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Etiqueta: Minería

¿Transición o Improvisación? El alto costo de marchitar la minería del carbón en Colombia»

La devolución de dos títulos al Estado por parte de PRODECO-GLENCOR tuvo lugar en 2021. Falló el gobierno Duque al no proceder a recibirlos y ofertarlos. Llegó este gobierno y el entonces presidente de la ANM, Álvaro Pardo, dijo que en este cuatrienio “no se van a entregar más contratos de gran minería a cielo abierto y lo vamos a cumplir » y lo han cumplido. Y después de más de tres años de este gobierno es que se les ocurre dizque activar el llamado por él como “corredor de la vida” y que con tal fin van a “revisar proyectos”. Cuales? Es la pregunta.

Cómo es bien sabido todo proyecto debe pasar por un proceso de maduración, que empieza por su identificación y priorización, luego el perfil del mismo, su estructuración, diseño y entonces será cuando se pasa a la fase de ejecución, para lo cual es indispensable la asignación de los recursos para su financiación. Todo ello se toma su tiempo, los proyectos no se pueden madurar a punta de periódicos como los aguacates. ¡Les alcanzará el tiempo o estos anuncios no pasarán de ser meros espejismos, para después decir como en la fábula de la zorra y las uvas, al no poder alcanzar un racimo de ellas, se disculparán diciendo que están verdes y amargas!

 

Con el cierre de las minas Calenturitas y La Jagua, además de su impacto en el empleo, dejando cesantes a más de 5.000 trabajadores y de privar a la Nación, al departamento del Cesar y a los municipios de importantes ingresos ($500.000 millones anuales), amén de US $5.100 millones de dólares en divisas que le dejan de ingresar al país, al dejar de extraer y exportar 15 millones de toneladas de carbón al año. 

El gobierno se vanagloria y hace alarde aduciendo que esta es la contribución de Colombia a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), causantes del Cambio climático. Pero, la realidad es otra, el mundo no deja de consumir carbón por el hecho de que Colombia deje de extraerlo y exportarlo. Eso es pensar con el deseo, pues, según la Ley de Keynes, toda demanda crea su propia oferta, así es que mientras haya quien consuma carbón habrá quien lo extraiga y lo venda y esos serán los países que compiten en el mercado de carbón con Colombia. En fin, con decisiones tan absurda como las tomadas por este gobierno, de marchitar prematuramente la industria del carbón, Colombia termina quedándose con el pecado y sin la gracia. 

Es una falacia la afirmación del presidente Gustavo Petro en el sentido que “el mercado mundial de carbón se está acabando”, que “el mercado mundial piensa lo mismo que yo, que el mundo ya no compra carbón”. A despecho de la Transición energética, hoy más que nunca el mundo está comprando y consumiendo carbón, las cifras, que no mienten, muestran que la demanda de carbón lleva 4 años batiendo su propio récord.

En efecto, en 2022, un año después del cierre de estas minas, alcanzó un récord histórico al registrar, según la Agencia internacional de energía (AIE) 8.415 millones de toneladas, para escalar hasta los 8.700 millones de toneladas en 2023 y luego hasta los 8.787 millones de toneladas en 2024 y se proyecta que para el 2028 en consumo mundial de carbón alcanzará los 9.000 millones de toneladas. ¡Definitivamente dato mata relato!

De modo que estas afirmaciones del presidente Petro, para utilizar la expresión del premio Nobel de Literatura Octavio Paz, está fuera de lugar, “a las afueras de la realidad”. Razón tenía la célebre escritora británica Virginia Wolf cuando afirmó que era más fácil matar un fantasma que matar a una realidad.

Según el ministro de Minas y Energía Edwin Palma, en línea con el pensamiento del presidente Petro y siguiendo a pie juntillas sus instrucciones plantea que “el mundo va a dejar de depender del carbón y el petróleo, debemos anticiparnos y diversificar la economía”. Pero no por madrugar amanece más temprano, no es posible llegar a la tarde sin pasar por el mediodía, diversificar la economía toma tiempo y para lograrlo se precisa contar con los recursos y hoy por hoy el carbón y el petróleo son las principales fuentes de los mismos. No se cuenta aún con fuentes alternativas.

Bien dijo John Maynard Keynes, el más célebre economista después de Adam Smith y David Ricardo, en una carta abierta al ex presidente de EEUU Franklin Délano Roosevelt en 1933 le advirtió que “apresurarse sería dañino cuando lograr la meta de largo plazo es más importante que el resultado inmediato”. Y esa “meta de largo plazo” no es otra que la Transición energética, que deberá darse de manera gradual, progresiva, inteligente y sin precipitaciones, que comprometan y pongan en riesgo la seguridad energética del país.

Amylkar Acosta

Golpe del Ejército a la extracción ilegal minera en Antioquia

Soldados del Batallón de Infantería N.º 11 Cacique Nutibara de la Cuarta Brigada del Ejército Nacional, en coordinación con el Grupo de Policía Ambiental y de Recursos Naturales, intervinieron cinco unidades dedicadas a esta actividad en las riberas del río Cauca, a la altura de los municipios de Valparaíso, Caramanta y La Pintada, Antioquia.

Los uniformados incautaron cinco dragas tipo buzo, cuatro plataformas metálicas, seis motores tipo diésel, una motobomba, un cilindro de gas, entre otros elementos empleados para esta actividad ilegal.

 

En otro operativo que tuvo lugar en la vereda La Cuesta, del municipio de Barbosa, soldados del Batallón de Ingenieros de Combate N.º4 General Pedro Nel Ospina, intervinieron una mina inutilizando un motor, una plataforma metálica, dos motobombas y dos tubos de manguera PVC. En el sitio fueron capturadas en flagrancia cuatro personas que operaban esta maquinaria para extraer minerales de manera ilegal.

Rescatan a 18 mineros atrapados en una mina en Remedios (Antioquia)

Foto: @Julian_VasquezP

Los servicios de rescate han conseguido sacar con vida a los 18 mineros atrapados durante doce horas por un colapso en una mina en el Remedios (Antioquia).

 

Los empleados de la mina El Minón, en la zona rural de Remedios, se encuentran ya sanos y salvos pasando una evaluación médica, según ha acabado confirmando el Ministerio de Minas y Energía. El primer minero salió al exterior sobre las 02.00, hora local. Una hora después todos acabaron rescatados.

El suceso ocurrió en torno a las 11.00 del jueves tras el desprendimiento de una elevadora dentro de un socavón, que generó el colapso estructural en la entrada principal de la mina de oro.

«Desde el Ministerio de Minas y Energía celebramos que todos los mineros se encuentren bien, y agradecemos la articulación de organismos de socorro, Agencia Nacional de Minería, Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), alcaldías de Remedios y de Segovia, Gobernación de Antioquia, Ministerios del Interior, Defensa y Salud, y la empresa Aris Mining, así como el apoyo de la comunidad minera local para este rescate, ha añadido el Ministerio.

El carbón en su encrucijada

El carbón en Colombia, que representa 56% del PIB minero y 1.5% del total, hasta el 2023 segundo renglón en importancia de las exportaciones, siendo el sexto mayor exportador de este mineral en el mundo, después de Indonesia, Australia, Rusia, Suráfrica y EEUU, está en una verdadera encrucijada y no está pasando por su mejor momento. Como todos los commodities, los precios internacionales tienen un comportamiento cíclico alternándose los precios altos con los bajos. Fue así cómo pasó de la sima de un mínimo de US $38.6 la tonelada en mayo de 2020 a la cima de su máximo histórico de los US $457.80 la tonelada en septiembre de 2022, aupado por la crisis que desató la invasión de Rusia a Ucrania y las consiguientes sanciones a Putin por parte de la OTAN.

Contrariamente a las previsiones de la Agencia internacional de energía (AIE), lejos de aplanarse la curva de demanda a nivel mundial por carbón, en los tres últimos años esta viene de récord en récord, así: 8.350 millones de toneladas en 2022, 8.530 millones en 2023 y 8.771 millones en 2024. Y se prevé por parte de la AIE que “la producción mundial se mantendrá estable en torno a los 9.000 millones de toneladas para 2027”.

 

De manera que mientras el Presidente Petro, pensando con el deseo, afirma que según “las últimas cifras del DANE nos muestran que hay una caída del carbón; le echarán la culpa a Petro, pero es que el mundo ya no compra carbón”, para el Director de mercados energéticos de la AIE Keiduke Sadamori, si bien “el mundo está a punto de alcanzar un máximo en el uso de combustibles fósiles y el carbón será el primero en disminuir, aún no hemos llegado a ese punto”. 

Y ello se explica en gran medida porque grandes consumidores de carbón como China tuvo en 2023 el mayor aumento en su capacidad instalada de energía desde 2016, con 44 GW netos (más del doble de toda la capacidad instalada de generación de Colombia), todos a carbón. En 2023 el mundo puso en funcionamiento 69.5 nuevos GW de generación a carbón y solo pasaron a mejor vida 21 GW. 

El problema que afronta la producción de carbón en Colombia, entonces, no obedece a la caída de la demanda, que por el contrario, como quedó visto crece constantemente, sino que sus exportaciones se han visto desplazadas de sus dos principales mercados. Del de EEUU, que era el primero, debido a la sustitución promovida por el Presidente Obama del carbón, altamente contaminante, por gas natural barato, gracias a la revolución de los esquistos (extraído utilizando la técnica del fracking) y menos contaminante. Y del de la Unión Europea, el segundo mercado en importancia, en donde EEUU se nos convirtió en competidor. 

Le tocó, entonces a Glencor, que opera El Cerrejón en La Guajira y Drumond en sus minas Pribbenow y El Descanso en el Cesar, que son los dos principales productores de carbón térmico, por fuerza de las circunstancias, migrar hacia el mercado asiático asumiendo unos mayores fletes, los cuales son críticos en este negocio, se trata, además, de un mercado más competido y por lo tanto los márgenes de ganancias para las empresas son menores.

Y, mientras tanto, en Colombia durante este gobierno le elevaron la carga impositiva, elevando sus costos operacionales y de contera afectando su competitividad. Así se explica que Colombia, después de exportar 90 millones de toneladas en 2017, según los registros más recientes 64.6 MMT en 2024, para un incremento del 7% en volumen, pero el precio cayó el 28% con respecto al año anterior, por valor de US $7.106 MM, muy por debajo de los US $11.700 millones de 2022. La descolgada de los precios y los mayores costos en los que están incurriendo llevó a ambas empresas a ajustar su producción a la baja en respuesta a las condiciones cambiantes del mercado.

Además, como es bien sabido, desde bien temprano, este Gobierno tomó la decisión similar a la industria de los hidrocarburos de darle un no rotundo a los nuevos proyectos de explotación de carbón a gran escala, máxime si es a cielo abierto, lo cual lo llevó a congelar los dos títulos mineros en el Cesar que le devolvieron al Estado PRODECO – GLENCOR, renunciando a la producción y exportación de 15 millones de toneladas, a lo cual se vino a sumar la absurda decisión de prohibir la exportación de carbón a Israel. 

Colombia, a propósito, se ha quedado con el pecado y sin la gracia, porque si bien es loable el propósito, bien intencionado, de abstenerse de extraer y exportar carbón como una contribución a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), el mismo no se logra, porque como quedó dicho anteriormente el consumo sigue creciendo y viene de récord en récord. Se cumple así la Ley de Keynes según la cual toda demanda crea su propia oferta. En consecuencia, el carbón que no extrae ni exporta Colombia lo extrae y exportan otros, quiénes, nuestros competidores. Así de claro

Y de paso, con el marchitamiento prematuro de los hidrocarburos y el carbón Colombiano está renunciando a su principal fuente de financiamiento, no solo del presupuesto general de la Nación y de las entidades territoriales, sino también del financiamiento de la propia Transición energética justa de la que tanto alarde, más de lo que hace, el Gobierno, porque, como solemos decir los economistas, no hay almuerzo gratis y la Transición energética cuesta y siempre se ha dicho que las correas salen del cuero, de ninguna otra parte!

A propósito en la Cumbre de Seguridad energética que se realiza en Londres el Director ejecutivo de la AIE Fatih Birol dejó claramente establecidas tres reglas de oro para lograr la seguridad energética y la primera de ellas es la que establece que “un sector como el energético, que requiere inversiones masivas y apuestas a muy largo plazo, no puede verse sometido a la continua alteración de las reglas de juego que se está produciendo en la actualidad”. Y este es el caso de Colombia!

Amylkar Acosta

Inclusión de la mujer en el sector minero fue del 20%

La Asociación Colombiana de Minería (ACM) reveló que la participación de las mujeres en el sector se mantuvo en un 17% durante el 2023, igual que en 2022, aunque en diciembre del año pasado alcanzó un incremento histórico en la participación del 20%, según las cifras del DANE.

De acuerdo con Cheryl Velásquez-Watemberg, gerente de Estrategia & Mercadeo en Relianz Mining Solutions y cofundadora del Foro, «las mujeres de las regiones encuentran en la industria minera un lugar bastante atractivo para desarrollarse profesionalmente y llevar bienestar a sus familias y comunidades, es por esto que ante las cifras  de reducción que se revelan este año, es necesario hacer equipo desde diferentes organismos para continuar potenciando a este sector tan importante para la economía y para la equidad de género en las regiones”.                                                                     

 

Precisamente, según cifras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) hoy el 41 % de las mujeres de la industria están en cargos administrativos y el 20 % en cargos operativos, por lo que el compromiso de la industria es continuar generando programas de contratación y capacitación para que más mujeres encuentren oportunidades en el sector en actividades técnicas cruciales para una industria más competitiva.

Además, las cifras más recientes del DANE, muestran que 160 mil colombianos tienen una vinculación laboral directa con el sector minero – energético, y de estos, 27.200 son mujeres. Lo anterior, reafirma el compromiso del sector minero en Colombia para la reducción de brechas sociales, igualdad y en la economía del país.

«Para fortalecer la industria, fomentar la equidad en el sector y, por ende, mejorar su competitividad, así como para seguir consolidando el desarrollo social y económico del territorio, es fundamental impulsar políticas que promuevan el liderazgo de las mujeres en el mismo«, indicó Velásquez-Watembeg.

Procuraduría alerta por presencia mercurio en afluentes del rio Cali

La Procuraduría General de la Nación advirtió que la continuidad de las actividades de extracción ilícita de minerales en el Parque Nacional genera una afectación significativa en diferentes fuentes hídricas, incluyendo el río Cali y entre otras que proveen de agua a los acueductos de La Reforma y San Antonio, beneficiando a 600.000 habitantes de la ciudad. 

Recientes estudios realizados por el ente de control revelan niveles preocupantes de mercurio y arsénico en el río Felidia, superando los límites establecidos por la Environmental Protection Agency (EPA), con un registro de 17 y 31 partes por millón (ppm) de mercurio y 23 ppm de arsénico; hallazgo que subraya el impacto negativo de la minería en el componente hidrográfico y la biodiversidad del área. 

 

El Ministerio Público recalcó que es imperativo garantizar la calidad del agua en estos afluentes para salvaguardar el derecho a la salud de los habitantes de la capital vallecaucana

¿Para qué conformar una empresa dedicada al tema minero»: habla el representante Pedro Suarez Vacca

De acuerdo con el representante a la cámara, Pedro Suárez Vacca, la empresa ECOMINERALES hará parte del proceso de reindustrialización del país y la transición energética para la construcción del tejido social. Además, se garantiza la ejecución de proyectos de educación, salud e infraestructura para el beneficio de las comunidades en áreas de explotación minera.

El legado de Simón Bolívar que nos pone en aprietos

El municipio de Marmato, en Caldas, ha sido de vital importancia para la explotación de oro desde que los conquistadores españoles a mediados del siglo XVI, comenzaron su extracción, llevados allí por los indígenas Cartama. El imperio español finalizó la explotación de oro, a comienzos del XIX, luego de la gesta liderada por Simón Bolívar, quien, con el fin de garantizar el cubrimiento de los empréstitos hechos a Inglaterra para financiar la guerra de independencia, entregó de por vida a la Casa Goldschmidt, varias hectáreas del territorio nacional, en donde, entre otros, se ubicaban las minas de Marmato y Supía (Caldas). En otras palabras, la soberanía de esas porciones de tierra (suelo y subsuelo), fue dadas en forma de pago.

A comienzos del siglo XX, finalizando la Guerra de los Mil Días, el presidente colombiano Rafael Reyes Prieto, trasladó a su copartidario, el general Alfredo Vázquez Cobo los títulos de propiedad sobre los yacimientos, que este, poco después, traspasó a la compañía Western Sindicate Limited, y ésta, a su vez, los transfirió a la Colombian Mining Exploration Co. En 1936, el Gobierno Nacional tomó la decisión de arrendar el emporio minero a empresas nacionales; sin embargo, durante todo este tiempo, de forma constante y al margen de la explotación de las empresas mineras extranjeras, las comunidades continuaron realizando la explotación del mineral para garantizar su subsistencia, de modo tal, que la economía de la región fue impulsada principalmente por la minería artesanal.

 

En 1946, se expidió la Ley 66, que dividió las zonas de explotación en Marmato en una zona alta, reservada a la pequeña minería, y una zona baja, dedicada a la mediana. En 1954, por Decreto legislativo 2223, se mantuvo la zona alta para la pequeña y la mediana, pero la zona baja se reservó para la minería empresarial. En 1969 se expide la Ley 20, que nacionaliza el subsuelo, pero excluye los derechos adquiridos desde la época de la independencia, frente a yacimientos descubiertos y que hayan sido debidamente adquiridos, como lo fue en el caso de varios sectores de Marmato, dándoles el carácter de propiedad privada con todas sus implicaciones jurídicas.

En 1970, bajo el régimen de Registro de Propiedad Privada (RPP-0357), se determinó que la administración de la zona alta corriera por cuenta de la Empresa Colombiana de Minas (Ecominas), que se transformó después en Minerales de Colombia S. A. (Mineralco) y que sería sustituida más tarde por la Empresa Nacional Minera Ltda. (Minercol). En 1990, Mineralco abandonó las plantas y los molinos Cien Pesos, Santa Cruz y El Colombiano, ubicados en la zona alta de Marmato, y la empresa Mineros de Caldas S. A. adquirió alrededor de 80 minas que clausuró poco tiempo después, esto ocasionó la pérdida del empleo de más de 800 obreros provenientes principalmente de Marmato y los municipios aledaños. Debido a esto, muchos de los mineros, obreros y funcionarios generales de la empresa minera, al estar desempleados, comenzaron con la explotación artesanal y pacífica de estas minas clausuradas y abandonadas de manera artesanal, y construyeron sus casa y hogares alrededor de las bocaminas. 

Desde entonces la comunidad ha tenido posesión pacífica en la vereda Echandía, promoviendo progreso y desarrollo a través de la generación de empleos, la construcción de colegios y carreteras. Sin embargo, esto implicó el inicio de una serie de conflictos entre la comunidad y las empresas. Mineros de Caldas vendió sus derechos a la Colombian Goldfields, y ésta, a su vez, los negoció con la Medoro Resources, una de las más grandes compañías auríferas del mundo, empresa canadiense cuyos capitales llegan hasta el gigante energético Pacific Rubiales, posteriormente la razón social de la empresa se transformó en Croesus y finalmente, luego de procesos de adquisición, la zona es explotada por la empresa Aris Mining, multinacional que explota otros yacimientos de oro en Colombia.

Desde los tiempos de explotación por Croesus, las empresas han buscado trasladar a la población del municipio hacia un sector llamado El Llano, alegando la necesidad de abrir el cerro de arriba abajo para facilitar la explotación, incluso a cielo abierto. Este proceso implica comprar y/o compensar, o desconocer los derechos de propietarios y poseedores, lo que ha generado tensiones y resistencia por parte de la comunidad. El conflicto llevó a eventos dramáticos, como la protesta general de la comunidad en 2010 y la trágica muerte del cura párroco José Reinel Restrepo, en extrañas circunstancias, quien públicamente expresó su resistencia a la expulsión de la comunidad del territorio a través de la no violencia. Desde entonces La situación se ha mantenido tensa, reflejando la profunda preocupación de la comunidad por la preservación de su territorio y modos de vida.

En el año 2011, la empresa Croesus ofreció compensaciones para realizar el traslado de toda la población, como, por ejemplo, la creación de un museo e infraestructura, pero la comunidad rechazó estas propuestas; con la comunidad de la zona alta, en la vereda Echandía, quienes son propietarios o poseedores legítimos y generadores de desarrollo, también se adelantaron acuerdos de compensación con el fin de que abandonaran la actividad minera y permitieran la explotación por parte de la compañía. Dichos acuerdos suscritos, fueron incumplidos por parte de la multinacional sin una justa causa.

En los últimos años, la población ha manifestado reiteradamente, la necesidad de una consulta previa con las comunidades étnicas, pero se ha ignorado su clamor en favor de los intereses de las empresas multinacionales, quienes, han sostenido que la tradición minera de la región y la falta de reconocimiento legal de consejos comunitarios y asociaciones mineras, justifican la explotación. Así las cosas, la comunidad de Echandía continuó con la explotación normal del subsuelo, que recordemos no es de propiedad del Estado, generando empleo para la comunidad y procurando el desarrollo del territorio.

La comunidad exige el cumplimiento de estos acuerdos previamente pactados, como una cuestión de justicia, reconocimiento de sus derechos y contribuciones históricas. Teniendo en cuenta la Ley 20 de 1969 que nacionalizó el subsuelo, pero excluyó los derechos adquiridos en yacimientos descubiertos y debidamente adquiridos, la comunidad de Marmato solicita la adjudicación formal de porciones de propiedad privada, esta petición se basa en el reconocimiento legal de sus derechos adquiridos, tanto por la prescripción adquisitiva de dominio como por, la posesión pacífica y el desarrollo histórico de la región a través de la minería artesanal. Las y los marmateños exigen el reconocimiento y respeto de sus derechos históricos y culturales, esto incluye la preservación de su modo de vida, sus prácticas culturales y tradiciones mineras que se han desarrollado a lo largo de siglos, y la participación activa, significativa, libre e informada sobre cualquier proyecto o iniciativa que pueda impactar su región, y en las decisiones que afectan su territorio y modo de vida. Por último, la comunidad aboga por medidas que aseguren un desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente en Marmato, reconociendo el impacto ambiental de la minería, pero buscando salvaguardar los recursos naturales y el ecosistema del cual dependen para su subsistencia.

Luis Emil Sanabria Durán

Fin a la disputa por exploración minera en el Páramo de Santurbán

El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones, CIADI, puso fin a una demanda instaurada por la firma minera Red Eagle Exploration Limited en contra de la decisión de negar las licencias para la explotación minera en ecosistemas de páramo.

La disposición ambiental, aunque impidió que la multinacional minera desarrollara un proyecto en el área del páramo de Santurbán, donde posee títulos, no incumplió el Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado entre Canadá Colombia, señala el fallo.

 

El Tribunal Arbitral reconoce el carácter no discriminatorio y la buena fe de las medidas adoptadas por el Estado para la protección del interés general, señalaron voceros de la Agencia Nacional para la Defensa Jurídica del Estado (ANDJE), la entidad que representó los intereses del país en el litigo internacional.

El laudo arbitral acogió los argumentos de defensa presentados por el Estado colombiano, avaló las medidas adoptadas para la protección de los ecosistemas de páramo, desestimó las reclamaciones por expropiación y violación del Estándar Mínimo de Trato presentadas por Red Eagle y negó una indemnización cercana a los 130 millones de dólares estadounidenses.

Red Eagle Exploration Limited alegaba que las medidas legislativas, administrativas y judiciales adoptadas por las autoridades colombianas constituían una expropiación indirecta de su inversión.

El Tribunal Arbitral concluyó que la prohibición implementada en el páramo de Santurbán no constituyó una expropiación de la inversión de Red Eagle, porque al momento de realizar su inversión, la empresa canadiense sabía sobre la probable prohibición de la minería en ecosistemas de páramo en esa zona del país.

Exportaciones no mineras de Cundinamarca hacia EE.UU. aumentaron 2,9%

De acuerdo con cifras del Dane, analizadas por la Cámara Colombo Americana, AmCham Colombia, durante este periodo, las exportaciones no minero-energéticas desde Cundinamarca hacia Estados Unidos alcanzaron US$714,0 millones, lo que representa un incremento del 2,9% en comparación con el mismo período del año pasado cuando las exportaciones fueron de  US$ 693,8 millones.

Los productos que más exportó Cauca hacia Estados Unidos fueron flores, rosas, claveles, bombonas, pompones, lima tahití, azucenas, café sin tostar, entre otros.

 

Una de las principales ventajas del TLC con Estados Unidos es que abrió las puertas para los productos colombianos con arancel cero y brindando seguridad para los negocios a largo plazo al eliminar la dependencia del ATPDEA.

»De cara al 2024, la visión comercial debe estar guiada hacia la reactivación de sectores en desaceleración, importantes en el desarrollo económico y social del país. Se requiere de una acción conjunta público-privada para aprovechar más el TLC y estrechar los lazos con el principal socio comercial y en ese sentido, fortalecer la política empresarial de diversificación de la canasta exportadora para ser más competitivos en el mercado estadounidense” dijo María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia.

Minería circular en Colombia, un modelo sostenible

Cada vez más, Colombia tiene planteado ser un país sostenible; así lo ratifica al estar comprometido con alcanzar los objetivos establecidos en el Acuerdo de París, suscrito en 2015, con el fin de reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero y promover el uso de fuentes de energía renovable. Es en este último aspecto donde se incluye la minería, dado que se requiere para la extracción de los minerales requeridos para impulsar la energía eólica, solar, geotérmica y el almacenamiento de energía, necesarios para alcanzar un futuro con un calentamiento global por debajo de los 2 °C, así lo plantea el Banco Mundial.

Asimismo, plantea la entidad se prevé un aumento del 500% en la demanda de minerales para 2050, impulsado por la transición hacia energías renovables y el almacenamiento de energía. Basado en esto, se plantea la importancia de la minería circular un modelo de desarrollo sostenible que, según Camila Svec, cofundadora y COO  de  Cleanlight,busca reducir el impacto ambiental de la minería, minimizando la generación de residuos y maximizando la reutilización, el reciclaje y la recuperación de los recursos minerales.

 

“En general, Colombia se encuentra en una etapa inicial de desarrollo de la minería circular. Lo positivo es que observamos un interés creciente en la sostenibilidad y aunque queda mucho por hacer para implementar este tipo de la minería a escala industrial, ya hay iniciativas públicas y privadas para avanzar en esta dirección que incentiven más el uso de energías limpias con un correcto desarrollo”, comentó Svec.

De esa forma, para realizar extracciones de minerales necesarios para la implementación de energías verdes, las empresas del sector pueden adoptar prácticas responsables que minimicen el impacto ambiental, fomenten el reciclaje y la reutilización de minerales, optimicen la eficiencia, cumplan con regulaciones, involucren a las comunidades locales, inviertan en investigación y desarrollo, y mantengan transparencia y rendición de cuentas. “La minería sostenible es esencial para satisfacer la creciente demanda de minerales en el contexto de las energías renovables sin comprometer el entorno natural y la responsabilidad social”, añadió Camila Svec, experta en la materia. 

Por otro lado, es importante recordar la importancia que tiene Colombia en la capacidad de generar energía renovable, dado que el estudio, denominado ‘En camino hacia el éxito: América Latina’, elaborado por Global Energy Monitor, explora las perspectivas de incrementar la capacidad de generación de energía solar y eólica en naciones como Colombia, Brasil, México, Chile y Argentina, lo cuál estima que para 2030, América Latina podría aumentar en un 460 % la producción de energía renovable si todos los proyectos a gran escala previstos se concretan, según sus plazos establecidos.

Finalmente, la COO y Cofundadora de Cleanlight recalcó que, “el sector minero colombiano aporta significativamente al proceso de transición energética mediante la extracción de minerales claves para la producción de estas energía amigables, como el litio, cobre y níquel. También tiene un rol activo fundamental, siendo pioneros en la incorporación de prácticas sustentables en sectores industriales y promoviendo el desarrollo de tecnologías que permitan la extracción de minerales de forma responsable con el planeta”, puntualizó.

Panamá anuncia un referéndum para decidir si se deroga la ley de contrato minero

El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, ha anunciado este domingo un referéndum para decidir si se deroga la ley de contrato minero después de varios días consecutivos de manifestaciones en protesta por una concesión comercial.

«Para que la voluntad mayoritaria se exprese de la manera más democrática, solicitaré al Tribunal Electoral la convocatoria de una consulta popular el domingo 17 de diciembre de 2023, para que los panameños decidamos con el poder del voto si se deroga o no se deroga la Ley 406», ha declarado, en referencia a la concesión de explotación de cobre por la empresa Minera Panamá.

 

En este sentido, ha remarcado que «a través de la participación ciudadana mediante el voto, podremos legitimar la voluntad del pueblo, cuyo resultado será de obligatorio cumplimiento». «El pueblo es el soberano», ha agregado en un vídeo publicado en sus redes sociales.

«He escuchado con respeto a quienes se oponen al contrato ley con Minera Panamá. Creo en la democracia y, como presidente, entiendo el clamor de las voces que se manifiestan sobre el particular», ha manifestado.

Este anuncio se produce después de que miles de personas salieran a las calles a lo largo de la semana para protestar después de que el Estado panameño diera ‘luz verde’ a Minera Panamá, subsidiaria de la empresa minera canadiense First Quantum Minerals (FQM), para explotar la mayor mina de cobre a cielo abierto de Centroamérica.

La Policía de Panamá informó de cortes de calles en distintos puntos del país e hizo un llamamiento a la calma, puesto que más de 400 personas fueron detenidas desde el estallido de las protestas, en las que han participado obreros de la construcción, profesores, ambientalistas y profesionales de la salud, entre otros.

Cortizo criticó las protestas, asegurando que «afectan a la economía del país», puesto que «impiden» a los ciudadanos «llegar a los puestos de trabajo» y «perturban la tranquilidad de la población». Asimismo, defendió que la medida proporcionaría empleos directos, mientras que el Tribunal Supremo de Justicia del país latinoamericano admitió una demanda de inconstitucionalidad contra la concesión.

La Asamblea Nacional panameña aprobó el pasado viernes la medida con los votos de 44 diputados, por lo que Minera Panamá podrá explotar los recursos del área de concesión en los distritos de Donoso y Omar Torrijos (Colón), donde se ubica la mina de cobre.

Marmato, Clamando justicia y reconocimiento de derechos

A la entrada del pueblo, que queda a mano derecha en la vía que de Antioquia conduce a Caldas, sobre el cañón del rio Cauca, en la cordillera occidental de los Andes, se reconoce el aviso que indica la llegada a Marmato, “pesebre de oro de Colombia”. Este pedazo de tierra, con 487 años de tradición minera, ha surtido de oro a indígenas Cártamas, Supias y Quimbayas, luego a los invasores españoles, y posteriormente dada en pago perpetuo a los ingleses, por su ayuda en nuestra guerra de independencia, de los ingleses solo se sabe que se perdieron en la historia y ahora las riquezas marmateñas son reclamadas por multinacionales mineras, principalmente de origen Canadiense. Es curioso, pero este pedacito de suelo siempre ha sido más de extranjeros que de colombianos, pareciera que es prestado y poco valorado por quienes, tradicionalmente han manejado el país.

Para subir hasta la Alcaldía y seguir hacia la vereda Echandía, se debe concertar con alguna persona nativa que ayude a orientar al conductor del vehículo, campero o camioneta, y evitar accidentes que puedan ocurrir y que ocurren constantemente, debido al alto tráfico de volquetas, recuas de mulas cargadas de madera, motos y personas que, por una vía estrecha y azarosa, pasando al borde del abismo, se abren paso a la fuerza, para poder llegar a su destino. A lado y lado de la vía, se encuentran socavones de minas artesanales, de donde salen en Juntanza los mineros ancestrales, los mineros tradicionales y los denominados “guacheros”, casi sin aliento, para procesar el mineral que contiene su pan de cada día, ese oro esquivo que pide permanentemente arriesgar la vida al adentrarse en los túneles improvisados que han heredado, comprado u ocupado. La muerte siempre está cerca.

 

Hace más de 13 años visité por primera vez estas singulares tierras, acompañando la lucha y la reclamación de los mineros tradicionales del sector conocido como Echandía, en donde la asociación que lleva su mismo nombre adelantaba una movilización pacifica en pro del reconocimiento de sus derechos a trabajar y ser reconocidos como titulares de unas minas que a hoy llevan más de tres décadas explotando. Esta lucha es un reflejo de la realidad de Marmato, con sutiles diferencias y matices, pues el régimen jurídico que aplica para este sector, se conoce como un RPP – régimen de propiedad privada- que, a propósito, es de los últimos relictos de los títulos mineros dados en perpetuidad a los ingleses, como lo mencione anteriormente. 

Ellos, a diferencia de otros mineros tradicionales, ancestrales y los conocidos como Guacheros que se asientan a lo largo de Marmato, se organizan en una asociación que mantiene una lucha constante por el reconocimiento de sus derechos. La asociación había solicitado a REDEPAZ, el acompañamiento para lograr su reconocimiento y ante las amenazas a las que estaban siendo sometidos. En esa época, la lucha fue contra la compañía minera Golfields, una filial de la empresa Medoro Resources, que había llegado a imponer su ley, colocando candados en las entradas de las minas, presionando a burócratas obtusos para que interpretaran la ley al amaño y beneficio de la multinacional, en la búsqueda de expulsar de su terruño, a los mineros; ofrecieron bajo presión, falacias y promesas rotas a las y los marmateños, dadivas y dinero a cambio de la entrega de sus minas y el olvido de decenas de años de trabajo, sangre, sudor y lágrimas.

En Marmato, se conjuga la representación de Colombia. Comunidades negras e indígenas, mestizos, blancos, zambos, han perseverado en su labor de producir riqueza, hacer empresa, promover el progreso y la paz, conocida como marmateños. Este ejemplo nacional, es un lugar donde no ha habido conflicto armado ni polarizaciones políticas extremas, la paz ha reinado entre riqueza y pobreza, abandono estatal e incertidumbre permanente.

El Estado y la sociedad colombiana tienen una enorme deuda con Marmato, y ambos deben reconocerlo como un singular y efectivo laboratorio de paz. Es sorprendente que allí, donde día a día se arranca el añorado mineral de oro, no sea habitual el robo ni el secuestro, ni otras manifestaciones de violencia. Esta comunidad merece ser apoyada y reconocida como emprendedora, trabajadora y empresaria; no tiene sentido alguno, continuar sometiéndolos a la persecución, estigmatización y la violenta arbitrariedad burocrática, aplicando normas que desconocen la realidad, la legitimidad y la dignidad de quien construye país.

Las muestras de la deshonrosa presencia del Estado en Marmato son numerosas. Por ejemplo, la prohibición de la comercialización de dinamita ha generado un negocio lucrativo para personas corruptas que distribuyen este explosivo a precios exorbitantes, hasta diez veces su valor real. Además, se obliga a las comunidades a fabricar sus propios materiales de voladura en condiciones de riesgo extremo, y que decir de los controles excesivos sobre el transporte y venta de la madera, un recurso esencial para la sostenibilidad minera, encareciendo el recurso, enriqueciendo a los corruptos y haciendo cada más inviable el ejercicio de una minería justa. Estos obstáculos al progreso y a la actividad legítima de los mineros tradicionales deja un gran interrogante: ¿Son estas funciones del Estado?

Quienes llevan 30 años o más trabajando tradicional y consuetudinariamente las minas, tienen derecho al reconocimiento minero; pero lamentablemente, los mineros de Echandía, en Marmato, quienes han ejercido su labor como microempresarios o empresarios, cumpliendo con sus obligaciones fiscales y contribuyendo al desarrollo de la sociedad y la estabilidad económica de la región, generando empleo y cimentando un futuro para sus conciudadanos,  han sido tratados como expulsables, como ciudadanía sobrante, de esa que merece ser condenada al olvido, por parte de un Estado y sus Gobiernos, ausentes, arbitrarios, y negligentes.

Hoy, nuevamente una multinacional, afirma haber adquirido los derechos mineros, lo cual puede ser válido desde un punto de vista legal formal. Sin embargo, esta multinacional no ha aportado ni una fracción mínima del valor económico y social, los tributos, los impuestos y la construcción de la nación que los mineros han realizado. ¿Cómo podemos darles la espalda? ¿Cómo podemos no buscar una solución justa que reconcilie los derechos de esta empresa titular con los de los mineros que han trabajado la tierra durante décadas? Negarles la oportunidad de trabajo a los casi mil mineros de la zona, negar el bienestar de sus hijos e hijas, después de treinta años de dedicación y lealtad a la Ley y la Constitución sería un acto de abandono inaceptable por parte del Estado y la sociedad.

En Marmato, la infraestructura existente, incluyendo saneamiento y educación, ha sido construida comunitariamente en colaboración con algunas ayudas estatales. El Gobierno Nacional y los Gobiernos locales deben incluir a las comunidades mineras como socias en la construcción de progreso, justicia social y equidad. Un formalismo legal e injusto, no puede primar sobre la legitimidad construida por la comunidad minera de esta región históricamente importante. Hago un llamado respetuoso al Estado y al Gobierno Nacional en cabeza del Ministerio de Minas y Energía, para que rompa con esta tradición de olvido, exclusión y persecución, e intervenga de manera justa, impidiendo la expulsión y evitando el abandono de la comunidad. Un llamado al Gobierno de la Vida, para arbitrar y restablecer la legalidad en Marmato, a reconocer a quienes desde el trabajo honesto, persistente y aguerrido construyen bienestar. Marmato es Colombia, lo que suceda allí tendrá repercusiones en todo el país.

Luis Emil Sanabria D.