Para finales de los 80, Karla Homolka de 17 años y Paul Bernardo de 23 se conocieron en 1987. Él desarrolló psicopatía y cometió abusos sexuales a, al menos, 19 mujeres de su vecindario Scarborough, en Toronto, Canadá. A ambos se les apodaba “Barbie” y “Ken” por su parecido físico. La historia de ambos, Barbie y Ken asesinos: las cintas perdidas se estrena este 9 de julio a las 9 de la noche.
Para los 90, la tranquilidad de la provincia de Ontario, Canadá, se vio perturbada por una serie de ataques, torturas y violaciones a varias mujeres jóvenes. Ella se convirtió en su cómplice principal al punto de participar en el abuso y asesinato de la hermana de ella.
En 1990, Bernardo le recriminó a Karla haber tenido relaciones sexuales con otros hombres y ella para complacerlo drogó a su hermana Tammy con somníferos para caballos para que él abusara de ella. Tammy, de 15 años, falleció tras ahogarse en su vómito mientras “Barbie” y “Ken” ocultaron sus huellas en el siniestro.
La historia de la pareja empieza a decaer cuando “Ken” inicia desencuentros con “Barbie” y ella lo acusa de haber abusado de 30 mujeres y varios delitos más. Después del acuerdo con las autoridades, Karla recibió 12 años de cárcel, pero Paul continúa con una condena de por vida.
Le puede interesar: ‘El film justifica los medios’, una carta de amor al cine político
*Foto: Cortesía