Tres muertos, 250 manifestantes lesionados, 341 miembros de la fuerza pública heridos; 40 mil millones de pérdidas sufridas, solo en la infraestructura de Bogotá; un billón de pesos en pérdidas del sector comercio y 250 mil puestos de trabajo en riesgo, según cifras de la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, son algunas de las consecuencias que nos deja el paro que completa 8 días.
Los ciudadanos de a pie y quienes tienen como única fuente de ingresos su trabajo; al igual que los miles de comerciantes que tienen puestas sus esperanzas en las ventas del mes de diciembre, demandan actuaciones urgentes que nos vuelvan a la normalidad.
No podemos olvidar que los colombianos se manifestaron masivamente en las urnas, en la pasada contienda presidencial y eligieron el programa de Gobierno de Iván Duque como el camino apropiado para sacar adelante al país. Desafortunadamente para Colombia, 8 años de gobierno, centrados en una única iniciativa, dejaron como consecuencia el descuido y la desatención de importantes temas sociales, que hoy no dan espera.
En tal sentido invito al Gobierno Nacional a implementar medidas que permitan a los jóvenes de los sectores más vulnerables, que acceden a la oferta educativa del SENA, disponer de subsidios que cubran las necesidades básicas de alimentación y transporte, que garanticen el desarrollo y la culminación de sus estudios.
Igualmente, considero prioritario crear canales institucionales que posibiliten, una amnistía, por única vez, para los actuales deudores morosos de los estratos 1, 2 y 3 del ICETEX. También, es urgente, crear una mesa de concertación con los jóvenes, para construir un modelo de crédito que posibilite acceso educativo sin deudas impagables.
Señores dirigentes del paro los invito a hacer un alto en el camino, a pensar en las familias afectadas y que sufren la pérdida y las lesiones de sus seres queridos y en los millones de colombianos afectados en sus frágiles economías. El gobierno ésta dispuesto a escuchar y a seguir trabajando para que entre todos construyamos caminos de reconciliación, de desarrollo y de progreso para las generaciones presentes y futuras, de esta patria que nos duele tanto.