La Reforma Pensional esta semana entra en su recta final y, según los analistas, podría tener luz verde antes del 20 de junio, fecha en la que finaliza el periodo legislativo actual. En contexto, tras la aprobación de 95 artículos durante el tercer debate en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, el proyecto hará tránsito a la plenaria de la corporación, siendo este el último escaño que deberá superar para que sea concertado en su totalidad.
Aunque parece que existe un buen ambiente en el Congreso en torno al tema, es importante aclarar que el poco tiempo para discutir el articulado tiene a la expectativa al Gobierno, pues debe tratarse, si o si, antes de la fecha en mención, de lo contrario se archivaría por falta de trámite. Ahora bien, en caso que logre pasar todos los filtros, la reforma entraría en vigor a partir del primero de julio de 2025.
Las principales dudas giran en torno al umbral de cotización. Mientras que el Congreso avalaría que este fuera inferior a $2.990.000; el presidente y la ministra de Trabajo insisten que sea de $4.000.000. De lograrse esta negoción, que configura el punto más neurálgico del proyecto, se daría como un hecho la aprobación en los próximos días de la iniciativa.
Con el fin de conocer en detalle la reforma, así como lo bueno, lo malo y lo feo de este proyecto, el docente Javier Villamizar, director de programa Derecho de la Universidad de San Buenaventura, sede Bogotá, revela las principales preguntas y respuestas que le permitirán a cualquier colombiano entender cómo cambiará el sistema pensional que actualmente funciona en el país.
¿Cuáles son los principales cinco (5) cambios que propone la Reforma Pensional?
Usted ya no podrá elegir a qué régimen cotizar su pensión: Es decir, ya no podrá decidir si ahorra en Colpensiones (régimen público) o en los fondos privados: Porvenir, Colfondos, Protección y Old Mutual (antes Skandia), pues con el nuevo umbral de cotización aprobado en el Congreso deberá acogerse a lo que disponga la actual reforma. Ahora, si usted es mujer y lleva cotizando más de 750 semanas (15 años) o si es hombre y está ahorrando hace más de 900 o más semanas (17 años), podrá continuar en el régimen actual, pero si tiene menos tiempo tendrá que someterse o lo que dice el artículo actual.
Se acaba el traslado de régimen de pensiones: El nuevo proyecto elimina los traslados de régimen entre prima media administrado por Colpensiones y ahorro individual de los fondos privados. Vale recordar que hasta el momento una persona puede realizar un cambio de régimen cada cinco (5) años y hasta diez (10) años antes de cumplir con la edad de cotización para pensionarse.
¡Ojo! Habrá nuevo umbral de cotización para pensionarse: Este dependerá del salario de cada persona. Si es inferior a $2.990.000 tendrá que, si o si, cotizar a Colpensiones, pero si es superior a ese rango deberá hacer su ahorro en los fondos privados. “Este punto es el que más polémica ha generado durante la discusión del proyecto, porque el Gobierno exigía que el umbral fuera de $4.000.000, es decir de tres (3) salarios mínimos; no obstante, el legislativo logró bajarlo”, afirma Villamizar.
¡Atención! Las mujeres podrán pensionarse en menos tiempo: Actualmente, para que ellas reciban su pensión deben cumplir mínimo con 1.300 semanas (26 años) y 57 años de edad. Sin embargo, en la reforma que propone el Gobierno, se reduce el tiempo de cotización que aún está por definirse en el último debate, pero se proyecta que estará entre un rango de 1.000 y 1.150 semanas.
Los adultos mayores que sean población vulnerable y que no tengan derecho a pensión recibirán una renta solidaria: Recibirán una transferencia de dinero mensual, valor o cuantía que aún está por definirse; no obstante, se calcula que será inferior a un salario mínimo, es decir a $1’300.000.
¿Hay suficientes recursos para cubrir el gasto que implica esta reforma?
Si bien, este proyecto estabiliza la situación crítica del pago de las pensiones actuales de los colombianos por unos 15 a 20 años, aproximadamente, es claro que el sistema no será sostenible en el tiempo. ¿Por qué? Sencillo, “las mesadas de los pensionados de hoy se pagan con las afiliaciones de los jóvenes; no obstante, si se tiene en cuenta la disminución poblacional del país, donde cada vez nacen menos niños y niñas, no habrá cómo cubrir en el largo plazo nuevas pensiones, pues no habrá tanta gente trabajando y cotizando al sistema”, asegura Villamizar.
¿Es cierto que esta nueva reforma acabará con el régimen privado? ¿Por qué?
No lo acaba del todo, pero si lo deja en cuidados intensivo o agonizante, pues los fondos privados administrarán menos recursos de los que estaban manejando hasta ahora. “Esto se debe a que de los 22,7 millones de colombianos trabajadores que actualmente cotizan al sistema de pensiones, según cifras del MinTrabajo, aproximadamente 19 millones devengan menos de 2,3 salarios mínimos, dejando a los fondos privados la administración de solo 3 millones de afiliados, cuando estaban acostumbrados a gestionar la mitad del sistema con el régimen de ahorro individual”, explica el docente de la Universidad de San Buenaventura.
¿Qué es lo bueno de este proyecto?
Primero, garantizará, con el establecimiento del umbral de cotización, que se liberen recursos para que Colpensiones pague las pensiones de hoy y las futuras, por lo menos por dos décadas más.
Segundo, obligará a las Aseguradoras de Fondos de Pensiones (AFP) del régimen de ahorro individual a mejorar las condiciones de rendimientos financieros de los ahorros de sus afiliados, lo que no hará necesario que los cotizantes trasladen sus ahorros a alguna de estas AFP.
Tercero, mejorará la calidad de vida de los adultos mayores más pobres y vulnerables con el mecanismo de renta solidaria, garantizando que reciban una transferencia periódica que les servirá para su subsistencia. “Y, por el contrario, los más ricos dejarían de recibir recursos públicos para tener pensiones más altas en Colpensiones”, aclara Villamizar.
Cuarto, entregará un beneficio a las mujeres trabajadoras afiliadas, disminuyendo las semanas obligatorias que deben cotizar para pensionarse. Si bien, ahora tienen que cumplir 1.300 semanas para tener derecho a esta mesada, a partir de la nueva reforma solo deberán contar entre 1.000 a 1.150 semanas, rango que aún está por definirse en el nuevo articulado.
¿Qué es lo malo de este proyecto?
Uno, esta reforma parece una normatividad tributaria escondida, pues pondrá a disposición del Estado, administrado por Colpensiones, millones y millones de pesos de liquidez de recursos, lo que le permitirá al Gobierno tener mayor margen de gasto público, capital que se espera sea invertido en las pensiones y no se malgaste en proyectos desafortunados o elefantes blancos sin concluir.
Dos, los fondos privados, los afiliados a este régimen hasta ahora han tenido cuentas individualizadas. Sin embargo, con el nuevo umbral de cotización que se propone, la mayoría de los fondos del sistema llegarán al régimen público, eliminando la propiedad privada y la posibilidad de que se pueda heredar lo que ahorró la persona.
Tres, contraerá el volumen transaccional y el tamaño del mercado de valores, pues cuando alguien ahorraba para su pensión en el régimen privado, su dinero se invertía en fondos de valores, industrias o sector inmobiliario, generando ganancias para muchos actores del sistema pensional. Con el umbral de cotización que se propone, se restarán significativamente las cuentas individualizadas, pues es prácticamente el 80 % de los cotizantes, en un país donde el salario promedio que recibe un trabajador es de dos (2) millones de pesos.
Cuatro, no soluciona de fondo los actuales problemas del sistema pensional: la falta de cotizantes por la alta informalidad laboral y la disminución de la tasa de natalidad del país, pues entre menos jóvenes cotizantes, menos dinero para pagar las pensiones de los adultos mayores de hoy.