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La ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, ha anunciado una “ayuda conjunta” de los países del G7 para auxiliar a Ucrania durante el invierno en ciernes, ante los efectos colaterales de un conflicto que amenaza con provocar carencias en materia de suministros y servicios básicos.
“Las sanciones conjuntas que hemos iniciado irán seguidas ahora de una ayuda conjunta de invierno por parte de los socios del G7”, ha afirmado la jefa de la diplomacia alemana en el arranque de una reunión con sus homólogos en Munster, en el oeste de Alemania.
“Esta ayuda invernal también significa que no aceptaremos que la paz y el derecho internacional sean doblegados durante el invierno”, ha añadido Baerbock, que se ha comprometido a impedir que Putin “tenga éxito en su estrategia de doblegar a Ucrania” y de “romper la cohesión internacional”, según la agencia DPA.
El conflicto ucraniano ha ocupado un papel destacado en la agenda de esta reunión, en la que ha intervenido de forma telemática el ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, que ha tenido problemas con la conexión por los cortes que hay en el suministro eléctrico a raíz de la última ola de ataques rusos.
Kuleba ha exhibido ante sus homólogos restos de un dron de fabricación iraní, herramienta clave en los bombardeos rusos contra infraestructuras energéticas. “Irán debe dejar de suministrar armas que Rusia utiliza para matar ucranianos o enfrentarse a una presión global aún más dura”, ha reclamado en Twitter.
El ministro ucraniano ha pedido también más ayuda internacional, por ejemplo misiles y carros blindados, así como baterías de sanciones que hagan que Rusia rinda cuentas por la “agresión” que inicio en febrero, cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, dio orden de iniciar la invasión.