El presidente Obama reiteró su solicitud de negociar con los republicanos para establecer un acuerdo por el presupuesto estatal y mitigar la parálisis gubernamental que mantiene congeladas las actividades del servicio público de Estados Unidos desde hace cinco días. Asimismo, la reunión que se adelanta en el Congreso para solucionar el cierre de Gobierno, promete al menos una respuesta para los empleados federales cesados temporalmente.
Mientras que en el Senado ya se aprobó un nuevo presupuesto para el financiamiento del Estado Federal, en la Cámara, de mayoría republicana, aún no se ha sometido a votación la misiva lanzada por el presidente Barack Obama.
El mandatario aseguró que “tiene suficientes legisladores republicanos y demócratas en la Cámara de Representantes dispuestos a aprobar el nuevo presupuesto, y poner fin a la parálisis”. Sin embargo, la “derecha republicana no quiere habilitar al presidente de la Cámara John Boehner a someter esta ley a votación”.
“Vayan y voten. Paren esta farsa y pongan fin al bloqueo ahora”, exclamó el jefe de Estado.
Paralelamente, demócratas y republicanos debaten en el Congreso las posibles alternativas para indemnizar a los empleados federales cuando el cierre de Gobierno termine. Según fuentes locales, el pago retroactivo a los 800.000 funcionarios federales tiene el respaldo de la Casa Blanca.
Pese a que las partes acordaron en no estar de acuerdo por un periodo indefinido, miembros del partido Republicano indicaron estrechar esta negociación presupuestal con una autorización para que Estados Unidos emita más deuda.
Bajo esta amenaza, Obama aseguro que “no negociara en estas condiciones”, que se suman a los recortes del programa de seguros médicos Obamacare, mayor logro del mandatario durante su gobierno.