Es imposible atreverse a hablar sobre la historia del rock colombiano ignorando el legado que ha dejado por más de tres décadas la agrupación 1280 Almas.
Ese legado los ha puesto como uno de los grupos faro del panorama rockero del país. Ellos cimentaron una cultura de rock junto a otras bandas nacionales que dio comienzo a Rock al Parque, el festival más legendario del género en América Latina. En la última edición de este evento estuvieron presente y ante 70 mil personas tocaron lo mejor que han sacado desde que se fundaron.
Con 8 álbumes de estudio a cuestas y decenas de clásicos, 1280 Almas ahora tiene en la mira la participación en el Festival Cordillera, que será el 23 de septiembre a las 3 de la tarde en el escenario Aconcagua en el marco del evento que se llevará a cabo en el Parque Simón Bolívar.
Para hablar sobre la presentación de 1280 Almas, Confidencial Colombia se contactó con el bajista Juan Carlos Rojas y el baterista Camilo Bartelsman. A continuación, lo que dijeron.
Ustedes que estuvieron en el primer y último Rock al Parque ¿Cómo han visto la evolución festivalera que se vive en Colombia?
Juan: Todavía estoy perplejo, sobre todo porque conozco muy de cerca a la gente que trabaja en Páramo Presenta. Ellos eran fans de las Almas en 1992 y nos perseguían. Hoy en día han logrado un nivel muy alto en relación a los festivales y apostándole a algo que no existía en Colombia. Me parece increíble que lleguemos a niveles de que quizás se pueda llamar a los Red Hot Chili Peppers o que se reúnan Los Fabulosos Cadillacs en Colombia.
¿Después de 30 años de carrera aún hay hambre de continuar haciendo música o de ensayar para seguir estando en festivales como Cordillera?
Juan: La verdad es que nosotros no ensayamos para un festival, ensayamos y tocamos para no sentirnos solos, para tener disculpas de encontrarnos. Por otro lado, claro que da mucha pereza levantarse un sábado, tener que ir a montarse una van, aguantarse a todo el mundo de logística llevándolo y trayéndolo. Pero en el momento del toque todos los problemas se olvidan, se siente una libertad y catarsis que solamente se logra ahí.
Una catarsis con el público, que son los que hacen posible esas tres décadas de carrera…
Juan: Claro, si no tuviéramos público yo creo que mi mamá ya se habría aburrido aquí donde mostrara las mismas canciones.
¿Cómo va a ser esa puesta en escena en el Cordillera?
Camilo: Como abrimos escenario a las 3 de la tarde, ojalá con sol y es un festival latinoamericano en esencia. Entonces vamos ir con ritmos más latinoamericanos y tropicales; no tanto punk y más más acorde al momento.
¿Y qué tal sienten el horario?
Juan: Los paradigmas han cambiado. Los grupos importantes son los que abren. Antes uno lo veía al revés, de si cierro están dando el valor, pero ahora si abro es más importante porque somos el grupo que llama. Precisamente, la expectativa es que lleguen y vamos a hacer una rumba tropical, de caña. Vamos a ponernos a bailar.
¿Les importa que los etiqueten entre si son más punk o más tropicales como dicen algunas personas?
Camilo: No nos importa mucho. Si quieren decir que somos una banda de punk está bien y si quieren decir que somos de power-cumbia también. Somos una banda que va sacando la música que le está naciendo en ese momento y sí es más para un lado o para el otro, pues ya esos son otros temas de la vida.
Le puede interesar: «La segunda edición busca introducir una fecha festivalera en septiembre»: Miguel Santacoloma del Festival Cordillera
*Foto: Cortesía