“El día de la salvación vendrá cuando los musulmanes combatan a los judíos, y los judíos se escondan detrás de las piedras y los árboles; y los árboles y las piedras dirán ‘Abdallah, aquí hay un judío detrás de mí, ven y mátalo.”
Artículo 7, Carta Fundacional Hamás
Hamás es una organización de resistencia nacionalista islámica que tiene como objetivo el establecimiento de un estado islámico en la región que comprende el Estado de Israel, Cisjordania y Gaza. Hamás no reconoce la legitimidad del Estado de Israel ni acepta la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas del 29 de Noviembre de 1947 mediante la cual se estableció la partición de Palestina en dos estados, uno judío y otro árabe. Para Hamás la reconciliación con los judíos solo es posible si estos renuncian al Estado de Israel en su totalidad.
Hamás apoya la lucha armada y los ataques suicidas contra civiles como medio para el logro de sus objetivos. Este grupo ha introducido a la franja de Gaza un arsenal inmenso de armamentos que incluye más de 1,500 toneladas de misiles para atacar a la población civil israelí. Entre los años 2.001 y 2.007 murieron 5.767 civiles israelíes como resultado de ataques terroristas – además de 2.665 militares – y han sido heridas otras 8.341 personas. De estos ataques, 140 fueron suicidas en los cuales murieron 542 civiles. Hamás aparece en la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Japón, Australia y la Unión Europea. Desde el año 2.002 la organización humanitaria independiente Human Rights Watch ha acusado a Hamás de cometer crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
En Junio 17 del 2.008 luego de meses de mediación por parte del gobierno egipcio, fue anunciada una tregua entre Hamás e Israel. En medio de la tregua, Nizar Rayyan, uno de los líderes de Hamás en forma desafiante comentó públicamente que la tregua les servirá para prepararse para la batalla final porque la existencia de Israel es una ofensa contra Allah, su Dios. Finalmente, Hamás nunca cumplió la tregua; más de 50 misiles fueron lanzados de Gaza hacia Israel entre Junio y Octubre del 2.008. En Noviembre del mismo año, mas de 190 misiles adicionales fueron descargados, marcando así el final de la interrupción de hostilidades.
En Diciembre 2008, luego de agotar todas las vías diplomáticas para detener los ataques desde Gaza, las fuerzas de defensa de Israel lanzaron la Operación Pilar Defensivo. Esta incursión fue exitosa en destruir los lanzadores de cohetes y la infraestructura terrorista. Pero, ante la salida de las tropas israelíes Hamás volvió a armarse y en el 2012 lanzó 2214 cohetes hacia Israel, lo cual dio lugar a la Operación Pilar Defensivo que terminó una semana después gracias al rol mediador de El Cairo y de Washington.
Nuevamente, en el 2014, ante el continuo lanzamiento de cohetes directamente a ciudades israelíes, las fuerzas de defensa de Israel lanzaron la Operación Margen Protector contra Hamás. El objetivo de la operación es el mismo: detener el lanzamiento de cohetes dirigidos a la población civil de Israel. En esta operación, como en las anteriores, tristemente han muertos cientos de civiles inocentes incluyendo mujeres, ancianos y niños a pesar del esfuerzo del ejército Israelí para dirigir los ataques hacia objetivos militares.
Las muertes de civiles palestinos inocentes en Gaza han despertado indignación en el mundo entero. Sin embargo, las fuerzas de defensa de Israel han demostrado que Hamás coloca a los niños y mujeres como escudos humanos. En Febrero del 2102 Hamás reconoció en su canal de TV Al Aqsa: “Creemos un escudo humano de mujeres, niños y ancianos, y los guerreros de Yihad contra la máquina bombardera Sionista, le estamos diciendo al enemigo sionista que amamos la muerte tanto como ustedes aman la vida.”
Hay que ponerse la piel de un judío común y corriente de Israel que sabe que a pocos metros de distancia hay un grupo terrorista que únicamente quiere su aniquilamiento y no reconoce su derecho a existir. Un grupo que promueve ataques suicidas perpetrados por hombres que se arropan con dinamita para matar niños y mujeres porque le han convencido que como premio irá al cielo donde 72 vírgenes le esperan para servirle.
La lucha de Israel no es contra el pueblo Palestino. Este pueblo tiene derecho a tierra, independencia, libertad y paz. Pero eligiendo gobernantes extremistas solo aumentará su sufrimiento, su amargura y su desdicha. Un pueblo como el Palestino, que valora la educación y la cultura, no puede tener a Hamás como su representante.
El sufrimiento de la población civil en Gaza por la reciente incursión Israelí es muy doloroso. Pero qué ha de hacer Israel para defenderse cuando el agresor lanza cohetes mortíferos desde mezquitas, colegios y apartamentos, y se refugia entre niños y mujeres, utilizándolos como escudos humanos, y no les permite a sus civiles escapar a lugares seguros? Debe el gobierno y el ejército Israelí ignorar a su población que vive en medio del miedo y la zozobra, y que desesperadamente pide protección? O es que pretende Hamás que Israel entregue el territorio? Un territorio que nadie duda fue gobernado por el Rey David hace más de 3000 años y que finalmente fue entregado a los judíos en 1947 por resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Un territorio que, a pesar de los ataques terroristas, se ha convertido en unos de los lugares mas vibrantes y progresistas que no deja de sorprender al mundo por su extraordinario desarrollo económico, cultural y científico. Un territorio muy pequeño – el 0.1% de la geografía del Medio Oriente – , un oasis donde se permite disentir, donde se les enseña a los niños a amar la vida, donde las mujeres pueden vestir como gusten – con burkha o sin burkha – , donde ellas tienen los mismos privilegios y derechos que los hombres, donde es permitido practicar cualquier religión, o ninguna, donde se respira la tolerancia y la convivencia pacífica.
Son estos los principios que el islamismo fundamentalista destruye sistemáticamente. Si Israel fuera derrotada, sería derrotada la tolerancia, la democracia y la libertad. La lucha de Israel, por mas despiadada que los medios de comunicación quisieran proyectarla, es la lucha de la vida contra la muerte, la democracia contra la dictadura, la libertad contra la represión, el respeto contra la intolerancia, la educación contra la ignorancia, y el bien contra el mal.
Es la lucha de la civilización contra la barbarie.