Segundo aire para una primera línea

Los hechos vandálicos que por poco terminan con la quema del CAI La Gaitana, promovidos, según la alcaldesa Claudia López, por criminales de La Primera Línea, hicieron eco en nuestra sede de campaña, debido a un grupo de desadaptados quienes tenían por objeto intimidarnos con arengas y panfletos alusivos a las ya acostumbradas frases de cajón que utilizan para referirse al Centro Democrático.

Gracias a Dios y a las autoridades, en ninguno de estos casos se vieron comprometidas vidas y, más allá de crear alertas, son el ejemplo de la falta de seguridad que tiene viviendo con miedo al 99 por ciento de la ciudadanía, mientras el uno por ciento, representado en estos delincuentes, está en constante búsqueda por amedrantar a quienes le aportamos al país, olvidando que, 9 de cada diez bandidos, actúan con miedo cuando cometen un acto delictivo, por eso, siempre lo hacen en la noche.

Ahora bien, que existan desadaptados, en otras palabras, personajes carentes de valores de convivencia y de respeto por la ley, es algo inevitable, puesto que, siempre existirán quienes quieran perturbar el orden y la seguridad, sin embargo, que el hoy candidato a la alcaldía, Gustavo Bolívar, se consagre con los delincuentes de la Primera Línea, más que un Pacto, es una muestra de cariño para esos terroristas y una bofetada para los capitalinos.

Nada justifica un proceder delictivo, pero mucho menos, que un candidato a la alcaldía, defienda este tipo de conductas criminales que tienen como fin la anarquía, porque cabe recordar los dos mil delitos que habría cometido la Primera Línea y el caos y la violencia, que produce cada una de las “manifestaciones” de esta banda organizada.

Porque para lo único que son organizados es para fomentar el resentimiento social, confrontaciones y la manipulación de niños instrumentalizados para actos violentos.

Lo que necesita Bogotá, en principio, son proyectos para despertar la conciencia ciudadana, dicho de otra manera, ciudadanos Buena Nota, con valores y principios, porque no podemos seguir esperando que un alcalde o un presidente nos solucione los problemas.

Así las cosas, se debe exigir a mandatarios, bien sea locales, distritales, departamentales o nacionales que, su proceder esté dado con base en su ética, intereses compartidos con los conciudadanos y capacidad para administrar el territorio.

Desafortunadamente, las formas como se hace la política están permeadas por las malas prácticas, el populismo, la traición y la conveniencia, por eso, invitamos a los capitalinos a que, en estas elecciones, nos acompañen votando por el equipo Buena Nota al Concejo y en las distintas localidades a Edil.

Un político no nos va a solucionar todos los problemas, pero un mal político nos puede hacer mucho daño y más, cuando le entregamos a cargo la capital del país.

Javier Ospina