Julieth Pesca empezó su camino en la música carranguera desde los cuatro años y en el mundo artístico es conocida como La Carranguerita. Finalizando octubre estrenó -junto a su banda de niñas y adolescentes- La granja, el primer sencillo de su álbum de debut.
Esta composición fue hecha por Sergio Jiménez, director de su grupo; también cuenta con la producción de Fernando Cely, integrante de los Rolling Ruanas. La parte lirical de la canción retrata un entorno rural sobre la cotidianidad de varios animales que abundan en el campo colombiano.
Después de su participación en La Voz Kids, La Carranguerita ha sido –a sus 13 años- exponente de la música campesina en escenarios de alto calibre. Ahora su enfoque y el de su grupo está en el primer disco, que vendría el año entrante. Confidencial Colombia dialogó con ella sobre su corta y prominente carrera y del álbum que están preparando. A continuación, lo que nos dijo.
¿Cuál es el primer recuerdo que tiene haciendo música?
Empecé desde los 4 años. Mis tíos les encanta la música: de parte de papá les gusta más la música llanera y de parte de mi mamá la carranga. Mis tíos maternales que venían desde Duitama (Boyacá) siempre llevaban un radio en el que escuchaban Los Hermanos Amado, Jorge Velosa y más carranga. En una ocasión pusieron Las diabluras (de Jorge Velosa) y me puse a bailar porque esa canción te lleva a otro lugar. Después mi mamá nos metió a clases de música y el primer instrumento que toqué fue el cuatro con La gallina mellicera (de Jorge Velosa). Me fui enamorando de la música carranguera y unos años después mi hermana me inscribió a La Voz Kids. Pasamos el primer filtro para poder audicionar a ciegas y ahí comenzó todo.
Además del cuatro ¿Qué otros instrumentos sabe?
Ahora estoy tocando tiple, requinto, guacharaca; estoy aprendiendo guitarra, piano y me gustaría aprender violín. De música llanera toco el bajo y el arpa.
¿Se inclina más por la carranga o por la música llanera?
Más música llanera, pero escucho mucho ambas.
En el tema creativo para hacer canciones ¿Cómo es el proceso para componer?
Tengo una ventaja y es que logró inspirarme muy rápido, me salen las palabras. Es fácil para mí, es un procedimiento que se logra poco a poco. Cojo el tiple –la terraza de mi casa tiene vista a la montaña y veo unos atardeceres lindos-; empiezo a tocar un ritmo cualquiera, recuerdo una historia que me ha marcado harto o que merece una canción y así compongo.
Después de tener la idea y compartirla con el resto de la banda ¿Cómo logra que le entiendan esa idea para incorporarla y hacer la canción mejor?
Es más chévere porque ellos también aportan demasiado. Empiezan a proponer melodías y complementar mejor para que todo empiece a fluir.
¿De qué manera se compuso La granja?
Es una composición de Sergio Jiménez, nuestro profesor de música. Un día llegó un sábado y nos mostró la canción y él sabía que estábamos componiendo para el disco. Nos encantó esta canción porque nosotras somos amantes de los animalitos, de su entorno y sus costumbres. Siempre tuvimos como perspectiva que la primera canción del álbum fuera muy movida y bailable.
¿Vive rodeada de animales?
Ahorita vivo en la ciudad, pero visito mucho el campo. Es una de mis partes favoritas en la semana porque uno llega y es un ambiente muy distinto: escuchar el sonido de las aves, el aire que es mucho más tranquilo y una paz total.
¿Cómo es el entorno campesino que visita cada fin de semana?
Es una casita muy bonita. Hay una parte en la que solamente hay flores y un kilómetro después está el río donde uno puede bañarse o escuchar la cascada. También hay un burrito y unas ovejas con una ovejita bebé; hay perros, gatos, vacas y así.
Más adelante viene el álbum ¿Habrá más canciones sobre animales?
Hay más canciones movidas, pero que se centren en los animales solamente La granja. Después vienen tres sencillos más y en marzo de 2023 se lanza el disco.
¿Cómo se llamará el disco?
Estamos pensando, pero tiene que ser un nombre bien bonito.
¿Cuál es la principal expectativa que tiene con el disco?
Que llegue al corazón de los colombianos y de las personas de todo el mundo, que lo disfruten como nosotras y lo bailen con sus familias. También que valoren nuestro esfuerzo.
La mayoría de quienes la acompañan son niñas y adolescentes ¿Qué tal ve el panorama del interés de los más jóvenes en la música campesina y el folclor colombiano?
Es algo que me anima mucho más. Me alegra que los niños y adolescentes se vayan por la música carranguera para seguir cultivando la semilla y no dejar morir este género. Nosotras nos acoplamos muy rápido: nuestra requintista Laura Fonseca tiene 16 años, nuestra tiplista tiene 17 años, está nuestra guitarrista que es mi hermana y la guacharaquera es la menor del grupo porque tiene 12 años.
¿Qué dice la gente adulta?
Me felicitan y me animan mucho a seguir. Es bonito, porque uno termina cada concierto y llegan las fotos, mensajes, palabras bonitas.
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