Con los niños, NO
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Provoca escozor las noticias recientes sobre la forma como se maltratan de diversas maneras a los niños. Son víctimas de todo tipo de vejámenes, algo atávico, pero no por ello se puede justificar y menos mantener. El secuestro de los bebés argentinoisraelíes Ariel y Kfir Bibas, quienes permanecen retenidos desde octubre de 2023 por la agrupación terrorista Hamas, el reciente empalamiento de un niño de cuatro años de edad en Bogotá por parte de la novia de su madre, por no hablar del mal llamado “turismo sexual” que sodomiza niños y niñas, constituyen actos aberrantes que merecen total repudio.
La cultura woke en furor que, forma parte de la agenda 2030, gana ventaja abismal a la institución de la familia, y busca acelerar la iniciación sexual de los humanos. Pretende normalizar una serie de condiciones, como la flexibilidad sexual en las relaciones de pareja, el transgenerismo infantil y por supuesto la anulación de dos géneros en niños y niñas. Ejemplo de lo anterior, lo visto en la reciente Marcha Federal del Orgullo Antifacista y Antirracista en Buenos Aires, Argentina, del pasado primero de febrero, acción vergonzante y bochornosa parecida a una indómita bacanal.
Nota recomendada: Aureliano presidente
En las calles de Buenos Aires se vieron hombres y mujeres semidesnudos introduciéndose juguetes sexuales en el ano, hay quienes reportan relaciones sexuales en plena vía pública y actos obscenos como defecar y estridencia mientras otras personas semidesnudas marchaban acompañadas de niños y niñas ¿Es natural que menores de edad sean acompañantes de este tipo de actos públicos disfrazados de protestas? ¿Realizar actos sexuales aberrantes frente a niños es una forma válida para combatir las tiranías? ¿Se debe permitir la instrumentalización de niños y niñas por parte de grupos que reclaman derechos para los diversos sexuales?
Los constantes abusos sexuales contra menores de edad van en aumento. Muchos lugares se han convertido en oprobiosos destinos para proxenetas y pervertidos abusadores de niños y niñas que pretenden hacer en el exterior lo que en sus países no les es permitido. Hacia los niños y niñas no puede permitirse violencia, ni acto de barbarie, sea cual fuere, especialmente conductas sexuales así sean consentidas. La pedofilia entendida como la excitación sexual que siente un adulto con un menor, y la pederastia como la relación sexual entre un adulto y un menor de edad poco a poco están siendo normalizarlas y hasta regularizarlas en sus diferentes manifestaciones: El matrimonio infantil, la pornografía infantil, la esclavitud de niños y niñas para el tráfico sexual, la educación sexual a tierna edad y el abuso sexual cometido por miembros y allegados a las familias y escuelas, no pueden, ni deben ser tolerados.
Pedófilos y Pederastas no corrompan el alma de un niño que inocentemente es llevado a la perversión y cargará durante su existencia la macula de su abuso en su cuerpo y en su psiquis. Un niño quebrantado jamás será un adulto reparado. Todo adulto que abuse, manosee, permita o mantenga relaciones sexuales o disfrute con imágenes eróticas de menores de edad, particularmente niños, niñas y adolescentes, consentidas o no, debería ser sujeto de la pena capital. Los estados deberían examinar el establecimiento de la pena de muerte para los aberrados sexuales de niños y niñas. Quien violente a un menor de edad y en especial para fines sexuales no tiene derecho a ser una carga para la sociedad. Llegó el tiempo de detener a pederastas, pedófilos y a sus alcahuetes.
Quienes instrumentalicen niños para asuntos de género, cirugías transgénero, de derechos sexuales, de las libertades sexuales de miembros de colectivos que hacen de lo delicado un muladar y otras prácticas sexuales, deben ser judicializados y sometidos al imperio de la ley. Se requieren leyes y jueces comprometidos con la defensa de los niños y niñas. Los niños y las niñas son inocentes. Con los niños, NO.