Por estos días la Federación Colombiana de Educadores – Fecode – y la comunidad educativa celebran 40 años del Movimiento Pedagógico. Movimiento cuyo propósito fue, en palabras del profesor Oscar Saldarriaga “poner en el centro del debate educativo, la PEDAGOGÏA e identificar el oficio del maestro desde el saber y la práctica pedagógica” conceptos que a manera de “caja de herramientas “permitieran reconocer el trabajo de las maestras y maestros en las escuelas colombianas. El movimiento buscaba también enfrentar las condiciones globales que pretendían convertirlos en instrumentos de reproducción de la cultura o en subalternos de las llamadas Ciencias de la Educación como la psicología, la antropología, la sociología, con la pretensión de despojarles de su saber y de la especificidad de su trabajo como pedagogas y pedagogos. El Movimiento fue presentado por Abel Rodríguez maestro y presidente de Fecode en el marco del Congreso Pedagógico Nacional en la ciudad de Bucaramanga. Abel Rodríguez es considerado uno de los inspiradores de ésta monumental tarea.
El Movimiento Pedagógico propició de manera inédita en nuestro país, un encuentro diverso y rico en prácticas y saberes entre maestros y maestras, sindicalistas, investigadores sobre la escuela y la pedagogía, universidades, integrantes de ONG quienes trabajaban en procesos de educación popular y alternativa. Se gestó así todo un movimiento de resistencia de cara a las corrientes funcionalistas y tecnocráticas y a los mandatos de la banca internacional que pretendían convertir a los maestros en técnicos del proceso educativo. Estas pretensiones tecnocráticas querían maestras y maestros inmersos en su trabajo de día a día en medio de una tarea totalmente planificada a través de diseños de procesos de aprendizaje, formatos, guías interminables. La dupla enseñanza-aprendizaje sinónimo del vínculo pedagógico entre maestras y alumnas, desaparecía. Los procesos de aprendizaje se centraban en el alumno, las guías pretenden sustituir a los maestros, la tecnología educativa se paseaba por el Ministerio de Educación y se tomaba los procesos de formación de maestras y maestros.
El Movimiento Pedagógico fisura esa ola hegemónica de la tecnología educativa. De nuevo cito las palabras del profesor Saldarriaga: la escuela se convierte así en un escenario de batalla entre la tecno-ciencia y las culturas, en plural. El Movimiento orienta toda su fuerza investigativa y creadora hacia el reconocimiento de la condición de las maestras y maestros como trabajadores de la cultura. Esas culturas ancestrales, diversas, ricas en historia y experiencia. Dos grupos de investigación enriquecen en esos primeros años esta orientación, para inclinar la contienda hacia lo pedagógico y cultural. El grupo del Maestro Carlo Federici conformado por profesores de la Universidad Nacional y el grupo de Historia de la Práctica Pedagógica en Colombia coordinado por Olga Lucía Zuluaga y Alberto Echeverri profesores de la Universidad de Antioquia e integrado por profesores de la Universidad Pedagógica la Universidad del Valle y la Javeriana, . Con este trabajo conjunto, contribuyeron a poner a tambalear la tecnología educativa, la cual todavía se juega sus restos.
Uno de los procesos que alentó el Movimiento Pedagógico y aún continúa haciéndolo, es la Expedición Pedagógica la cual a manera de otras expediciones realizadas en Colombia como la Expedición Botánica que exploró nuestra diversidad biológica o la Expedición Corográfica que auscultó nuestra diversidad geográfica , la Expedición Pedagógica ha buscado a través de los viajes de maestras y maestros por cientos de pueblos, ciudades , escuelas, .colegios, instituciones formadoras de maestros explorar la riqueza y la diversidad de las experiencias y saberes pedagógicos en nuestro país.. Se busca con este proceso “la afirmación cultural en el reconocimiento de la multiplicidad y pluralidad de la producción pedagógica y educativa del país para recrearla y recomponerla en un mapa completo que muestre su diversidad “
En los primeros años de puesta en marcha se vincularon cerca de 400 maestras y maestros, 200 instituciones, visitaron cerca de 200 lugares y documentaron más de 3000 experiencias. Los viajeros de esta expedición han estado dispuestos a la escucha, a la observación aguda, a la conversación, a dejar sorprenderse con cada experiencia que han encontrado y documentado a lo largo de su viaje.
Sus producciones recogidas en videos, cuentos, sistematizaciones nos han permitido asomarnos a cientos de escuelas en Colombia, a la riqueza de su trabajo el cual realizan, en condiciones de precariedad absoluta, olvidados del Estado y en medio de balas. Porque ellas y ellos día a día son expresión de quienes educan y cuidan. Allí están los maestros con sus trabajos enseñando a través de las huertas caseras, el cuidado de bosques y ríos, los talleres de lectura y escritura, la enseñanza de matemáticas, la recreación de las culturas en las escuelas. Expresiones de vida y resistencia .
Hoy la Expedición Pedagógica toma un nuevo aliento. El viaje a píe de maestras y maestros continúa ¡El Movimiento Pedagógico en Colombia sigue vivo!