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Etiqueta: Bogotá

El crecimiento desordenado de Bogotá no obedeció únicamente a la violencia política, dice Carlos Roberto Pombo

Ni los muertos de La Violencia en Colombia fueron tantos como históricamente se ha dicho, ni el crecimiento de Bogotá se dio única y exclusivamente como resultado de dicho fenómeno. A esa conclusión llegó la Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá (SMOB), tras una exhaustiva investigación, que incluyó análisis estadísticos y la revisión contrastada de diversas fuentes.

“La inmigración a la ciudad empezó en 1938, es decir que fue anterior al periodo conocido como La Violencia (1948-1964), y aunque no se excluye este fenómeno, no fue la causa principal de estos flujos migratorios”, señala Carlos Roberto Pombo, actual presidente de la SMOB y autor del libro “Demografía, violencia y urbanización”.

 

En sus páginas se esgrimen las otras razones, distintas al conflicto, que forjaron la migración rural urbana.

“Más que desplazados por La Violencia, los migrantes eran personas que, en medio de inmensas dificultades, de pobreza y angustias, venían en busca de una vida mejor y de un porvenir más halagüeño para sus hijos que, con enormes esfuerzos, tenacidad y solidaridad, lograron incorporarse a la vida urbana”, afirma Carlos Roberto Pombo, quien es además experto en Planeación y Desarrollo Urbanístico.

Señala que en Colombia la urbanización, entendida como la transformación de una sociedad rural en una sociedad urbana, obedeció principalmente, a causas económicas, sociales y culturales. En consecuencia, la gente migró del campo a la ciudad para mejorar su situación económica y sus condiciones de vida. “La mayoría de quienes emprendieron esa aventura, lo consiguieron”, afirma el autor.

Otra razón de este éxodo fue la incapacidad del Estado para llevar los avances educativos a la ruralidad, lo que motivó el abandono del campo, especialmente por parte de los más jóvenes. Agrega que la concentración de la propiedad de la tierra y la tecnificación de la agricultura se fueron convirtiendo en factores decisivos en el proceso del éxodo de campesinos hacia la ciudad”.

Así, mientras los jóvenes podían mejorar sustancialmente su ingreso, “las familias campesinas conseguían un nivel de vida más alto, más digno, más seguro, y más promisorio”.

Resultado de lo anterior, hacia 1964 la población de Bogotá se quintuplicó y la ciudad quedó expuesta “a la mayor presión demográfica de que se tenga noticia en nuestra historia”.

Como lo señala el autor, para satisfacer las necesidades de su creciente población, “Bogotá tuvo que hacer ingentes esfuerzos para dotar de servicios públicos, en muy poco tiempo y sin mayores traumatismos, a una ciudad que estaba registrando la tasa de crecimiento poblacional más alta de su historia”, con lo cual se incrementó además la  burocracia oficial. “Como muchos de los trámites tenían que realizarse en Bogotá, una fracción importante de la población tuvo que trasladarse a la capital”.

A los nuevos habitantes se les dotó de agua potable, vivienda, trabajo, vías de comunicación, salud y salubridad colectiva, educación y recreación.

¿Cuántos muertos dejó La Violencia?

Desde el siglo pasado se han barajado todo tipo de cifras sobre el número de víctimas que dejó La Violencia (1948-1964). Así, los investigadores Guzmán, Fals Borda y Umaña afirmaron que fueron 300.000, en tanto que Paul Oquist las estimó en 200.000.  

Una nueva generación de demógrafos e historiadores, entre ellos Álvaro Pachón, prologuista del libro “Demografía, violencia y urbanización”,defienden una tesis distinta: “Las cifras que se han dado por ciertas durante décadas, son exageradas y fueron obtenidas con metodologías claramente inapropiadas”.

Incluso, para Pombo Urdaneta el número de 100.000 muertes violentas “resulta altamente improbable”. “Estas diferencias –añade- radican no solo en los criterios metodológicos, sino, acaso, en los propósitos políticos que las animaron”.

Al cruzar los indicadores demográficos de la época, la cifra está muy por debajo de las 50 mil víctimas. Dicha aseveración está respaldada por los análisis demográficos adelantados por Adolfo Meisel y Julio Romero para el Banco de la República. Estos investigadores lograron cuantificar el número de homicidios para el periodo 1945-1969, al reconstruir la demografía (datos de población) del período 1938-1973. “Por su rigor metodológico y las técnicas estadísticas utilizadas, constituye el más valioso esfuerzo por conocer la realidad demográfica colombiana durante la denominada violencia bipartidista”, señala Pombo Urdaneta.

La transición del país rural al país urbano

En 1938 el país todavía era rural en un 70% y para 1964 ya la mitad de la población colombiana era urbana,siguiendo una tendencia general en los países latinoamericanos. De los 7.851.000 habitantes que tenía Colombia en 1928, el 69,6 % vivía en las zonas rurales. En los veintiséis años transcurridos entre los censos de 1938 y de 1964, la población se duplicó (pasó de 8.813.612 a 18.175.187 habitantes), en tanto que la población urbana se multiplicó por 3,3 veces, al pasar de 2.633.680 a 9.136.695. Por su parte, la población rural pasó de 5.921.361 a 8.347.813, creciendo un 40,9 %, considerablemente menos que el total nacional.

Aumentó la expectativa de vida en Colombia

Por otro parte, con las campañas masivas de vacunación en los años cincuenta, se redujo significativamente la tasa de mortalidad y se aumentó levemente la tasa de natalidad, “lo que condujo a una explosión demográfica sin precedentes”, como señala Pombo Urdaneta.

Según estimaciones de la ONU, durante el período 1950-1964 la esperanza de vida pasó de 45,9 a 57,4 años para los hombres, y de 50,6 a 61,4 años para las mujeres; es decir, se incrementó en 11,5 y 10,8 años, respectivamente.

Para el autor, resulta evidente que con un número de muertes mayor por causa de la violencia, “habría sido imposible la espectacular reducción de la tasa de mortalidad que vivió el país durante ese periodo”.  

A partir de estas pesquisas, Pombo Urdaneta considera que “es incorrecto seguir afirmando, como se afirma insistentemente, que somos uno de los pueblos más violentos del mundo”. 

¿Cuál fue el periodo conocido como La Violencia?

Existe un consenso en que su etapa más dura se desarrolló entre los años 1948 y 1964. “La mayoría considera que la violencia se inició entre 1946 y 1948. Desde la perspectiva de los conservadores, con el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán en 1948, en tanto que, para los liberales, se habría iniciado en 1946, cuando Ospina Pérez asumió la presidencia”, advierte Carlos Roberto Pombo.

El libro “Demografía, violencia y urbanización” podrá descargarsegratuitamente desde la plataforma DaraCivilidad: www.construyendocivilidad.com a partir de este 9 de mayo.

Emberas quieren regresar al Parque Nacional

Un grupo de al menos unos 80 indígenas emberas que salieron del albergue de la UPI en la localidad de Suba, se dirigieron hacia el Parque Nacional con la idea de realizar una nueva toma, según ellos, como forma de protestas por supuestos incumplimientos por parte del Gobierno Nacional.

Al respecto, el secretario de Gobierno de Bogotá, Gustavo Quintero, pidió a la Unidad Para las Víctimas gestionar el proceso de retorno con la mayor prontitud porque esta comunidad lleva mucho tiempo en Bogotá.

 

«La gran mayoría de quienes hoy llegan al parque ya está asentada en Bogotá hace tiempo a la espera de poderse regresar», escribió el funcionario desde su cuenta de X.

El secretario de Gobierno rechazó el uso de menores de edad en este tipo de acciones.

De acuerdo con el secretario de Integración Social, Roberto Angulo, «la Guardia Indígena ha impedido que madres acompañadas de sus hijos accedan a los servicios sociales destinados a garantizar el bienestar y la protección de niñas y niños».

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Alcaldía de Bogotá abre 12 nuevos comedores comunitarios

La Alcaldía de Bogotá anunció la apertura de 12 nuevos comedores comunitarios en Bogotá, que amplía la cobertura de atención a población pobre y vulnerable por inseguridad alimentaria e impacta el programa de erradicación del hambre en la ciudad.

Con la puesta en funcionamiento de estos 12 nuevos comedores comunitarios se beneficiarán personas vulnerables en ocho localidades: Bosa, Ciudad Bolívar, Kennedy, Los Mártires, Rafael Uribe Uribe, San Cristóbal, Suba y Usme. Bogotá pasa de tener 117 a 129 unidades operativas en el marco de la estrategia Bogotá Sin Hambre 2.0, incluida en el Plan de Desarrollo ‘Bogotá Camina Segura’, y ya acumula 15 comedores nuevos en esta administración.

 

Este esfuerzo hace parte de la estrategia Bogotá Sin Hambre 2.0 que es un impulso muy importante que le hemos dado en esta administración a la política de lucha contra el hambre en la ciudad”, explicó el alcalde Carlos Fernando Galán.

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Para alcanzar la meta de ampliación de cobertura programada en 2025, en la primera semana de mayo, la Secretaría de Integración Social abrirá un nuevo proceso competitivo para contratar siete comedores adicionales, para llegar a un total de 136 comedores comunitarios en 2025. La Administración Distrital, durante el cuatrienio llevará a cabo la apertura de 50 nuevas unidades, hasta llegar a 165 comedores comunitarios.

La Secretaría Distrital de Integración Social realizará una inversión superior a los $100.000 millones en la operación de los comedores comunitarios durante el año 2025.

A su turno la secretaria Distrital de Educación, Isabel Segovia indicó que “cuando no tenemos días de clases, por temas escolares o por temas exógenos al tema de la escolaridad, lo que estamos haciendo por primera vez es llevar la alimentación escolar a los colegios, esto es un trabajo que hemos hecho mancomunadamente con los rectores de los colegios, para que los niños que puedan acercarse al colegio, y sobre todo que tengan la necesidad, porque estamos haciendo una priorización, puedan recibir su alimentación, incluso cuando no hay clases, esto nunca se había hecho antes”.

¿Ventas informales amenazan con ser la piedra en el zapato para la remodelación del Campín?

En días pasados tuvo lugar un debate en el Concejo de Bogotá convocado por el concejal del Pacto Histórico, José Cuesta, para tratar asuntos relacionados con la Alianza Público-Privada (APP) para la construcción y remodelación del estadio Nemesio Camacho El Campin.

El concejal alertó sobre el contrato de la APP IDRD-SENCIA CTO-2772-2024, que otorga a un consorcio privado el control del estadio durante 29 años, con una inversión de 2,4 billones de pesos. Criticó que el Distrito solo recibirá el 1% de las ganancias generadas por el proyecto, una cifra que considera irrisoria dadas las dimensiones de la inversión.

 

Además, destacó los impactos negativos que desde su punto de vista, podría traer la remodelación sobre los espacios públicos y la infraestructura urbana circundante. La APP, según el cabildante, «destruiría el Estadio Campincito y otros espacios deportivos históricos utilizados por la comunidad, para dar paso a negocios privados como restaurantes, zonas comerciales y un centro de e-sports. Esta transformación afectaría directamente a más de 5.000 predios en el área circundante, exacerbando los problemas de movilidad y calidad de vida de los vecinos».

Además, subrayó la exclusión de los vendedores tradicionales que se ubican en el estadio para ofrecer diferentes productos a los ciudadanos. Criticó la decisión de excluir a más de 200 familias, como las trabajadoras de la tercera edad y mujeres cabeza de hogar, y denunció que esto no solo vulnera sus derechos laborales, sino que también representa un despojo cultural y social. La privatización del espacio, según el edil, «permite que el lucro privado se anteponga a los derechos fundamentales de los ciudadanos».

Al respecto, la concejal del Centro Democrático, Sandra Forero, considera que se debe tener en cuenta que el espacio público es de todos y que los espacios privados tienen una función social y ecológica que no implica que todos puedan hacer uso sin algunas garantías en temas de retorno.

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«Lo que se está planteando es un proyecto que va a transformar una zona de la ciudad, que garantiza ingresos; que coloca a la Bogotá en el mismo standard de los grandes capitales del mundo», afirmó.

Forero considera que es importante que el IPES tenga algunas consideraciones para incluir a los vendedores informales, pero teniendo en cuenta que a esta población hay que llevarla a la formalidad de lo contrario Bogotá no tendrá un espacio público garantizado para todos.

«Aquí hay un derecho al trabajo, pero también tiene que equilibrarse para que el espacio público sea para todos», puntualizó.

Por su parte la concejal, Quena Ribadeneira, estima que en ningún momento se quiere obstaculizar el proyecto, más no por esto se debe dejar por fuera a los vendedores informarles.

La cabildante del Pacto Histórico le pide a instituciones como el IDRD y el IPES, hacer parte de las mesas de diálogo con la APP para que incluya a esta población en el proyecto.

«La idea no es solo dejarlos vender sino vincularlos al modelo de renovación porque es claro que ellos no pueden acceder a los espacios internos del nuevo estadio El Campín», afirmó.

En octubre de 2024 la Alcaldía de Bogotá, a través del Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) y el Concesionario Sencia, firmaron el acta de inicio de la Asociación Pública-Privada de iniciativa privada sin desembolso de recursos públicos, que permitirá que el Concesionario Sencia, empresa encargada del proyecto, invierta 2.4 billones de pesos para transformar el ecosistema de deportes, cultura y entretenimiento más importante del país, y cuyo eje será la construcción de un nuevo estadio.

Imputan cargos al dueño de un matadero clandestino en Suba (Bogotá)

La Fiscalía General de la Nación, imputó cargos contra Benjamín Rincón Poveda, propietario de un predio ubicado en el barrio Fontanar del Río, en la localidad de Suba, en el noroccidente de Bogotá, en el que funcionaba un matadero clandestino de ganado.

Rincón poveda deberá enfrentar cargos por los delitos de corrupción de alimentos, productos médicos o
material profiláctico, contaminación ambiental y maltrato animal. Los cargos no fueron aceptados.

 

El pasado 4 de marzo, se constató que en el bien del hoy procesado eran sacrificados bovinos sin los elementos de insensibilización y protección, y desconociendo las medidas de salubridad. Asimismo, se
estableció que se coordinaba la comercialización y distribución de la carne a gran escala sin respetar la cadena de conservación y transporte.

En la diligencia judicial se evidenció que los residuos sólidos y líquidos eran arrojados indiscriminadamente al suelo y a las aguas del río Bogotá, generando una grave afectación. En el operativo se incautó más de tonelada y media de carne de res, sebo y hueso.

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La “Ming-Licia” indígena se tomó Bogotá

Mientras el país enfrenta alarmante inseguridad, crisis en el sistema de salud, debilitamiento institucional, entre otros grandes problemas, el presidente Gustavo Petro se concentra en profundizar la confrontación y la división. Lo anterior, quedó demostrado, una vez más, el pasado 1 de mayo.

Al discurso desafiante lanzado por el mandatario, que debe causar preocupación, se le suma el despliegue político disfrazado de reivindicación étnica con la llegada de la minga indígena a la capital del país los días anteriores a la conmemoración del Día Internacional del Trabajo.

 

Lo que se vivió en las últimas semanas en Bogotá no fue una expresión genuina de protesta por parte de pueblos ancestrales, fue una movilización orquestada, promovida, financiada y aplaudida desde la Casa de Nariño con fines propagandísticos. De hecho, quedó en evidencia que las dos organizaciones más visibles de la minga, la ONIC y el CRIC, han recibido más de 405 mil millones de pesos en contratos por parte de este gobierno.

El espectáculo en Bogotá fue cuidadosamente planeado para generar impacto y presión. Miles de indígenas que fueron movilizados desde diferentes regiones ocasionaron bloqueos en vías principales, actos de violencia, intimidaciones a ciudadanos, e incluso, un cerco al Departamento Nacional de Planeación (DNP) y a la Superintendencia de Notariado y Registro. Cientos de personas quedaron atrapadas, sin poder salir de sus lugares de trabajo, debido a los abruptos bloqueos en los accesos a las oficinas.

No fueron simples protestas, ni intentos de la comunidad indígena por ir a dialogar como manifestó el DNP en un comunicado. Se trató de actos de coacción directa. La minga indígena se comportó como una milicia, una gran tropa incentivada por el petrismo. Una Ming-Licia. Sin duda, tener este tipo de grupos para intimidar es algo que nos recuerda al régimen chavista.

La minga, en este contexto, fue instrumentalizada para mostrar fuerza y fidelidad. Pero ¿Qué solución concreta a sus problemas estructurales surgieron de su visita a Bogotá? Ninguna. Sin embargo, sí quedó el mensaje claro: el que se opone al gobierno, será presionado.

Lo paradójico es que mientras un día la minga reclamaba al Estado por sus derechos, al otro acudía en multitud a la Plaza de Bolívar en férreo apoyo a Petro y a su consulta popular. Llama la atención que, en videos que circulan por redes sociales, en los cuales se les preguntaba a los indígenas por los puntos más importantes de dicha consulta, decían desconocerlos. Admitían que ni siquiera la habían leído. 

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En definitiva, lo que estamos viviendo es un cálculo electoral, un teatro politiquero y una manipulación. A más de un año de las presidenciales el gobierno petrista elige entrar en campaña, jugándosela por una consulta popular que no es más que populismo, pues lo que se pretende es que incautos confíen en que ahora sí se van a cumplir tantas promesas incumplidas.  

Andrés Barrios Bernal

Revive el servicio en la estación de TransMilenio ‘El Socorro’

El Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) hizo entrega de la ampliación de la estación de la TransMilenio, Socorro, en la localidad de Tunjuelito, que entrará en servicio a partir del sábado 3 de mayo de 2025.

Hoy entregamos la quinta estación del sistema TransMilenio ampliada y mejorada. Este contempla la ampliación de ocho estaciones; en enero de 2024 se habían entregado dos. Durante la Administración del alcalde Galán ya hemos entregado cinco y en lo que resta del año entregaremos las que están pendientes (ampliación estación Olaya y nuevo vagón de la estación La Campiña), para que el sistema cuente con mejores y más amplias estaciones para beneficio de toda la ciudadanía”, afirmó el director del IDU, Orlando Molano.

 

La estación Socorro, cuenta ahora con un vagón de tipología W3a de 38.40m de longitud (anteriormente era de 24m), que permite el desembarque de buses biarticulados y mejorar la oferta de rutas.

Además, cuenta con 10 nuevas puertas tecnológicas (cuatro sencillas y seis dobles) que funcionan mediante el sistema BUS-ESTACIÓN (RFID) que no pueden ser abiertas por manipulación manual mientras están cerradas; el mecanismo solo se activa hasta que la puerta recibe la señal del sistema o por el pulsador.

“Uno de nuestros propósitos es trabajar arduamente en todo lo que mejore la experiencia de viaje de nuestra comunidad usuaria. Gracias a este nuevo vagón en la estación Socorro, los más de 1700 usuarios y usuarias que se registran en promedio diariamente, tendrán el restablecimientos de rutas que los conectan con otras troncales. Seguiremos trabajando en mejorar la infraestructura, la capacidad y la tecnología que haga del transporte público de Bogotá la mejor opción para moverse por la ciudad” afirmó María Fernanda Ortiz, gerente general TransMilenio.

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Con la operación del sistema en el vagón B de la estación Socorro, se restablecen los servicios BH75 y HJ76.

Así se organizó Bogotá para el concierto de Maluma

Para facilitar la llegada y la salida a los asistentes al concierto de Maluma en Bogotá, programado para el sábado 3 de mayo de 2025 en el Estadio Nemesio Camacho El Campín, Transmilenio ha dispuesto un plan especial de operaciones.

Transmilenio dispuso de un servicio extendido desde las estaciones Movistar Arena y Campín – UAN, con rutas hacia los portales Norte, Américas, Suba, Eldorado, Sur, 20 de Julio, 80 y Usme, para garantizar un flujo eficiente durante la salida de los asistentes al concierto.

 

Además, la Secretaría de Movilidad anunció cierres viales desde el miércoles 30 de abril hasta las 11:59 p.m. del domingo 4 de mayo en la calle 57A entre la Avenida NQS y el acceso al parqueadero norte, así como el cierre total de las dos calzadas de la transversal 25 entre la carrera 28 y la Avenida NQS.

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También habrá cierres en la calle 53B Bis entre la carrera 28 y la Avenida NQS, y en la carrera 28 entre la calle 53B Bis y la calle 53B.

Por último, se habilitarán zonas amarillas para taxis y vehículos especiales entre la medianoche y las 3:00 a.m. del 4 de mayo en la transversal 28 y la diagonal 61C para facilitar la evacuación.

Carlos Fernando Galán pide a los bogotanos no arrojar basura a los humedales

De acuerdo con la Alcaldía de Bogotá, durante el año 2024, se retiraron 1.978 toneladas de basura y 1.814 llantas de los humedales urbanos, una cifra alarmante que refleja el impacto negativo de las malas prácticas por parte de la ciudadanía.

Esta realidad nos llama con urgencia a fortalecer la cultura ciudadana y el compromiso colectivo con el cuidado del entorno natural.

 

Los humedales de Bogotá son un patrimonio ambiental de inmenso valor. La ciudad alberga 17 de estos ecosistemas, esenciales para preservar la biodiversidad, regular el ciclo del agua y mejorar la calidad del aire. Sin embargo, su conservación enfrenta grandes desafíos.

Cuidar los humedales no es solo responsabilidad de las autoridades: es una tarea compartida. Respetar, proteger y valorar estos espacios es garantizar un futuro más saludable y sostenible para todos.

“La conciencia ciudadana es clave. Muchas veces entregamos nuestros residuos a terceros que terminan arrojándolos a canales, y esos desechos finalmente llegan a los humedales. Hoy tenemos 135 trabajadores en las aguas de Bogotá que deben ingresar a esas zonas para retirar los desechos”, afirmó el alcalde Carlos Fernando Galán.

Gracias a los esfuerzos de recuperación y protección, hoy es posible encontrar nuevamente especies endémicas como la margarita de pantano y la tingua bogotana. Desde 2018, se han identificado más de 190 especies de aves en los humedales de la ciudad.

Sin embargo, en lo corrido de este año, se han retirado 651.92 toneladas de residuos sólidos, 19,17 metros cúbicos de escombros y 501 llantas, además de intervenirse 58,4 hectáreas en franjas acuáticas y terrestres. Todo esto como parte de un trabajo articulado entre entidades públicas y operarios comprometidos.

“En una alianza estratégica con la Empresa de Acueducto de Bogotá, nosotros, en lo corrido del año, hemos sacado de los humedales aproximadamente 650 toneladas de residuos, 20 toneladas asociadas a escombros y unas 500 llantas. Por eso es importante el llamado a la comunidad para que tengan una conducta responsable y amigable con los humedales”, señaló el gerente de Aguas de Bogotá, Yanlícer Pérez.

Las autoridades hacen un llamado a la ciudadanía: no arrojar basura en los humedales ni entregarla a personas no autorizadas.

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Caen tres delincuentes por hurto al comercio en el sur de Bogotá

Uniformados de la Policía capturaron a tres delincuentes dedicados al hurto a establecimientos de comercio en el sur de la capital.

Estos hechos se presentaron en inmediaciones al CAI Santa Librada en momentos en que estas personas a través de maniobras engañosas pretendían hurtar electrodomésticos avaluados en más de 22 millones de pesos.

 

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La propietaria de este establecimiento se percata de los falsos comprobantes electrónicos con los que pretendían llevarse los electrodomésticos y da aviso oportuno a las autoridades, permitiendo capturar en flagrancia a tres personas y recuperar (Televisores, lavadoras, planchas, neveras, entre otros).

Los capturados de edades entre los 19 y 56 años de edad, fueron puestos a disposición de autoridad competente, donde un juez de control de garantías les resolverá su situación penal.

Bogotá Cómo Vamos señala al mes de marzo como el más violento de 2025 en la capital del país

El programa Bogotá Cómo Vamos señala en su primer boletín trimestral de 2025, señala a este período como como el más violento en términos de homicidios desde 2019. «A corte del 31 de marzo se registraron 281 homicidios en Bogotá, lo que representa un aumento del 18,5% frente al mismo
periodo del año anterior», dice el documento.

Señala además al mes de marzo como «un mes atípicamente violento». Las cifras indican que en este tiempo se registraron 106 casos de asesinatos; el mayor número desde 2016 para este mismo mes.

 

Bogotá Cómo Vamos recomienda a la Administración Distrital trabajar fuertemente para reducir al menos 189 homicidios respecto a los 1.204 registrados en 2024, una meta que parece difícil tras el aumento evidenciado en el primer trimestre.

El informe señala además el aumento de uso de armas de fuego, sumado a la utilización de explosivos como granadas en el barrio San Bernardo.

Dice además que el 52,2% no considera a la denuncia como un asunto que aporte soluciones a la inseguridad en Bogotá.

El Programa Bogotá Como Vamos señala al hurto como el delito más denunciado en la capital del país.

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Desmantelan matadero clandestino en la localidad de Ciudad Bolívar en Bogotá

Uniformados de la Policía de Carabineros en una acción conjunta con el INVIMA y la Secretaría de Salud, lograron la captura de tres personas en la vereda Mochuelo Alto, localidad de Ciudad Bolívar, por el delito de Corrupción de alimentos, productos médicos o material profiláctico.

En el operativo se incautaron 6 canales de bovinos (reses despostadas) que no cumplían con las condiciones sanitarias exigidas por la ley.

 

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Los capturados fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación, donde deberán responder por las conductas punibles relacionadas con la manipulación y distribución ilegal de productos cárnicos.

Indígenas de 42 municipios llegan a Bogotá para una minga

El secretario de Gobierno de Bogotá, Gustavo Quintero, confirmó desde la red social X, la llegada a la capital de más de 15 mil integrantes de la minga indígena, quienes permanecerían en la ciudad hasta el próximo 2 de mayo.

https://twitter.com/GAquinteroA/status/1916592262496002304

El funcionario hizo saber de la disposición de la Administración de Bogotá para disponer espacios que les sirvan de alojamiento durante su permanencia en la capital.

 

El Movimiento Indígena Colombiano informó de su llegada a Bogotá desde el 27 de abril como «un acto de unidad, resistencia y esperanza», para exigir el respeto de su derechos a permenecer en los 42 municipios del país, en donde tiene origen y están ubicados sus territorios.

Una vez se instalen en Bogotá conformarán mesas de concertación con el Gobierno nacional y de esta manera dar a conocer sus preocupaciones.

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Las alertas del IDIGER y la Secretaría de Ambiente por las constantes lluvias en Bogotá

La Secretaría de Ambiente y el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (IDIGER) emiten alerta a la ciudadanía por las actuales condiciones de lluvia en Bogotá que han generado zonas de riesgos en laderas, cercanías a humedales y canales intervenidos.

En lo corrido del 01 de marzo hasta la fecha, se han atendido 872 eventos de emergencia generadas como consecuencia de la temporada de lluvias, tipificados así: 597 de afectación por árboles; 206 por daño en servicio de alcantarillado; 32 por movimientos en masa; 27 por encharcamientos; 6 por fuertes vientos y 4 como desbordamiento de cauces. Las localidades con mayor ocurrencia de eventos son Suba, Usaquén, Engativá, Chapinero y Kennedy. En lo corrido de esta temporada han sido cerca de 20 familias afectadas.

 

El viernes pasado, en tan solo unas horas, tuvimos un porcentaje de lluvias por encima de lo normal: se presentó aproximadamente el 25% de la precipitación de toda una semana en las cuencas de los ríos Fucha y Salitre, con volúmenes de agua cercanos a los 12,5 y 10,5 millones de metros cúbicos, respectivamente, lo que equivale a más de 9.000 piscinas olímpicas llenas.

Esta acumulación provocó un incremento de aproximadamente 1,5 metros en el nivel del río Bogotá, según los datos reportados por la red de estaciones hidrometeorológicas del IDIGER.

El IDIGER está realizando el monitoreo permanente de las condiciones hidrometeorológicas (estado del tiempo, precipitación y niveles), y se encuentra activo y alerta brindando asistencia profesional y técnica a los eventos de emergencia reportados por movimientos en masa e inundaciones. Ante esta situación, la Secretaría de Ambiente e IDIGER hacen un llamado enfático a la comunidad para que acate las siguientes
recomendaciones:

  1. Atender y cumplir rigurosamente los alertamientos emitidos por las autoridades.
  2. Respetar los cierres viales decretados por la Secretaría de Movilidad.
  3. Evitar transitar por zonas cercanas a los canales y humedales mencionados, especialmente durante y después de fuertes lluvias.
  4. Mantener limpios los desagües y sumideros cercanos a sus viviendas
    para facilitar el flujo de agua.
  5. En caso de lluvia intensa, buscar refugio en lugares seguros y elevados.

Así mismo se recomienda tener especial cuidado y estar alertas en las siguientes zonas:

  1. Canal Córdoba: Presenta alta susceptibilidad a inundaciones y encharcamientos debido a las recientes precipitaciones.
  2. Canal Callejas: Se observa un incremento significativo en su caudal, aumentando el riesgo de desbordamiento en zonas bajas.
  3. Canal Molino: Mantiene un nivel elevado de agua, con potencial para generar encharcamientos en áreas circundantes.
  4. Humedal Córdoba: Se registra saturación del terreno, incrementando el riesgo de inundaciones y afectaciones a la biodiversidad.
  5. Humedal Tibabuyes (Tica): Presenta condiciones similares al Humedal
    Córdoba, con alta probabilidad de anegamiento.

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La Rolita: buenas intenciones con ilegalidades evidentes

Al pensar en la situación actual de La Rolita, Operadora Distrital de Transporte, se me viene a la mente el caso de Epa Colombia. Ustedes se preguntarán, ¿eso qué tiene que ver? Pues explico la analogía.

En el 2019, durante una protesta, Daneidy Barrera vandalizó una estación de Transmilenio y fue grabada en flagrancia. Incluso, ella misma hizo publicaciones en redes sociales mostrando su “osadía” y desafío al sistema. Años después, decidió reinventarse como empresaria de keratinas e influencer, generó empleo, pagó impuestos y aportó a la economía. Sin embargo, nada de eso le sirvió como atenuante para el delito cometido y fue condenada a cinco años de prisión. Se trató de una decisión judicial que dejó atónito a más de uno. Pero, el derecho es claro, la ley no absuelve por buena conducta posterior.

 

Así las cosas, contrasto el caso con La Rolita, ¿Por qué deberíamos omitir los vicios en su creación? ¿Porque presta un servicio necesario para la población? ¿Por qué tenemos que premiar el resultado y olvidar la forma? ¿Porque la intención era buena? Pues, en mi opinión, esa no puede ser la vara con la que se mide la legalidad en una democracia y, mucho menos, hacer incurrir a otros en el error.

En derecho, como en política, las buenas intenciones no eximen de responsabilidad. Esa es una lección que, al parecer, la exalcaldesa Claudia López omitió durante su mandato.

El caso de La Rolita no solo es un síntoma de improvisación institucional, sino un claro ejemplo de cómo el discurso progresista puede ser usado para encubrir decisiones que vulneran el marco legal.

Y aclaro, La Rolita genera empleo, beneficia a mujeres berracas y pujantes que allí trabajan, resuelve la movilidad de gran parte de Ciudad Bolívar, es una alternativa sostenible con buses eléctricos, todo esto lo pude evidenciar en un recorrido que realicé este año a sus instalaciones. Aquí el problema es que, quieran admitirlo o no, se creó por fuera de la ley, y buscan con una narrativa, hacer ver todo lo contrario y endilgar responsabilidades a otros. El tema es jurídico, no de conveniencia.

El artículo 69 de la Ley 489 de 1998 es clarísimo: toda empresa descentralizada debe nacer con autorización del Concejo y con un estudio técnico que sustente su viabilidad. La administración de la señora López hizo lo primero, a medias, y lo segundo, sencillamente no lo hizo. En su lugar, insertó el artículo 91 en el Plan de Desarrollo 2020–2024, sin el estudio requerido, y con eso le dio vida a una empresa pública. Importante que la ciudad y el país vean la inexperiencia de quien aspira entrar a la carrera por llegar a la Casa de Nariño.

Tiempo después, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca anuló ese artículo por no cumplir con la ley. ¿Qué significa esto? Que todo lo actuado con base en ese artículo, incluida la constitución de La Rolita, es nulo.

Pero el asunto se agrava. En 2022, la empresa Transmilenio, accionista mayoritario, permitió que ENEL adquiriera acciones de La Rolita, transformando su naturaleza de pública a mixta. Todo esto sin autorización del Concejo, como si la participación privada en una empresa distrital fuera un detalle administrativo y no una decisión de fondo.

Ahora desde la administración distrital, con Claudia López por fuera, y con el lío encima, se le presentó un nuevo Proyecto de Acuerdo al Concejo de Bogotá tratándolo de hacer ver como “solución”. Nos dicen que La Rolita “funciona” y que “necesita ser salvada”. Sin embargo, el derecho no premia buenas intenciones o pregúntenle a Epa Colombia. 

La creación de La Rolita no fue un error técnico: fue una decisión política que, con la testarudez de Claudia López ignoró advertencias, evadió controles y burló la norma. Y lo peor es que ahora se busca que el Concejo de Bogotá se preste para “legalizar” ese acto, como si los fallos judiciales fueran sugerencias y no mandatos.

Lo que Claudia hizo con La Rolita no fue un acto heroico, fue una omisión consciente de las reglas del juego democrático que afecta de manera directa a mujeres y familias.

Andrés Barrios Bernal