Infidelidad 3.0
Malas noticias para los románticos irredentos que aún lloran por Titanic: el «hasta que la muerte nos separe» está más pasado de moda que el fotolog, el napster y el Messenger juntos. Y es que esa promesa de amor hasta el último estertor, se inventó en un tiempo en que la vida era corta y las promesas largas.