflicto Israel-Hamás es más que la lucha por un pedazo de tierra. Se trata de un choque de civilizaciones; los valores de Occidente representados por Estados Unidos, Europa e Israel, contra el islamismo extremo de Irán y sus mejores amigos, Rusia y China.
Es imperativo que los líderes mundiales prioricen la diplomacia y el diálogo para evitar la Tercera Guerra Mundial. En la primera guerra mundial murieron 16 millones de personas, y en la segunda 75 millones. Con armamentos más sofisticados y letales, incluyendo bombas nucleares, una nueva guerra mundial pudiera ser verdaderamente catastrófica para el mundo.
Es buen momento para recordar una frase de Albert Einstein: “Yo no sé cuáles serán las armas que se utilizarán en la Tercera Guerra Mundial, pero la Cuarta Guerra Mundial será peleada con piedras y palos.”