Las figuras masculinas de la vida pública criolla empezaron a salir al ruedo. No se quieren quedar rezagados ante la arremetida de varias valientes, poderosas y destacadas mujeres de la “cosa política” dispuestas a pelear una presidencia. Infiero, por esto último, que nuestros varones electorales se arriesgaron a exponer sus posicionados nombres y tradicionales apellidos como alternativas para competir en las elecciones pese a que faltan alrededor de dos años, si se respeta la Constitución y sus leyes, para los promocionados, competitivos y polémicos presidenciales del 2026.
La anticipada contienda electoral se puso tan caliente que las firmas encuestadoras Guarumo y EcoAnalítica se aventuraron realizando un sondeo para medir las iniciales preferencias de los colombianos hacia las y los precandidatos. Si bien la elección está lejos llama la atención en esta encuesta los nombres de seis mujeres en el sonajero (Vicky Dávila, María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, María José Pizarro, Claudia López, Francia Márquez). Entre ellas existen unas con una vasta experiencia en la vida política, con cada vez más visibilidad entre la opinión pública y los medios masivos. Unas de derecha y otras de izquierda. Reitero que las mujeres están de moda en el menester del liderazgo público.
Los políticos tradicionales con sus nombres y apellidos también pululan en este sonajero. Por ejemplo, Germán Vargas Lleras, Sergio Fajardo, Roy Barreras, Gustavo Bolívar, Iván Cepeda, Francisco Barbosa, Alejandro Gaviria, entre otros menos distinguidos en la arena gubernamental, pero que se destacan últimamente por cazar fuertes peleas con funcionarios del gobierno en las redes sociales, defendiendo su línea ideológica o los accionares del actual Presidente. El tono en los mensajes de los citados, según los analistas, les hace calificarlos de extremos (derecha e izquierda), situación que tiene bastante dividido a los colombianos. Yo me temo lo peor y es que posiblemente cada uno desde su trinchera seguirá jugando un papel estratégico en el 2026.
Sigamos tratando de visibilizar a esos posibles líderes políticos referenciados en la encuesta. Me llama mucho la atención nombres como: Juan Manuel Galán, Simón Gaviria y Miguel Uribe Turbay, políticos relativamente jóvenes, sin embargo, siempre conectados con partidos tradicionales y ejerciendo cargos en altos puestos gubernamentales. A ellos, a la par, les bendice venir de familias con apellidos de ex presidentes de la República. Dicho lo anterior, nada indica que vayan a ganar de entrada su candidatura oficial, pero si un buen indicio de quienes a la fija les apadrinan, pero también de quienes les señalan ser delfines políticos (en el argot político, delfín es el familiar de un mandatario o político que sigue la misma trayectoria).
Siendo realistas la carrera por ocupar el sitio presidencial es un hecho. Los varones y legendarios varones electorales empezaron a promover sus nombres y vienen ejerciendo presión al primer gobierno de izquierda en Colombia por sus constantes flaquezas que van desde corrupción, pasando por burocracia y terminan con un enfrentamiento sin precedentes entre extremos, pero con ello, generando en esencia incertidumbre en todos los sectores de nuestra sociedad. Esto último debe hacerlos recapacitar con el fin de salir de la confrontación verbal y digital para buscar un proyecto político serio y ajustado a las necesidades de Colombia y los colombianos.
No me cabe duda de que los denominados “delfines políticos”, con todas las críticas a sus espaldas, pero seguros de su oficial intensión presidencial, como arrancó recientemente, Miguel Uribe Turbay, ajustarán sus estrategias para pelear sus candidaturas oficiales con sus partidos para luego amalgamar una agenda programática que les permita venderse ante el electorado. Será que estos jóvenes candidatos cuentan con el conocimiento, la experiencia y la sabiduría para sacar al país de los graves problemas económicos, sociales y políticos en los que se encuentra? Los colombianos se arriesgarán a elegir a uno de estas figuras con legendarios apellidos políticos?. Lo dudo mucho porque si algo se buscó con el Presidente Gustavo Petro fue un cambio sacando a los líderes tradicionales.
Ojalá las elecciones presidenciales del 2026 estén alejadas de extremos y “delfines políticos. Urgimos de candidatos entregados a sacar el país adelante.