El Abierto de Estados Unidos ya forma parte de la historia con un nuevo campeón, el escocés Andy Murray, que, ante el serbio Novak Djokovic, consiguió su primer título de un Grand Slam .
Si Murray fue el protagonista triunfal del torneo, Djokovic, el tenista que le “certificó” el valor de su título tras disputar una final maratoniana y espectacular, confirmó que en estos momentos es el jugador con mayor capacidad de reacción que hay dentro del circuito profesional.
Cualidad que el suizo Roger Federer perdió en este torneo, quedando eliminado en cuartos de final ante el checo Tomas Berdych. La gran sorpresa del torneo.
Mientras que el español David Ferrer se encargó de cubrir la ausencia por lesión de su compatriota Rafael Nadal con la aportación de un tenis de lucha permanente que le llevó hasta las semifinales por segunda vez en su carrera y a dejar el tenis de su país en lo más alto.
Murray, de 25 años, había demostrado durante los últimos cuatro años que estaba entre los mejores del circuito profesional, pero cuatro finales perdidas en torneos de Grand Slam, incluida la del 2008 en el Abierto de Estados Unidos, le habían generado cierta “frustración” deportiva y “bloqueo” mental en los momentos decisivos.
Todo cambió cuando Murray decidió elegir como entrenador al legendario Ivan Lendl, el exjugador que mejor sabía controlar la presión cuando estaba en el campo ante los momentos decisivos, y sus enseñanzas dieron el resultado esperado.
El tenista escocés después de haber perdido la última final de un Grand Slam, en el pasado Wimbledon, llegó de nuevo a las pistas de hierba para proclamarse medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, y la pasada noche conseguía el título del Abierto de Estados Unidos.
Atrás quedaba el maleficio de los 76 años en los que ningún tenista británico en la competición individual masculina había podido conseguir un título de Grand Slam, y las dudas en torno a la fuerza mental de Murray, que además se marcha de Nueva York como tercero en la clasificación mundial tras superar a Nadal.
El propio tenista escocés al concluir el partido reconoció que no sabe cómo pudo manejar la situación para superar la presión sin cuartel de Djokovic, que después de haber perdido los dos primeros sets estuvo muy cerca de haber sido el primer tenista desde 1949 que remontase, hazaña que está en poder del legendario Pancho González.
Djokovic, que en cuartos de final fue verdugo del argentino Juan Martín del Potro, no lo consiguió, pero volvió a demostrar que aunque no pudo revalidar el título de campeón ni lograr el sexto de Grand Slam, si se proclamó campeón de los torneos de verano de la US Series para llevarse un millón de dólares de premio extra.
El tenista serbio vio rota una racha de 27 partidos consecutivos ganados en los partidos de Grand Slam disputados en pistas de cemento desde que en el 2010 perdió la final del Abierto de Estados Unidos frente a Nadal, que fue el gran ausente del torneo.
Federer, de 31 años, número uno del mundo y gran favorito a conseguir el sexto título del Abierto, algo que nadie ha logrado en la historia del torneo, vio como el checo Berdych, sexto cabeza de serie, lo ganaba en los cuartos de final.
La eliminación de Federer, que había llegado al menos a las semifinales en los ocho años anteriores, cortó su racha histórica de 21 partidos consecutivos nocturnos ganados en el Abierto.
Federer no pudo explicar lo sucedido, pero si reconoció que el tenis que jugó en la pista Arthur Ashe frente a Berdych no fue el mejor y lo más importante le faltó el toque de la “magia” ganadora que solamente el sabe poner cuando golpea la pelota.
La ausencia de Nadal, baja por lesión en la rodilla izquierda, dejó al tenis español sin su mejor representante y al finalista del 2011, pero si estuvo Ferrer, quinto mejor del mundo, para confirmar su gran momento de forma y alcanzar las semifinales por segunda vez en el Abierto después que lo hizo en el 2007.
Ferrer, de 30 años, no pudo lograr el sueño de alcanzar su primera final de un Grand Slam porque se encontró en las semifinales con Djokovic y aunque tuvo el gran mérito de ser el primero en ganarle al jugador serbio un set desde que había comenzado el torneo, su rival demostró ser superior.
Pero el jugador alicantino completó su mejor temporada como profesional al alcanzar al menos los cuartos de final en todos los torneos de Grand Slam en mismo año, algo que le permitió unirse a Nadal como los dos únicos españoles que lo han conseguido.
La retirada del estadounidense Andy Roddick, de 30 años, y favorito de los neoyorquinos, fue la gran sorpresa del torneo, que un año más batió marcas de asistencia a pesar de la lluvia.