¿Estaciones temporales de Transmilenio? O ¿decisiones permanentes para la movilidad de Bogotá?”
En Bogotá, donde cada obra pública despierta más teorías que una novela de conspiración, bastó una foto en redes sociales para desatar una tormenta de trinos: “¡Una columna en medio de la estación de TransMilenio!”, gritaron algunos desde la comodidad de sus hogares. Como vicepresidente del Concejo de Bogotá, y en aras de la claridad, decidí responder a todos los activistas y candidatos, como el doctor Gustavo Bolívar, para poner las cosas en su lugar.
Aclaremos de entrada: la estación con la polémica columna se construyó temporalmente. Y esa palabra, “temporal”, no es decorativa, es algo no permanente. Algo que asegurará la movilidad de miles de personas mientras avanza una obra mayor, como lo es el Metro de Bogotá.
¿Recuerdan la estación de TransMilenio de la Calle 26 entre la Caracas y la 28? Esa estación cerró porque el Metro llegó. ¿Entonces que hará el Distrito para seguir con la demanda de pasajeros en TransMilenio? Pues habilitar una estación temporal para garantizar la prestación del servicio mientras se construyen las estaciones definitivas. ¿Y por qué? Porque para 2024 el 39% de los habitantes de la Capital se movilizaron en TransMilenio (Bogotá Cómo Vamos, 2024).
No se improvisó. Se planificó. Se optimizó tiempo, recursos y movilidad. Y se comunicó con claridad, pero parece que algunos prefieren leer rumores antes que entender renders oficiales.
En el render compartido por el gerente del Metro, Leónidas Narváez, se mostraron las estaciones finales, con un diseño tipo pórtico. Las columnas se ubican a los costados, liberando el paso. No como en las estructuras temporales, que incluyen columnas centrales porque la lógica constructiva así lo exigió. No se trata de estética aún, se trata de ingeniería, cronograma y asegurar la prestación de un servicio esencial: el transporte público.
La estructura principal —viaducto, columnas y pórtico— se diseñó para ser definitiva (justamente unas calles atrás del paradero polémico). Lo que se construyó de forma temporal fue la estación de TransMilenio. Esta funcionará como solución provisional mientras las estaciones definitivas avanzan en su ejecución. Es decir, lo que vemos hoy sirve para que Bogotá no se detenga mientras el Metro toma forma en el terreno.
Entre la Calle 26 y la 76, se instalarán varias estaciones temporales: Calle 34, Calle 39, Marly, Calle 57, Flores y Calle 76. Todas ellas se adecuaron para garantizar la continuidad del servicio. No era una opción cerrar TransMilenio por años. Era necesario pensar con cabeza fría y actuar con sentido común.
La primera estación definitiva estará lista en octubre de 2026. El resto, en junio de 2027. Entonces, las estaciones temporales se desmontarán, porque fueron pensadas para eso. Nada se improvisó. Todo se estructuró con visión y método.
Así que antes de lanzar juicios por una foto sin contexto, activistas, funcionarios y candidatos de la «Colombia potencia mundial de la vida», miremos la ciudad como un Sistema Integrado de Transporte Público que lleva 25 años avanzando. Esa columna en el medio no estorba: sostiene. Y lo seguirá haciendo, hasta que con más progreso y voluntad política logremos construir la ciudad en la que queremos vivir.