El sur de Asia avanza, pero no en ESG

Se ha forjado una asociación histórica entre Standard Chartered Bank y Watershed Organization Trust (WOTR) para lanzar una profunda iniciativa titulada “Proporcionar seguridad hídrica para el consumo, los medios de vida rurales y la agricultura resistente al clima en regiones propensas a sequías severas de Marathwada, Maharashtra”. En los últimos años, Marathwada ha estado en el epicentro de una creciente crisis del agua, que afecta la agricultura, la salud pública y las estructuras sociales. Esta crisis constituye el telón de fondo de la colaboración, que busca brindar alivio inmediato y resiliencia a largo plazo a las comunidades afectadas (ESG. News, octubre 2023).

Acciones como la anterior están avanzando en el sur de Asia (Afganistán, Bangladesh, Bután, India, Maldivas, Nepal, Pakistán y Sri Lanka), teniendo a India como su mayor exponente y la economía más grande de la región. Esto es muy positivo, dado que estamos hablando de una de las partes más pobladas del planeta.

Sin embargo, según Fitch Sustainable, el enfoque ESG en el sur asiático aún se encuentra en una etapa temprana en relación con los mercados desarrollados globales. No obstante, en los últimos años, las cuestiones ESG han ido ganando prioridad, con un marcado aumento en la conciencia y la adopción de políticas y métricas relacionadas con ESG en toda la región.

Miremos el caso particular de Bangladesh. Uno de los países con mayores maquilas del mundo, así como una situación socioeconómica muy difícil, pero en franca mejoría desde hace varios años. Bangladesh cuenta con una historia notable de reducción de la pobreza y desarrollo. De ser una de las naciones más pobres al nacer en 1971, alcanzó la categoría de ingresos medianos bajos en 2015, y está en camino de salir de la lista de Países Menos Desarrollados (PMA) de la ONU en 2026.

Además, los resultados en materia de desarrollo humano mejoraron en muchas dimensiones, como la reducción de la mortalidad infantil y el retraso del crecimiento, y un aumento de las tasas de alfabetización y del acceso a la electricidad. A pesar de estos avances, la desigualdad se ha reducido ligeramente en las zonas rurales y se ha ampliado en las urbanas.

Sin embargo, el camino ESG no se ve tan próspero. En Bangladesh, la presentación de informes ESG aún se encuentra en una etapa incipiente, pero la tendencia es ascendente. Organizaciones de diferentes industrias han comenzado a informar sobre su desempeño ESG y los organismos gubernamentales también han tomado iniciativas para promover y fomentar la presentación de informes ESG.

La BSEC (Bangladesh Securities Exchange Commission) ha hecho obligatorio que las empresas que cotizan en bolsa incluyan informes ESG en sus informes anuales de acuerdo con las Directrices para la presentación de informes de sostenibilidad (SRG), y el Banco de Bangladesh ha emitido directrices para la gestión de riesgos ambientales y sociales (ESRM) y los informes de sostenibilidad para todos los bancos e instituciones financieras que operan en Bangladesh.

Además, las ONG de Bangladesh informan voluntariamente sobre el desempeño ESG; a veces la presentación de informes está impulsada por la mayor demanda de transparencia y rendición de cuentas por parte de las partes interesadas, incluidos donantes, beneficiarios y socios.

Lo anterior son pequeños pasos que el país está dando hacia la aplicación de ESG, pero deberá acelerar porque en la economía actual, estos criterios cada vez más determinan dónde y cómo invierten las empresas. Por eso, la región debe moverse rápidamente para cumplir con esto.

Desde tierras del gigante, India, los ESG no están regulados por una sola ley o estatuto; sin embargo, están sujetos a varias legislaciones, como la Ley de Sociedades de 2013, las Regulaciones de la Junta de Bolsa y Valores de la India (Obligaciones de cotización y requisitos de divulgación) de 2015 (Regulaciones de cotización), entre otras.

La Ley de Sociedades permite a las empresas con cierta facturación o patrimonio neto formar un comité para supervisar diversas actividades y políticas de la empresa relacionadas con la Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Además, el artículo 149 de la Ley de Sociedades exige que determinadas clases de empresas tengan una directora.

En el año 2012, SEBI introdujo el Informe de Responsabilidad Empresarial (BRR), por lo que las 100 principales empresas que cotizan en bolsa por capitalización de mercado tienen la obligación de presentar el mismo con el fin de evaluar los factores ESG. Esto fue reemplazado en 2021 con Informes de Sostenibilidad y Responsabilidad Empresarial (BRSR) que amplían el Informe de Responsabilidad Empresarial anterior.

A pesar de estos cambios, el caos en cuanto a leyes y responsables hace difícil navegar para las empresas los caminos burocráticos y de regulaciones para poder aplicar los ESG. Esto está afectando el compromiso del sector privado con estos criterios, por lo cual, muchas compañías deciden no invertir recursos ni esfuerzos en esto.

A nivel general, la implementación de criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) enfrenta varios desafíos específicos de la región. Aquí hay algunos de los retos más destacados:

Regulaciones y Cumplimiento

Normativas Inconsistentes: La falta de regulaciones uniformes y consistentes e dificulta la implementación y el cumplimiento de prácticas ESG.

Cumplimiento Deficiente: Incluso donde existen regulaciones, la ejecución y el cumplimiento pueden ser insuficientes debido a la corrupción, la falta de recursos y la supervisión inadecuada.

Infraestructura y Capacidades Limitadas

Infraestructura Inadecuada: Las infraestructuras deficientes en términos de transporte, energía y saneamiento dificultan la implementación de iniciativas ambientales sostenibles.

Falta de Conocimiento y Capacitación: Las empresas y organizaciones a carecen del conocimiento y la capacitación necesarios para implementar y gestionar prácticas ESG efectivas.

Condiciones Socioeconómicas

Pobreza y Desigualdad: Altos niveles de pobreza y desigualdad pueden hacer que las prioridades inmediatas se centren en el crecimiento económico a corto plazo, en lugar de en la sostenibilidad a largo plazo.

Trabajo Informal: Gran parte de la fuerza laboral opera en el sector informal, lo que dificulta la implementación de estándares laborales y de derechos humanos.

Cultura y Mentalidad Empresarial

Resistencia al Cambio: Las empresas tradicionales pueden mostrar resistencia a adoptar nuevas prácticas debido a la percepción de costos elevados y la falta de comprensión de los beneficios a largo plazo.

Falta de Transparencia: La cultura empresarial puede ser menos transparente, con menos presión por parte de los stakeholders para revelar información relacionada con ESG.

Desafíos Ambientales Específicos

Contaminación y Degradación Ambiental: Los problemas graves de contaminación del aire, agua y suelo requieren soluciones integrales que son difíciles de implementar debido a la falta de recursos y coordinación.

Cambio Climático: El sur de Asia es altamente vulnerable a los efectos del cambio climático, como inundaciones, sequías y ciclones, lo que complica aún más la planificación y la implementación de estrategias ESG.

Inversiones y Financiación

Acceso a Financiamiento: Las empresas y proyectos sostenibles a menudo enfrentan dificultades para acceder a financiamiento adecuado, en parte debido a la percepción de riesgos más altos y la falta de incentivos financieros.

Inversiones a Corto Plazo: Existe una tendencia a enfocarse en ganancias a corto plazo en lugar de en inversiones a largo plazo que incorporen criterios ESG.

Educación y Conciencia Pública
Bajo Nivel de Conciencia: La conciencia pública sobre la importancia de la sostenibilidad y las prácticas ESG puede ser baja, lo que reduce la presión sobre las empresas para que adopten estas prácticas.

Falta de Educación: Los sistemas educativos no están lo suficientemente enfocados en la sostenibilidad y en la formación de líderes conscientes de ESG.

Estos desafíos requieren una respuesta coordinada y holística, que incluya mejoras en las políticas públicas, mayor inversión en infraestructura y educación, y un cambio cultural hacia una mayor conciencia y compromiso con los principios ESG.

Juan Camilo Clavijo