No entiendo que está pasando con los predios adquiridos por la Empresa Metro en la localidad de Kennedy, que están siendo invadidos en masa por recicladores que acuden a las casas para extraer cuanto material reutilizable les es posible para su actividad económica.
No considero que este sea el problema, al fin de cuentas de esto viven, pero si debo decir que quedé bastante sorprendida cuando en mi función como directora de la Fundación Acuerdos Por la Paz, he realizado recorridos por los barrios Villa Nelly, María Paz, Britalia, Kennedy Central, Camilo Torres y la Avenida 1 de Mayo con Boyacá, en donde se puede observar predios que han sido demolidos, no por una firma contratista como se supone es el orden de las cosas, sino por la comunidad de recicladores.
Quisiera saber si la Empresa Metro está dispuesta a responder en el caso de que, Dios no lo quiera, se presente una tragedia por cuenta de que estas personas están derribando paredes sin seguir las normas adecuadas para este tipo de actividad.
Por supuesto, la presencia de personas dedicadas al oficio del reciclaje, ha traído una serie de problemas de convivencia en estos barrios, el primero de ellos, la intranquilidad que les ha generado a las familias residentes, quienes se han visto obligadas a conformar cuadrillas de vigilancia para evitar que estos ingresen a las viviendas que no se han desocupado.
¿Responderá la Empresa Metro por este daño psicológico causado a los habitantes de estos barrios, en donde además hay personas de la tercera edad, algunas con problemas cardíacos? ; ¿Qué ocurre con los órganos de control, Procuraduría, Contraloría, Personería y Veeduría Distrital, que no han puesto la lupa sobre este hecho?; ¿tiene conocimiento la Alcaldesa Claudia López del extraño suceso?; ¿Por qué el silencio de los ediles de la junta administradora de la localidad de Kennedy? ,y, ¿Por qué la alcaldía local no está acompañando a los ciudadanos en los barrios?
Resulta extraño que solo el concejal Diego Cancino se haya pronunciado públicamente sobre este hecho, que me van a perdonar, sucede a la vista de todos. La regla indica que la Empresa Metro debe contratar a una firma para el trabajo de demolición, que se debe hacer con una licencia previa, pero jamás se ha visto maquinaria ni nada que se le parezca en el territorio.
Esperaría que la Empresa Metro esté siguiendo la norma al pie de la letra, porque si sería lamentable que un proceso tan delicado como es la construcción de un megaproyecto como el sistema metro para Bogotá, se vea empantanado por irregularidades en el procedimiento.
Yamile Vanegas
Directora
Fundación Acuerdos Por la Paz