El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y la Corporación Autónoma Regional de Caldas (Corpocaldas), desarrollan un proyecto piloto de restauración a través de la dispersión de semillas en pellets desde aeronaves no tripuladas o drones, en los municipios de Pensilvania, Salamina, Manizales, Aranzazu, Pácora y Marulanda (Caldas).
Según estudios científicos, la conformación de pellets de semillas aumenta la capacidad de dispersión natural, la propia protección, su posibilidad de germinación y el correcto establecimiento de las diferentes plántulas. Los pellets son esferas del tamaño de una moneda de 500 pesos, están compuestos por una matriz de arcilla, fibras de fique, semillas nativas seleccionadas y un hilo de lana que permite identificarlos a la hora del seguimiento.
Este es un proyecto piloto de innovación tecnológica. En la restauración activa se incluirán 220 hectáreas que abarcan áreas de interés ambiental con manchas despobladas de vegetación desde los ecosistemas de páramo, bosque altoandino y selva húmeda tropical. La iniciativa se enmarca en un convenio firmado entre el Ministerio de Ambiente y Corpocaldas por 1787 millones de pesos, de los cuales 1500 millones son aportados por la entidad ministerial.
Más que arrojar semillas
“En el marco de nuestra meta de siembra de 180 millones de árboles en todo el territorio nacional, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible viene empleando estrategias de innovación que propenden por la restauración de los ecosistemas; en ese sentido, con el Instituto SINCHI se inició un piloto de dispersión de semillas en la Amazonía. Ahora, de la mano de Corpocaldas estamos avanzando en este piloto de dispersión de semillas donde hay ecosistemas degradados, con el fin de conocer el comportamiento de estas especies y también vincular comunidades. De manera que el Minambiente considera que no es solo arrojar las semillas, sino que también se hagan los estudios técnicos de monitoreo y seguimiento, y que las comunidades participen en la elaboración de pellets”, afirmó Adriana Santa, directora de Bosques, Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos del Minambiente.
Así va
El proyecto terminará en enero de 2023. Va en el 50 % de su ejecución y ha avanzado en el reconocimiento de terrenos para la siembra, en labores de registro de imágenes fotoespectrales y de programación y realización de semillas peletizadas; se han hecho dispersiones parciales y socializaciones y capacitaciones a diversos actores. Se llevarán a cabo 22 talleres para 420 personas.
Especies seleccionadas
Para la restauración de suelos degradados por procesos erosivos es necesario contar con diferentes especies nativas pioneras y de mayor representatividad que intervengan diferentes profundidades en el perfil del suelo. Por esta razón, seleccionaron varias especies para la dispersión, como mani forrajero, pasto estrella, arboloco, chiminango, payandé, yarumo blanco, olivo de cera, chachafruto, drago, quimulá, entre otras.
Una vez seleccionada la especie de la plántula a sembrar, se desarrolla un protocolo de germinación, así mismo son seleccionados los nutrientes, insecticidas y demás productos apropiados para el recubrimiento de las semillas, con el objeto de brindar tanto condiciones favorables de germinación como condiciones operativas de manipulación (peso y volumen).
Las semillas se encapsulan en arcilla hasta conseguir esferas o pellets; la arcilla evita que estas se conviertan en alimento de pájaros, roedores u otros animales; con esta protección se espera la temporada de lluvia, cuando es más probable que la arcilla absorba el agua y la semilla pueda germinar. La ventaja y tecnología que se ofrece al hacer el sobrevuelo con drones es que se puede diseñar el patrón de siembra, saber cuál es la orientación que se le debe dar a las líneas para tener un mejor rendimiento de la luz del sol, entre otros aspectos.
Hay esperanza
A su turno, Juan David Arango Gartner, director de Corpocaldas, señaló que está esperanzado en esta iniciativa, la que espera sea un ejemplo para el país y permita contrarrestar la deforestación, que afecta los servicios ecosistémicos y acelera el cambio climático. “Iniciamos con mucho ánimo este proyecto y muchas expectativas de sus resultados y de si se logra masificar un tema de reforestación en microcuencas abastecedoras de acueductos con alto rendimiento, alta rapidez, con especies nativas y con un bajo costo”, explicó.