Daniel Briceño renunció a su curul en el Concejo de Bogotá para buscar un asiento en la Cámara de Representantes. En calidad de candidato, habla para Confidencial Noticias explicando sus ideas para llegar a la Corporación y seguir trabajando por la capital del país.
¿Usted también hará lo mismo que hacen los representantes a la Cámara por Bogotá, que se olvidan de la ciudad a pesar de que sus votos fueron de aquí?
Daniel Briceño: El ejercicio obliga a cumplir el doble con los bogotanos, porque, aunque exista una agenda legislativa, se debe cumplir con Bogotá defendiendo sus obras y sus intereses.
¿Les ha dicho a sus votantes y a los bogotanos en general que la ciudad requiere de alguien que se apropie, desde el Legislativo, de sus problemas?
Daniel Briceño: Efectivamente, así es. Se requiere una persona que pelee por la ciudad en el Congreso de la República, que ayude a destrabar obras como la ampliación de la Autopista Norte, por ejemplo; que no le pongan trabas al Metro y que no lo sigan bloqueando.
¿Qué asuntos cree necesario cambiar en el Estatuto de Bogotá, tema que se discute en el Congreso de la República?
Daniel Briceño: Lo primero es eliminar la Veeduría Distrital, porque es una entidad que no tiene ningún diente. Lo segundo es cambiar la manera como funcionan las alcaldías locales, porque hay que centralizar recursos para que estas entidades se encarguen únicamente de temas de inspección, vigilancia y control. Hoy las alcaldías locales están dedicadas a la politiquería, lo que ha hecho que tengamos un alcalde mayor y 20 alcaldes locales dedicados a hacer lo que se les da la gana. Hay que limitar el poder de estos señores.
¿Usted es amigo de la idea de que desaparezcan las alcaldías locales?
Daniel Briceño: Soy amigo de que los alcaldes locales no tengan decisión en las inversiones, sobre todo en lo que tiene que ver con la malla vial. En este aspecto hay unos carruseles, unos contratistas que es necesario investigar.
Pero eso sería como regresar a las Unidades de Ejecución Local (UEL), que fueron una idea de Enrique Peñalosa y no fueron del agrado de muchos ciudadanos.
Daniel Briceño: No fueron del agrado de muchos políticos. El problema de las alcaldías locales es que están en manos de concejales y políticos que tienen sus contratistas, amigos y demás. Por eso, cuando se centralizan los recursos se obtienen mejores resultados, porque hay mayor control.
¿Qué se debe hacer para que Bogotá, que es la capital de Cundinamarca, se una más al departamento?
Daniel Briceño: Las buenas relaciones con Cundinamarca venían avanzando, porque a través de la Región Metropolitana se están entregando recursos. Es cierto que algunas de las decisiones del alcalde Carlos Fernando Galán no son del agrado del gobernador Jorge Rey y de otros municipios, pero aquí hay inversiones que se deben hacer en conjunto, por lo que es necesario mantener buenas relaciones. A la gente no se le puede olvidar que Bogotá también es Cundinamarca.
¿Le hará falta el Concejo de Bogotá?
Daniel Briceño: Mucho. Estuve nueve años trabajando en el Concejo de Bogotá, aprendiendo y trabajando por la ciudad. Es como graduarse.
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