Durante la ceremonia de condecoración al representante a la Cámara Germán Navas Talero, en la plenaria de la Corporación, promovida por la congresista Katherine Miranda, sucedieron dos hechos inusuales.
El primero fue la masiva asistencia al recinto de la plenaria de Cámara, cosa que muy pocas veces, menos cuando se trata de una condecoración. En esta ocasión se consolidó un cuórum calificado que a cualquier ministro le gustaría tener en el momento de aprobar un proyecto de ley de iniciativa gubernamental.
El otro hecho inusual tiene que ver con la lluvia de aplausos que dieron los presentes al acto en el momento en que a Navas Talero le fue impuesta la Orden en el grado de Gran Cruz Con Placa de Oro, con lo que quedó demostrado el gran respeto y admiración que le tienen al representante, quien poco hablaba en el recinto pero cuando lo hacía era para dar argumentos sólidos y contundentes que nadie se atrevía a discutir, ni siquiera los ministros de los diferentes gobiernos a los que enfrentó en más de un debate.
Foto: Germán Navas Talero y Juan Carlos Losada