La Corte Suprema de Justicia condenó a ocho años de prisión al exsenador y exgobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos Botero, por alianzas con grupos paramilitares entre 2001 y 2007.
La Sala Especial de Primera Instancia, detalló el tipo de vínculos que sustuvo el exgobernador con los hermanos Vicente y Carlos Castaño y de la financiación que las Autodefensas Unidas de Colombia asumieron para sus campañas políticas. En la investigación judicial se estableció que Ramos se relación con organizaciones paramilitares por varios años y “colocó la función pública al servicio de esos grupos ilegales, contribuyendo con el creciente estado de violencia que se presentó en el departamento de Antioquia y en general de tipo estructural que continúa sumido el conglomerado local, regional y nacional, menoscabando el interés que el Estado busca salvaguardar”.
Según la Corte Suprema, el excongresista recibió dinero y apoyo político del Bloque Metro y el Bloque Centauros, y, por supuesto, de los hermanos Carlos y Vicente Castaño, quienes, según el exjefe paramilitar Ernesto Báez fueron sus amigos.
Para la Corte, fue clave establecer lo que se habló en una reunión a comienzos de 2005 en la finca Bellanita en el municipio Bello (Antioquia), a la que asistieron, entre otros, los exjefes paramilitares Ernesto Báez, Julián Bolívar, Pablo Hernán Sierra, el propio Luis Alfredo Ramos, donde los exjefes de las AUC le expresaron a Ramos sus intenciones de no pasar ni un día de cárcel, si se sometían a la Ley de Justicia y Paz.
Ramos Botero podrá apelar la condena, recurso que revisará la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia.