El equipo de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado del Grupo Bancolombia acaba de hacer la actualización de sus proyecciones económicas para Colombia. A continuación, resaltamos los elementos más importantes de estos nuevos escenarios:
Crecimiento económico
El crecimiento del PIB esperado para 2024 completo se incrementó de 0,6% a 1,3%. Esto incorpora la sorpresa positiva, frente a nuestro escenario de proyección anterior, de la cifra de crecimiento del PIB del primer trimestre de 2024, junto al recién publicado dato del Indicador de Seguimiento a la Economía de abril. Más allá de esto, la dinámica subyacente prevista se mantiene relativamente similar: la actividad económica irá “de menos a más”, en un entorno de relativa debilidad en la primera mitad del año y un fortalecimiento más evidente en el segundo semestre.
Una actividad económica más dinámica de lo antes esperado en algunos sectores, particularmente de la agricultura y los servicios, son la clave en la modificación del pronóstico. Además, en la primera mitad del año habría sumado sensiblemente un importante crecimiento real del gasto primario del Gobierno Nacional. Sin embargo, la prevalencia de señales desafiantes desde los principales indicadores líderes (la demanda no regulada de energía, las ventas minoristas, la producción manufacturera, el crecimiento real de la cartera) hace que aún no sea posible hablar de que la economía esté inmersa en un proceso de recuperación consistente y generalizado.
El país aún se enfrenta al reto subyacente que implican los bajos niveles de inversión en activos fijos que ha prevalecido desde el choque de la pandemia, algo que entorpecería parcialmente el proceso de recuperación económica. Sin embargo, la continuidad del proceso de recortes de la tasa de interés de política monetaria del Banco de la República y un contexto financiero internacional que se tornará paulatinamente menos restrictivo, con el reciente inicio de los recortes de tasa de interés del Banco Central Europeo y la expectativa de que la Reserva Federal iniciará con la reducción de sus tipos antes del fin de año, serían uno de los principales fundamentales del mayor crecimiento esperado para la segunda mitad del 2024 y para 2025.
Esperamos que en 2025 el crecimiento de la economía se acelere hasta 2,6% (revisado desde el 2,4% anterior), sobre la base de un entorno macrofinanciero local e internacional notablemente más estable y holgado.
Inflación y tasas de interés
En medio de los múltiples retos del periodo reciente de ajuste de la economía y bajo crecimiento del PIB, una de las consecuencias positivas ha sido la continuación del proceso de desinflación (reducción de la inflación anual). Al respecto, mantenemos la visión, pues esperamos que el incremento anual de precios pase del 9,3% en que cerró 2023 a 5,7% al final de este año, en un entorno en hacia adelante será fundamental la normalización de la inflación de los segmentos de servicios y regulados, pues son los que se mantienen más alejados de la meta de largo plazo del Emisor.
Luego del impacto del fenómeno de El Niño en los primeros meses el año, particularmente evidente en los precios de la energía y de alimentos perecederos, la llegada de un La Niña moderado en la segunda mitad del año aliviará algunos de los impactos. Así pues, es previsible una dinámica más normalizada de los precios de los alimentos. Ahora bien, uno de los principales retos de la continuación del proceso de desinflación será la influencia que siga evidenciando el efecto indexación en el rubro de servicios. Entre tanto, nos mantenemos a la expectativa de los anuncios sobre cómo será el proceso de ajuste de los precios del ACPM por parte del Gobierno para terminar de subsanar el déficit del Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles. Ante esto, para 2025, mantenemos el pronóstico de cierre de año de 4,3%.
Respecto a las decisiones de tasas de interés de política monetaria, prevemos que continuará la dinámica de recortes de la tasa de interés, en medio de un entorno de incertidumbre que lleve a que prevalezca la prudencia en la toma de decisiones. El Emisor mantendría recortes entre 50 pb y 75 pb en las decisiones que quedan de 2024, tal que el nivel del tipo de interés de intervención de cierre del año sería de 8,75%. En 2025, la mayor cercanía de la inflación anual al rango de tolerancia permitirá que continúe el proceso de recortes, de modo que a cierre de año la variable se ubicaría en 6,00%, nivel que estimamos sería el punto de equilibrio nominal de mediano plazo.
Sector externo y tasa de cambio
El bajo crecimiento de la economía ha permitido, también, que el déficit externo del país esté exhibiendo registros recientes menos desafiantes. Luego del bajo déficit de cuenta corriente del primer trimestre del año (1,9% del PIB), ajustamos a la baja (balance menos negativo) el déficit esperado para el 2024 completo, desde 2,7% a 2,3% del PIB, punto desde el que luego iniciaría un proceso de progresiva ampliación que llevaría a un registro de 2,9% del PIB en 2025 completo (0,1 pp menor al pronóstico previo), debido a la presión que generará la recuperación del crecimiento de la economía en la demanda por importaciones y en la salida de rentas factoriales.
La tasa de cambio, por su parte, luego de haber exhibido registros inferiores a los $4.000 en la primera mitad del año favorecida por el carry del diferencial de tasas de interés favorable a Colombia, dejaría de tener el impulso de este fundamental coyuntural, tal que durante lo que queda del año será más relevante la percepción de riesgo soberano, el diferencial de inflaciones con EE.UU. y la situación financiera global en su dinámica. Así pues, hacia adelante esperamos que predominen niveles del USDCOP superiores a los $4.000 y con una tendencia de devaluación moderada. Con esto, la tasa de cambio promedio de 2024 sería de $4.012 y la de 2025 de $4.238.
Perspectivas fiscales
La reciente publicación del Marco Fiscal de Mediano Plazo confirmó cómo el déficit fiscal tendrá un deterioro durante 2024. El documento fue un reflejo del compromiso del Gobierno con darle cumplimiento justo a las metas de la regla fiscal, pero también hizo evidentes los desafíos del contexto reciente: un bajo recaudo y un costo financiero elevado.
Ante estos factores, consideramos apropiado adoptar como pronóstico la visión propuesta por el Gobierno en este reciente documento. Así pues, incrementamos el déficit fiscal esperado para 2024 completo desde 4,9% a 5,6% del PIB, y el de 2025 de 4,6% a 5,1% del PIB. Esta expectativa implica que se da cumplimiento justo a la meta de la regla fiscal para ambos años, pero también llevaría a que la deuda pública se incremente (frente al tamaño del PIB), tal que no estaría asegurado el mantener el nivel de calificación de riesgo de crédito soberano actual.
Descargue aquí el informe completo de actualización de proyecciones económicas para Colombia.