El Halloween muestra cómo las tendencias globales del cine, las series y la música, influyen en los disfraces de niños, niñas, jóvenes y adultos durante esta celebración.
Este año se esperan disfraces asociados con películas como Barbie, Intensamente 2, Beetlejuice, Cruella, Avengers, así como clásicas e icónicas series como Stranger Things, Los Bridgerton, El Juego del Calamar, La casa de Papel o Los Cazafantasmas.
Para Claudia Mercedes Padrón, Docente Posgrados en Psicología del Consumidor de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz un elemento importante a analizar es la poca presencia de íconos nacionales o latinoamericanos dentro del repertorio de personajes que salen a pedir dulces en esta celebración.
“La globalización nos ha traído iconos de otros países y universos con un “storytelling” muy atractivo para niños y jóvenes que hacen palidecer a los tradicionales disfraces de campesinos o policías que se veían en los años 70 y 80 en nuestras ciudades”.
Y esto no es una situación distinta a otros países latinoamericanos en donde es muy común ver niños y niñas que juegan a ser superhéroes, figuras mágicas o personajes de gran reconocimiento mundial, pero que tal vez no han podido conocer iconos nacionales que pueden tener historias entretenidas y que ayudar a consolidar el reconocimiento por los valores propios de un país.
Para la experta en psicología del consumir el llamado es a rescatar las tradiciones culturales, a construir identidad a través de nuestras figuras nacionales como por ejemplo: La Pola (Policarpa Salavarrieta); la Pobre Viejecita (Rafael Pombo) o el frailejón (Ernesto Pérez), de esta manera estamos aprendiendo y siendo parte de la historia del país.
“Esperamos también que durante estas fiestas de Halloween se afiance positivamente las prácticas de consumo responsable a través de la reducción de uso de plásticos en los disfraces y decoración, así como el control de azúcar consumida en los dulces”, finaliza Padrón.