No es secreto que la movilidad en Bogotá es uno de los principales problemas de la ciudad. Un análisis realizado por BBC Mundo comprobó que, la capital colombiana, es la urbe con el peor tráfico de América Latina y la cuarta a nivel mundial por detrás de Estambul, Moscú y Kiev. Estos trancones tienen su mayor auge en las famosas horas pico, con lo que las personas sacrifican el tiempo con sus familias y en general su calidad de vida.
Ante este panorama, el trabajo híbrido se ha posicionado como una solución a estos problemas de movilidad, ya que permite que las personas sigan teniendo contacto con sus centros de trabajo sin tener que afectar su calidad de vida al pasar muchas horas en el tráfico. De acuerdo con el estudio “Redefiniendo los modelos de trabajo en Latinoamérica” realizado por WeWork, el 82% de los colombianos prefieren el modelo del trabajo híbrido.
Y es que el 66% de los colombianos encuestados afirmaron que la pérdida de tiempo que se genera gracias a los desplazamientos que se deben hacer entre la casa y la oficina, es la mayor desventaja del trabajo presencial, “esto muestra que las sedes laborales estáticas y lejanas de los hogares son cosas del pasado, ahora debe primar el poder ofrecer espacios de trabajo más cercanos y convenientes en donde la productividad no se vea afectada por largas horas de desplazamiento. Esto es una de las ventajas que desde WeWork vemos al poder ofrecer la posibilidad de que sus colaboradores operen en la sede que más se les facilite por ubicación y cercanía a sus sitios de residencia”, dijo Juan Carlos Peñaloza, country manager de WeWork para Colombia y Costa Rica.
Hay que mencionar que el auge de espacios como WeWork ha posibilitado que las compañías de todos los tamaños, puedan tener alternativas de trabajo híbridas y flexibles para sus colaboradores que hace unos años eran impensables en ciudades como Bogotá. Al respecto, Peñaloza señala que “las empresas deben adaptarse a esta nueva realidad pensando en favorecer a sus colaboradores e impactar los entornos en los que localizan sus operaciones”.
El fin del teletrabajo trae implicaciones para las empresas que pueden ser variadas, desde retomar sedes en arriendo, que elevan sus costos operativos, hasta asegurar las condiciones necesarias para que no se constituya una relación de teletrabajo permanente, todo esto bajo la premisa de buscar una opción que no afecte la buena productividad alcanzada por el trabajo en casa y que permita la flexibilidad que las cuarentenas trajeron consigo.
Cabe resaltar que la dinámica del trabajo presencial no volverá a ser igual, un estudio realizado, por OWL Labs, determinó que el 22% de los empleados se siente más cómodo en modelos mixtos, ya que esto disminuye su estrés y aumenta su productividad, es por esto que, alternativas que permitan tener sedes flexibles se empiezan a posicionar como la mejor opción para que el retorno a la normalidad no implique traumatismos que impacten el desempeño de los trabajadores y que, por el contrario, faciliten el equilibrio entre vida personal y laboral. “Ahora las empresas deben apuntarle no sólo a la descentralización sino, también, al bienestar de sus empleados que además redunden en un beneficio para la movilidad de la ciudad. La mezcla de estas dos herramientas asegurarán el éxito de la vuelta al trabajo “, concluyó Peñaloza.