El domingo pasado la Panamericana cumplió 5 días de estar cerrada, todo esto por las protestas, que parece se han vuelto paisaje, en este sector del país. Parece que esta importante vía que comunica el norte de Colombia con el sur, se escrituró a nombre de las comunidades indígenas, más exactamente del CRIC. Esta afirmación se debe a que cada vez que a esta comunidad le da la gana de bloquear el tránsito libre de personas y comercio, lo hacen y punto, y no hay poder humano que permita desbloquear, a no ser, eso sí, que primero se negocien miles de millones.
La práctica de anular la movilidad por esta importante vía tiene sus orígenes por allá en el año 1986, fue en ese año en que las comunidades indígenas cambiaron su manera de protesta, pasando de la invasión de las haciendas existentes, a la ya muy practicada herramienta de tomarse la carretera e impedir el flujo de comercio, afectando con esto centenares de poblaciones que habitan el sur del país.
La excusa siempre es la misma, los reclamos de estos pueblo por los ya cacareados incumplimientos de los gobiernos nacionales, lo interesante del caso, es que ya estamos acostumbrados a escuchar que cada negociación representa la destinación de miles de millones de pesos que, en su gran mayoría son administrados, supuestamente, por las comunidades, lo extraño del caso es que, como sucede con la consulta previa, después de tantos años de bloqueos y negociación no se entiende como las comunidades no avanzan y siguen sumidas en la pobreza.
Y como es costumbre en nuestro país, nadie investiga el destino de los dineros, nadie se cerciora por el cumplimiento de los proyectos que se pactan y claro está, la razón es una, a las comunidades no se les puede indilgar delitos fiscales o que ameriten una sanción disciplinaria; eso tiene que cambiar, al fin de cuentas son dineros públicos.
Solo para que tengamos una aproximación al problema, en el 2023 se presentaron aproximadamente 30 bloqueos, lo cual representó pérdidas por aproximadamente 80 billones de pesos, los cuales representan un hueco considerable para la economía del país y para los empresarios que se ven directamente afectados por estos bloqueos.
Pero además de los bloqueos debemos mencionar la forma como se ven afectadas las personas, que por motivo de los mismos, ven mermados sus derechos fundamentales, es decir en la lógica de reclamar sus derechos, las comunidades indígenas del Cauca atentan contra los derechos de los demás, veamos cómo.
Atentan contra el artículo 1 de la declaración, puesto que afectan los derechos que todos tenemos y la fraternidad que la misma reclama debemos tener.
También van en contravía del artículo 3, puesto que los bloqueos afectan la libertada y la seguridad de las personas que lo padecen, los bloqueos y lo que esto genera puede ser entendido como un trato cruel, puesto que priva a los habitantes de adquirir los productos que son útiles para su sustento diario, en este sentido, puede entenderse que los bloqueos a la vía van en contra de lo que se lee en el artículo 5.
Las tomas de la vía Panamericana también atentan contra el artículo 13 de la declaración de los derechos humanos, ya que impide la libre circulación de las personas, también va en contra del artículo 16, ya que estos bloqueos atentan contra la libertad de la familia y al derecho que estás tiene de ser protegidas por el Estado.
El artículo 23 habla del derecho que todos tenemos al trabajo, este derecho también se ve truncado por los bloqueos, puesto que muchos trabajadores ponen en riesgo la posibilidad de continuar trabajando y de obtener el salario fruto de su trabajo por la obstrucción a la vía, la cual genera pérdida de alimentos, degradación de los productos que transportan y demás situaciones que juegan en contra del interés de poder laborar como normalmente lo hacen.
Pero sin lugar a dudas la afectación más gravosa, es cuando se afecta la vida de las personas, cuando se les niega la posibilidad que puedan ser atendidos de manera oportuna. son muchas las personas que tienen que cumplir una cita médica urgente o que están en grave estado de salud y por culpa de los bloqueos no pueden ser atendidos de manera pronta y tienen que soportar agudos dolores o lo que es peor, cuando el vehículo que transporta a un pacientes en estado grave es atacado, como lo denunció el hospital Susana López de valencia, el día 6 de septiembre de este año.
En Colombia se debe prohibir los bloqueos, como lo hemos visto aquí son estos los responsables de graves afectaciones a los derechos que todos tenemos, el Gobierno y las autoridades deben ejercer todos los recursos del Estado, incluido la fuerza, para disuadir o impedir estas acciones que afectan los derechos de los demás ciudadanos.
No puede ser que la solución sea negociar para levantarlos, la consecuencia de los bloqueos debe ser la acción contundente de la fuerza del Estado por medio de la fuerza pública; despejar la vía a cualquier precio, dentro de los canales de la legalidad, debería ser la prioridad, esperemos que la próxima presidente lo logre.
Jefferson Mena
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