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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Vivienda

Herida de muerte

Colombia enfrenta una de las crisis de vivienda más profundas de su historia reciente. Tras nueve trimestres consecutivos de caída y una contracción de 8,3% solo en el tercer trimestre de 2025, el sector se encuentra en un punto crítico. A este panorama se suma un hecho tan grave como sorpresivo: el Gobierno Nacional incluyó en su reforma tributaria un IVA del 19% para la venta de vivienda en el país.

No es una medida menor. Es un cambio que, de aprobarse, heriría de muerte el acceso a la vivienda formal en Colombia: encarecería su valor, expulsaría a miles de familias del mercado y agravaría la crisis que hoy golpea a la clase media y a los hogares más vulnerables. Gravar la vivienda no solo es inoportuno: es regresivo y profundamente desconectado de la realidad de millones de colombianos.

 

Este medida, camuflado dentro del capítulo de Vigencias y Derogatorias del proyecto de ley, elimina la exención vigente y traslada a los hogares un costo que, en muchos casos, termina por cerrar definitivamente la puerta a su sueño de comprar vivienda. Cada punto porcentual de aumento por encima del ingreso medio promedio se reduce la demanda potencial en un 4%. Con un IVA del 19%, el golpe sería devastador.

El impacto no se queda ahí. Las ventas, la inversión y el empleo caerían aún más, profundizando un deterioro que ya le costó al país $60 billones en inversión durante los últimos tres años. El programa Mi Casa Ya, que llegó a beneficiar a más de 67.000 hogares en 2021 y 2022, apenas alcanzó a llegar a menos de 800 familias en 2026. Sin subsidios, sin oferta y ahora con un impuesto que encarece todo el sistema, ¿qué futuro le espera a la vivienda formal en Colombia?

Como si fuera poco, el deterioro fiscal amenaza con elevar las tasas hipotecarias y reducir aún más la capacidad de compra de los hogares. Y mientras esto ocurre, las ciudades enfrentan la presión demográfica más importante del siglo: en sólo diez años se formarán 3,7 millones de nuevos hogares. Para 2050, el 80% de los colombianos vivirá en entornos urbanos. ¿Cómo vamos a responder a esa demanda si seguimos desmontando los instrumentos que permiten desarrollar vivienda, generar empleo y ordenar el crecimiento urbano?

Nota recomendada: Programa ‘Mi Casa Ya’ no va más

La consecuencia es clara: más informalidad, arriendos más costosos, menos renovación urbana y mayor deterioro ambiental. Frenar la construcción formal es frenar el progreso del país.

El Gobierno no puede seguir ignorando las cifras, las alertas y los riesgos. Ponerle IVA del 19% a la vivienda no es una reforma: es un retroceso que pagarán las familias colombianas.

Defender la vivienda formal no es un capricho. Es proteger a la clase media, a los jóvenes, a las mujeres cabeza de hogar, a los trabajadores que ven en la vivienda su patrimonio y su estabilidad. Es cuidar el tejido urbano, la seguridad y la movilidad futura de nuestras ciudades.

Colombia necesita una política de vivienda seria, técnica y responsable. No un impuesto que profundiza la crisis. No un golpe que cierra puertas. No una decisión que sacrifica el futuro urbano del país.

Sandra Forero

Crónica de una muerte anunciada: Mi Casa Ya

Las alertas siempre estuvieron. El gobierno de Gustavo Petro desde siempre quiso acabar con Mi Casa Ya, un programa que ayudó a que desde 2015 más de 350.000 familias de los más bajos ingresos, lograran cumplir con su sueño de tener vivienda propia en un entorno de calidad. La primera señal de alarma:  su exclusión del programa de gobierno del ahora presidente.

Durante los primeros seis meses de gobierno, el Ministerio de Vivienda insistió en que Mi Casa Ya era fundamental para la política habitacional y social. Incluso lo reconoció como un programa que había ganado la confianza de las familias por su eficiencia. Sin embargo, los mensajes de tranquilidad estaban escritos en letra pequeña, venían acompañados de advertencias sobre “ajustes” que terminarían debilitando sus cimientos. Al mismo tiempo, crecía la incertidumbre entre los hogares que, estando a punto de adquirir su vivienda, corrían el riesgo de quedarse sin subsidio. El Ministerio intentó mitigar la situación, a la que llamó “percance”, con un procedimiento extraordinario de asignación bajo ciertas condiciones. Fue el primer reconocimiento tácito de que el programa no tenía asegurada su continuidad plena.

 

El año 2023 marcó el punto de inflexión definitivo en el desmonte de Mi Casa Ya. Comenzó con un retraso de casi dos meses en la asignación de subsidios, que el Gobierno atribuyó a la administración anterior. Paralelamente, se intensificaron los anuncios de reforma del programa bajo el argumento de mejorar la focalización, lo que solo aumentó la incertidumbre. En abril, el Decreto 490 oficializó los cambios, e introdujo el Sisbén IV como nuevo criterio de elegibilidad. Esta decisión dejó por fuera a casi el 40 % de los hogares, impidiéndoles acceder al subsidio y, obligando a muchos a desistir de su compra. El impacto fue devastador: los desistimientos de vivienda social superaron las 32.000 unidades al año, el registro más alto en la historia reciente.

Desde su creación, Mi Casa Ya había demostrado ser una política pública eficiente, con cobertura creciente y una sólida relación de confianza con los hogares y el sector privado. Solo en 2021 y 2022 se otorgaron más de 66.000 subsidios anuales. Sin embargo, a mediados de 2023, la ministra de vivienda anunció que el programa tendría una meta anual de 50.000 subsidios, rompiendo con la tendencia de crecimiento y debilitando el compromiso institucional con el acceso a vivienda formal. La credibilidad del programa sufrió otro golpe cuando el Ministerio afirmó que, en 2023 se entregarían 75.000 subsidios. Poco después se descubrió que más de 20.000 correspondían en realidad a asignaciones realizadas en 2022, evidenciando una grave distorsión en las cifras oficiales. Esta maniobra confirmó el giro hacia la opacidad institucional y agudizó la incertidumbre sobre el futuro del programa.

En 2024, el Ministerio mantuvo en el discurso la promesa de asignar 50.000 subsidios anuales, y aunque fue el último año en que se cumplió esa meta, lo hizo a cuenta gotas, bajo una estrategia de dosificación que profundizó la incertidumbre. A mediados del año, el relevo ministerial en vivienda agravó aún más la situación: en su discurso de posesión, la nueva ministra ni siquiera mencionó a Mi Casa Ya entre sus prioridades, y sus declaraciones posteriores evidenciaron una intención más clara de desmontarlo.

La suspensión formal del programa llegó como el peor regalo de Navidad, acompañada de dos justificaciones oficiales. La primera: que las tasas de interés habían bajado lo suficiente como para facilitar el crédito hipotecario, lo cual contradice la realidad, pues sin subsidio, solo 1 de cada 10 familias de menores ingresos puede comprar vivienda. La segunda explicación apuntó al hundimiento de la Ley de Financiamiento como causa de la falta de recursos. Sin embargo, más que una verdadera restricción presupuestal, la decisión dejó un fuerte sabor a revanchismo político, el resultado: más de 45.000 familias que habían cumplido todos los requisitos quedaron sin subsidio, y la única alternativa ofrecida fue buscar otras fuentes de financiación.

Para 2025, Mi Casa Ya es apenas la sombra de lo que fue: solo 10.919 subsidios programados y apenas 752 para 2026, la mayoría ya preasignados. Muy lejos de la promesa de 50.000 subsidios anuales, es decir, 200.000 en el cuatrienio. Aún con el programa suspendido, el Gobierno insistió en maquillar las cifras. En junio, tras acusar al sector constructor de no reconocer el “esfuerzo” del Gobierno en materia de vivienda nueva, la ministra aseguró haber entregado más de 200.000 de estos subsidios, pero podo después, salió a la luz que buena parte de ese número provenía de las cajas de compensación, más no del presupuesto nacional. Luego, cambiaron la orientación del programa para incluir la compra de vivienda usada. Una medida que, lejos de impulsar la economía o el empleo, diluye el impacto social y económico que tiene la adquisición de vivienda nueva. Hace unos días, el Gobierno finalmente admitió lo que venía negando: Mi Casa Ya no va más. Dentro de las razones, la ministra, dijo que la meta del Plan de Desarrollo en materia de subsidios de adquisición ya se había cumplido, pero también reconoció —a regañadientes— que más de la mitad de esos subsidios fueron financiados por las cajas. Incluso la ministra dijo que la habían criticado por “jugar” con el indicador, y no es para menos: cambiaron su medición para inflar los resultados. La otra razón que dio fue que iban a priorizar líneas de agua y mejoramiento de vivienda, esta última, con una meta de 400.000 intervenciones. Sin embargo, a un año de terminar el gobierno, anticipa que no la cumplirán.

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Esta crónica de una muerte anunciada deja un impacto devastador. Mi Casa Ya fue mucho más que un programa de subsidios: logró sobrevivir a tres gobiernos y se consolidó como un verdadero activo de los colombianos. Para más de 350.000 familias beneficiarias, representó una oportunidad real de salir de la pobreza, mejorar sus ingresos y transformar su calidad de vida: redujeron sus tiempos de traslado a parques y centros urbanos, ampliaron su conexión a servicios como internet y alcantarillado, y alcanzaron condiciones de habitabilidad que impactaron especialmente a las mujeres y sus hijos,  al contar con mayor privacidad y seguridad en el hogar, muchas se sintieron más protegidas frente al acoso físico o verbal, y pudieron acceder a bienes como lavadoras, fundamentales para aliviar la carga del trabajo de cuidado.  

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Por eso, los colombianos merecen que en 2026 se reconstruya todo lo que este gobierno destruyó. La tarea es grande, recuperar la confianza de las familias y del sector, y eso se logra garantizando que la vivienda social se construya de manera formal y asegurando los apoyos necesarios para que las familias puedan acceder a ella. Colombia es un país de vivienda social. Se estima que más de 7,5 millones de hogares no propietarios tienen ingresos de hasta cuatro salarios mínimos, y casi 6 millones no superan los dos. Renunciar a esta vivienda sería inadmisible, especialmente cuando se proyecta que en la próxima década se formarán más de 3,7 millones de hogares urbanos. El país queda con una deuda enorme. En 2024, Colombia destinó apenas el 0,12 % del PIB a subsidios de vivienda, por debajo del promedio de la OCDE (0,16 %) y muy lejos de países de la región como Chile (0,55 %) o Costa Rica (0,35 %). Esa es la deuda que el próximo gobierno está obligado a saldar, si quiere reconstruir no solo un programa, sino el futuro de millones de familias.

Sandra Forero

Espacios verdes: un factor clave en la calidad de vida en Bogotá

En medio del ajetreo urbano, el ruido del tráfico y la creciente expansión del concreto, los espacios verdes se han convertido en verdaderos oasis para los habitantes de las grandes ciudades. En la capital, donde el ritmo de vida acelerado y el estrés cotidiano forman parte del paisaje diario, los parques, jardines y zonas de esparcimiento no solo embellecen el entorno urbano, sino que desempeñan un papel esencial en el bienestar físico y mental de sus ciudadanos.

Más allá de su función estética, los espacios verdes urbanos son vitales para la salud pública y el equilibrio ambiental. Diversos estudios científicos han demostrado que el contacto regular con la naturaleza reduce significativamente los niveles de ansiedad, depresión y estrés, al tiempo que fomenta la actividad física, fortalece los lazos comunitarios y mejora la calidad del aire. En este contexto, su preservación, ampliación y adecuada gestión deben convertirse en una prioridad para las autoridades y la ciudadanía, un aspecto que hoy por hoy tienen muy en cuenta las inmobiliarias en Bogotá para arriendo.

 

Salud física: el cuerpo también necesita naturaleza

Uno de los beneficios más evidentes de los parques urbanos es su influencia positiva sobre la salud física. Estos espacios ofrecen un entorno accesible para la práctica del ejercicio: caminar, correr, montar bicicleta, practicar yoga o realizar rutinas al aire libre son actividades que muchas personas prefieren desarrollar en áreas verdes, lejos del encierro de los gimnasios o la monotonía del asfalto.

El simple acto de caminar en un entorno natural ya tiene un impacto positivo en el organismo. Estudios han comprobado que las caminatas en parques reducen la presión arterial, mejoran la función cardiovascular y ayudan a controlar el peso. Además, al promover el ejercicio regular, los espacios verdes contribuyen a la prevención de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, la obesidad y diversas afecciones respiratorias.

Por otro lado, para niños y adolescentes, el acceso a zonas de juego al aire libre es fundamental en su desarrollo físico y psicomotor. Los parques infantiles, además de ofrecer un lugar seguro para el esparcimiento, fomentan la actividad física desde edades tempranas, inculcando hábitos saludables que pueden durar toda la vida.

Salud mental: un antídoto contra el estrés urbano

En cuanto a la salud mental, los beneficios de los espacios verdes son igual de relevantes. La exposición a entornos naturales se asocia con una mejora en el estado de ánimo, la reducción del estrés y una mayor sensación de bienestar general. Numerosas investigaciones respaldan la llamada “hipótesis de la biofilia”, que sostiene que los seres humanos tenemos una afinidad innata con la naturaleza, y que esta conexión es crucial para nuestra estabilidad emocional.

Un paseo por el parque, una siesta bajo la sombra de un árbol o simplemente observar el movimiento de las hojas al viento puede tener un efecto terapéutico. En contextos urbanos donde predominan el cemento y la velocidad, estos momentos de conexión natural actúan como una pausa mental necesaria, que ayuda a reducir la fatiga cognitiva y mejora la concentración.

También se ha observado que los espacios verdes tienen un impacto positivo en la cohesión social. Al ser puntos de encuentro comunitario, fomentan la interacción entre vecinos, fortalecen el sentido de pertenencia y disminuyen la sensación de aislamiento, un problema creciente en las grandes ciudades. En tiempos en que la salud mental se ha posicionado como una prioridad global, estos beneficios cobran un valor aún más significativo.

Desigualdad verde: una realidad que debe cambiar

A pesar de todos estos beneficios, la distribución de espacios verdes en la capital no es equitativa. Existen zonas con una abundancia de parques y áreas arboladas, mientras que otros sectores, especialmente aquellos con mayores niveles de pobreza, carecen de espacios adecuados para el esparcimiento. Esta desigualdad en el acceso a la naturaleza también se traduce en desigualdad en salud, calidad de vida y oportunidades de desarrollo.

En este sentido, es fundamental que las políticas públicas urbanas prioricen la creación de nuevos espacios verdes en zonas marginadas, así como la recuperación de espacios públicos abandonados o subutilizados. Asimismo, se deben garantizar el mantenimiento, la seguridad y la accesibilidad de los parques existentes, para que todos los ciudadanos, sin distinción, puedan beneficiarse de ellos.

Un compromiso colectivo

La defensa y promoción de los espacios verdes no solo compete a las autoridades municipales o al gobierno central. Es también un compromiso colectivo que involucra a comunidades, organizaciones sociales, empresas privadas y ciudadanos. Cuidar los parques, respetar sus normas, participar en jornadas de reforestación o simplemente disfrutar de ellos con responsabilidad, son acciones que contribuyen a su preservación y fortalecen la conciencia ambiental en la sociedad.

En una ciudad que crece verticalmente y donde el cemento avanza a paso firme, los espacios verdes representan mucho más que una opción de recreación: son una necesidad vital. Su impacto positivo en la salud física y mental de los ciudadanos está ampliamente comprobado y debe ser motivo suficiente para protegerlos, expandirlos y gestionarlos de manera sostenible.

Invertir en parques y zonas de esparcimiento es invertir en calidad de vida. Son los pulmones de la ciudad, los refugios del cuerpo y del alma, y el recordatorio de que, incluso en medio del caos urbano, la naturaleza sigue siendo una aliada indispensable.

Así puede acceder a una vivienda propia

El Gran Salón Inmobiliario, uno de los eventos más importantes del sector en Colombia, se prepara para su XIX edición. Esta muestra se llevará a cabo del 21 al 24 de agosto, en el Centro Internacional de Negocios y Exposiciones de Bogotá, Corferias. En esta edición, los asistentes podrán conocer los pasos clave para adquirir una vivienda en un mercado en recuperación, incluyendo la planificación financiera moderna, la búsqueda de propiedades con nuevas tecnologías y estrategias de negociación actualizadas para 2025.

«El Gran Salón Inmobiliario reúne a más de 170 expositores y ofrece más 1.500 proyectos que responden a las diversas necesidades del mercado actual. Con un enfoque especial en el mercado joven y las nuevas tendencias como coliving y smart homes, nuestra meta es brindar opciones innovadoras que realmente cumplan con las expectativas de quienes buscan su hogar ideal o una inversión rentable», expresó Lilián Conde, jefe de proyecto del Gran Salón Inmobiliario.

 

Tenga en cuenta las siguientes recomendaciones de compra de vivienda para que su visita a esta versión sea exitosa

1. Establecer claramente sus necesidadesy explorar las nuevas tendencias antes de comenzar la búsqueda de un inmueble: Es fundamental identificar sus necesidades y preferencias actuales. Defina el tipo de vivienda que busca (casa, apartamento), el número de habitaciones y baños, la ubicación (ciudad, barrio), y cualquier característica especial que desee (balcón, garaje, áreas comunes, tecnología smart home, etcétera). 

2. Definir el presupuesto para la compra: Siempre es crucial establecer un presupuesto claro para la compra del inmueble. Considere la capacidad de endeudamiento y los ahorros disponibles, especialmente en el contexto del «Efecto Rebote» proyectado para 2025, donde muchas personas utilizarán los ahorros acumulados durante años de arrendamiento para adquirir vivienda. 

También analice las nuevas opciones de financiamiento: estudie e investigue los diferentes beneficios e incentivos ofrecidos por bancos y cajas de compensación. En la feria estarán presentes diversas entidades financieras.

3. Elegir el inmueble en la feria más grande del sector: Con las necesidades claras y el presupuesto organizado, puede iniciar la búsqueda de la propiedad. Recorra con calma el Gran Salón Inmobiliario y conozca las diferentes opciones presentes en esta edición, que espera recibir más de 22.000 visitantes. 

4. Proyectar la compra: Una vez seleccionado el inmueble y definido el financiamiento, prepare toda la documentación necesaria, como la oferta de compra, documentos de identidad, certificados de ingresos y capacidad de pago. 

Un espacio para aprender sobre nuevos modelos de negocio y tendencias del sector  

Además de la búsqueda de inmuebles, los asistentes pueden fortalecer sus conocimientos sobre el sector, aprender a invertir, entender nuevos modelos de negocio y conocer las tendencias del sector. La feria a través de su agenda académica tendrá cerca de 20 charlas o conversatorios con líderes del sector con entrada gratuita para todos los visitantes. 

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¿Se recupera el mercado de la vivienda en Colombia?

El mercado de vivienda en Colombia está mostrando signos alentadores de recuperación. Según el más reciente informe de La Galería Inmobiliaria, durante mayo de 2025 las ventas de unidades habitacionales crecieron un 24% frente al mismo mes del año anterior. Este aumento fue impulsado tanto por el segmento de Vivienda de Interés Social (VIS), que subió un 17%, como por el de No VIS, que registró un destacado crecimiento del 35%.

El dinamismo del sector no se limita a un buen mes. Las cifras también revelan que las ventas de mayo superaron en un 11,7% el promedio mensual del año 2024, confirmando una tendencia positiva sostenida. La vivienda VIS creció un 6,7% frente al promedio del año pasado, mientras que la No VIS avanzó un notable 19,3%. Esto refleja una reactivación más robusta de lo esperado.

 

El comportamiento acumulado en los primeros cinco meses del año es aún más revelador. Las ventas totales aumentaron un 28,8% en comparación con el mismo periodo de 2024. Tanto el segmento VIS como el No VIS crecieron de manera similar, con alzas del 29,3% y 28,1% respectivamente. Esta dinámica indica un cambio de tendencia luego de varios meses de desaceleración, generando un ambiente favorable para el segundo semestre del año.

En este contexto, expertos del sector hacen un llamado a los potenciales compradores para que aprovechen las condiciones actuales del mercado. Francisco Martínez, presidente de Arquitectura y Concreto, advierte que, aunque las cifras son alentadoras, se requiere inteligencia y planeación. “Cuando se paga arriendo, se está financiando el patrimonio de otro. Si alguien puede cubrir un arriendo, probablemente pueda cubrir una cuota hipotecaria”, afirma.

Martínez considera que este es un momento clave para quienes desean dejar de arrendar y comenzar a construir patrimonio. Sin embargo, enfatiza que se requiere una evaluación realista de las finanzas personales y una mirada a largo plazo. Para quienes estén evaluando invertir en vivienda en este contexto, ofrece cinco recomendaciones clave:

1. Ahorro estratégico desde hoy:
Con subsidios como Mi Casa Ya suspendidos y un mayor escrutinio de las entidades financieras, es esencial contar con un fondo de ahorro sólido. Instrumentos como cuentas AFC, CDTs o fondos conservadores ayudan a demostrar capacidad de pago y a reunir la cuota inicial. La disciplina en el ahorro permite aprovechar oportunidades futuras sin depender de apoyos externos. Los subsidios de las cajas de compensación siguen siendo una alternativa vigente para los compradores.

2. Evalúe su capacidad con realismo:
Comprar vivienda es una decisión patrimonial, no emocional. Martínez recomienda que la cuota mensual no supere el 30% de los ingresos del hogar. También sugiere considerar la estabilidad laboral, los gastos cíclicos y posibles emergencias. La sostenibilidad financiera a largo plazo es la clave para que la compra sea una inversión y no un riesgo.

3. Compare la oferta con lupa:
La oferta de vivienda ha disminuido un 6,4% en el último año, lo que podría generar decisiones apresuradas. Los expertos aconsejan analizar cuidadosamente la trayectoria de las constructoras, su solidez financiera y transparencia contractual. Una empresa con respaldo, como AyC —que mantiene una calificación A+ por parte de Fitch Ratings—, es garantía de confianza para el comprador.

4. Invierta donde hay futuro:
No todas las zonas ofrecen el mismo potencial de valorización. Es importante considerar factores como la conectividad, acceso a servicios, proyectos viales o cercanía a centros económicos. Ciudades como Cali están mostrando un repunte significativo, lo que indica que explorar nuevos polos de desarrollo puede ser una apuesta inteligente.

5. Aproveche la ventana de tasas bajas:
El ciclo de tasas de interés está en descenso. Actualmente, las tasas promedio son de 11,3% para VIS y 11,7% para No VIS, una reducción significativa frente a los picos de años anteriores. Invertir en este momento puede significar menores costos financieros durante la vida del crédito y mejores condiciones de negociación con bancos y desarrolladores.

En resumen, el mercado de vivienda en Colombia se reactiva con fuerza. Para quienes buscan dejar el arriendo y comenzar a construir patrimonio, el segundo semestre de 2025 se perfila como un momento clave. Más que esperar a que “todo mejore”, el verdadero valor está en prepararse hoy para tomar decisiones informadas y estratégicas.

Ministerio de Vivienda da un impulso a la vivienda por autogestión

El Ministerio de Vivienda confirmó la expedición del Decreto 585 del 30 mayo de 2025, con el que se crean los subsidios familiares de vivienda para construir sus propias unidades habitacionales.

Con esta medida el Gobierno nacional espera beneficiar a hogares de menos ingresos del país, que carecen de acceso al sistema crediticio y financiero.

 

De acuerdo con el Ministerio de Vivienda, «este decreto está dirigido a las comunidades que históricamente han construido sus viviendas y hábitat a partir de sus propios saberes, esfuerzos y redes de apoyo», que además involucra la colaboración de organizaciones sociales y comunitarias, organizaciones populares de vivienda (OPV), juntas de acción comunal, cooperativas, resguardos indígenas, consejos y demás organizaciones comunitarias, para que tanto en suelos urbanos como rurales puedan desarrollar procesos de autogestión de vivienda.

El Decreto contempla un Subsidio Familiar de Vivienda (SFV) de 70 Salarios Mínimos Mensuales Legales Vigentes (SMMLV), equivalentes hoy a $99 millones de pesos. Y en zonas dispersas como la región Amazónica o el departamento del Chocó, este subsidio puede llegar hasta los 100 Salarios Mínimos Mensuales Legales Vigentes (SMMLV), alrededor de $140 millones de pesos.

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“La única medallita que se va a colgar Petro es la de resucitar el déficit de vivienda”: Luis Felipe Henao

El exministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, raja al gobierno del presidente Gustavo Petro en materia de construcción y compra de vivienda nueva en Colombia.

¿Está de acuerdo con las recomendaciones que viene haciendo Camacol al Gobierno nacional para que se enfoque en la compra de vivienda nueva?

 

Luis Felipe Henao: Hay que tener claro una cosa y es que el Gobierno va en la vía incorrecta porque el único ladrillo que ha puesto en la política de vivienda es el de la desconfianza. Ha destruido un sistema donde quien ganaba era el más pobre.

En este país logramos la construcción de 33 viviendas nuevas por cada mil habitantes y en este gobierno solo se están construyendo 16. La única medallita que se va a colgar este gobierno es el resucitar el déficit de vivienda.

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¿Raja entonces al Gobierno Petro en esta materia?

Luis Felipe Henao: Yo creo que el gobierno del presidente Gustavo Petro, lo que ha hecho es destruir una política que era transparente y que además generaba empleo.

¿Es usted de los que piensa que se debe reactivar el programa Mi Casa Ya?

Luis Felipe Henao: Con este programa una persona que tenía ingresos inferiores a cuatro salarios mínimos podía comprar vivienda más rápido de lo que se adquiere una moto. Logró además que los estándares de vivienda de interés social fueran más altos. Esto último fue algo que dijo el Banco Mundial e hizo que las constructoras buscarán mejores ubicaciones para su construcción.

El presidente insiste en que la vivienda debe hacerse de acuerdo a las condiciones del territorio, y que por tanto no se pueden hacer las mismas casas de Bogotá, en Quibdó, San Basilio de Palenque o Providencia por ejemplo ¿Comparte esta postura?

Luis Felipe Henao: Sin lugar a dudas no es lo mismo construir una vivienda en Cartagena, a una en Bogotá o en el Pacífico. Eso lo sabe cualquiera, pero el problema aquí es que no el Gobierno no ha hecho ni la una ni la otra.

El presidente de Asobancaria, Jonathan Malagón, ha expresado su preocupación en diferentes escenarios porque según él, «las nuevas generaciones prefieren el arriendo a la compra de vivienda», ¿eso puede ser cierto?

Luis Felipe Henao: Es cierto. Tenemos muchas personas, especialmente jóvenes que van de ciudad en ciudad en busca de mayores y mejores oportunidades, y es por esto que las ciudades deben apostar a una mejor dotación, es decir, acceso a educación superior, restaurantes, transporte de calidad. Si una ciudad en Colombia no cuenta con eso, se corre el riesgo de una mayor migración de esta población a otros países.

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Presidente de Camacol expresa su preocupación por la baja en la construcción y venta de vivienda nueva

El presidente de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) expresó su preocupación por la reacción del sector en el mercado, tras la suspensión por parte del Gobierno Nacional al programa de subsidios para adquisición de vivienda Mi Casa Ya, más la eliminación del subsidio a la tasa de interés y la suspensión de nuevas postulaciones para el subsidio a la cuota inicial.

«Eso lo que ha generado en los primeros tres meses del año es una caída muy significativa en el número de nuevas unidades que iniciaban construcción que es lo que genera empleo. Por supuesto, el mercado empieza a reaccionar a las medidas bajando las ventas, especialmente en las ventas de vivienda de interés prioritario, y además, reduciendo las iniciaciones en la construcción».

 

De acuerdo con el líder gremial, las medidas tomadas por el Ejecutivo, a través del Ministerio de Vivienda, solo han generado que 14 mil hogares resulten damnificados, entre los que se encuentran los que ya no tienen subsidio a la cuota inicial y que deben pagar un valor más alto.

«Adicionalmente, 44 mil hogares que estaban en la cola para la asignación de subsidios que hoy se quedaron esperando, más los que han desistidos que hoy están por encima de las 33 mil unidades».

El presidente de Camacol afirmó que en el sector de la construcción esperan que el Gobierno Nacional diga cual es esta política de vivienda y que esta sea aplicable.

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Presidente de Asobancaria afirma que Colombia debe priorizar la compra de vivienda nueva

El presidente de la Asociación Bancaria (Asobancaria), Jonathan Malagón, durante la instalación de la edición 16 del Foro de Vivienda, expresó sus puntos de vista acerca de lo que busca el colombiano en el momento de comprar vivienda.

De acuerdo con el líder gremial que actualmente el 22,1% de la población, casi 4 millones de hogares, vive en condiciones que no cumplen los estándares mínimos de habitabilidad. Malagón señaló que por esto el sector bancario y el Gobierno han llevado a cabo mesas de trabajo para habilitar productos financieros enfocados en el mejoramiento y remodelación de viviendas.

 

En medio de su presentación recordó que antes de estas mesas, el crédito para mejoramiento se incluía dentro de la modalidad comercial.

“Para 2030, nos hemos propuesto que este déficit sea, como máximo, del 19%, sacando a 500.000 familias de esta problemática, movilizando cerca de $8 billones desde el sistema financiero entre 2025 y 2030”, descató.

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En cuanto al segundo pilar, el acceso a financiamiento, destacó la necesidad de adaptar los programas existentes a nivel nacional, complementándolos con iniciativas regionales desarrolladas por las entidades territoriales en los últimos años.

«El objetivo es fomentar el acceso a vivienda nueva, contribuyendo así a reducir el déficit cuantitativo del 7% al 6%, beneficiando a 320.000 hogares y desembolsando cerca de $28 billones en créditos en los próximos cinco años. Añadió que, si en el país se logran construir 150.000 viviendas de interés social al año, se podría alcanzar una meta más ambiciosa en ese frente, del 3%», puntualizó.

Reveló además que la cartera de construcción sostenible alcanzó los $6,5 billones en 2023, lo que representa un 5% de la cartera global de vivienda (hipotecaria y crédito constructor), la cual suma alrededor de $135 billones.

En este aspecto, se prevé que, gracias a incentivos como subsidios familiares de vivienda sostenibles y el uso de certificados para tasas preferenciales, dicha proporción aumente del 5% al 17% para el 2030.

Finalmente, en relación con el cuarto pilar, alternativas a la propiedad, Malagón destacó la importancia de seguir promoviendo la financiación de proyectos enfocados en el arrendamiento, incluidos los nuevos modelos de negocio como build to rent y multifamily. En este contexto, propuso que los recursos destinados a este fin aumenten del 3% al 10% de la cartera de leasing inmobiliario en los próximos cinco años, ofreciendo facilidad a los desarrolladores para financiarlos.

Alcaldía de Bogotá le apuesta al programa de vivienda ‘Tu Ingreso, Tu Casa’

La Secretaría Distrital del Hábitat y la Secretaría Distrital de Integración Social dieron a conocer el programa ‘Tu Ingreso, Tu Casa’ para que las familias más vulnerables puedan adquirir vivienda propia.

Con este programa los hogares con ingresos entre uno y dos salarios mínimos mensuales se les podrá otorgar una ayuda monetaria que les permita cubrir el valor del arrendamiento de vivienda, y a su vez generar un ahorro para destinarlo a la adquisición de vivienda de interés social (VIS) o de interés prioritario (VIP) en Bogotá.

 

De acuerdo con la Administración de Bogotá, «este programa servirá de apoyo a 1.200 hogares en 2025, para que logren conseguir el ahorro necesario para adquirir vivienda, y a 4.000 hogares en total durante la actual administración distrital».

Así, se espera que la Alcaldía de Bogotá realice en 2025 una inversión de alrededor de $7.432,8 millones de pesos, discriminados de la siguiente manera: para el financiamiento de las transferencias monetarias complementarias de ahorro para la adquisición de VIP, más de $3.238,6 millones de pesos; y para el financiamiento de las transferencias monetarias complementarias de ahorro para la adquisición de VIS: $4.194,2 millones de pesos.

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Este componente permitirá unir las transferencias monetarias que realiza la Secretaría Distrital de Integración Social (SDIS), en el marco del programa ‘Ingreso Mínimo Garantizado’, con el subsidio de vivienda ‘Ahorro para Mi Casa’ de la Secretaría Distrital del Hábitat (SDHT).

Roberto Angulo, secretario de Integración Social, manifestó: “Estamos haciendo el lanzamiento del programa Tu Ingreso, Tu Casa, que es el ingreso de las personas vulnerables a una casa digna. Aquí estamos haciendo un compromiso para que los hogares empiecen a ahorrar con las ayudas que brinda el Distrito. Esto es una semilla de la política social del futuro y está dirigida a los hogares que están entre el rango del Sisbén B5 y C5 y reciben entre uno y dos salarios mínimos legales vigentes”.

Este subsidio de arriendo será por 18 meses para hogares que van a adquirir vivienda de interés prioritario (VIP), mientras que las familias que adquieren vivienda de interés social (VIS) recibirán este apoyo durante 12 meses. Esto depende del nivel de ingresos de cada familia, donde los más vulnerables tendrán el mayor beneficio.

Dichos subsidios se podrán sumar después al de Oferta Preferente, subsidio que asigna entre 20 y 30 SMMLV para la adquisición de vivienda VIP y VIS, también de la SDHT, y a otros que ofrecen las Cajas de Compensación Familiar, para que los hogares que cumplan con los criterios de priorización puedan beneficiarse y cumplir su sueño de tener vivienda propia.

Fondo de Adaptación finaliza proyecto de vivienda en Rosas, Cauca

El Fondo Adaptación finalizó en Rosas, Cauca, la Urbanización Campo Real, un proyecto de vivienda con 48 unidades habitacionales que beneficiará a más de 200 personas.

La construcción de esta obra se hizo luego de que se registrara un movimiento en masa registrado durante el fenómeno La Niña en 2010-2011.

 

“Con estas viviendas el Gobierno del Cambio avanza para saldar la deuda con las familias damnificadas por el fenómeno La Niña 2010 -2011. Seguimos trabajando para cumplirle a la gente y restablecer su derecho fundamental a tener una vivienda digna y segura en las regiones más vulnerables del país”, manifestó. Carlos Carrillo, gerente (e) del Fondo Adaptación.

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Asimismo, Julio Báez, Subgerente de Proyectos (E) explicó las características técnicas que hacen que las viviendas estén adaptadas al cambio climático y cumplan con la norma sismo resistente (NSR-10) “Este proyecto está diseñado para ser más cómodo, eficiente y amigable con el medioambiente. Su construcción aprovecha la luz natural y la ventilación para reducir el uso de energía. La fachada en tonos rojos ayuda a mantener el calor en días fríos, haciendo las viviendas más acogedoras. Además, se respetó el guadual existente, integrándose al espacio sin afectar la naturaleza”.

El Fondo Adaptación completa 2.106 viviendas terminadas durante este período, beneficiando a más de 9.000 personas damnificadas en 16 departamentos del país.

Distrito abrió inscripciones para subsidios de vivienda en Bogotá ¿Cómo participar?

El sueño de adquirir vivienda propia podría estar cerca de cumplirse para muchos ciudadanos. La Secretaría Distrital del Hábitat de Bogotá ha abierto las inscripciones para la Feria de Vivienda Mi Casa 2025, un evento que se llevará a cabo los días 22 y 23 de febrero en el Centro Felicidad (CEFE) Fontanar del Río, ubicado en la localidad de Suba. Una interesante oportunidad para todos aquellos interesados en adquirir vivienda de interés social, con más de 2.500 subsidios en los programas de Oferta Preferente y Reactiva tu compra.

El primer paso es ingresar al formulario habilitado en el sitio web oficial de la Secretaría Distrital del Hábitat, www.habitatbogota.gov.co. Las inscripciones estarán abiertas desde el 24 de enero hasta el 6 de febrero a las 11:59 p.m., por lo que los interesados tienen hasta esa fecha para registrarse.

 

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El formulario de inscripción requiere algunos datos personales, y una vez que lo hayas completado, tu solicitud será registrada en el sistema. Dentro de un plazo de entre 5 a 7 días hábiles, recibirás un correo electrónico informando si tu inscripción ha sido habilitada o no. En caso de no ser habilitado, el correo también incluirá los motivos de la inhabilitación. Es importante que el proceso de inscripción se realice con mucha atención, ya que el sistema permite solo un registro por número de cédula, lo que implica que, si se ingresa información incorrecta, podría inhabilitarse la participación.

Requisitos para participar en la Primera Feria de Vivienda Mi Casa 2025

Para ser habilitado y tener acceso a los subsidios ofrecidos en la feria, es necesario cumplir con ciertos requisitos establecidos por la Secretaría Distrital del Hábitat. Entre los principales se encuentran:
– Ser jefe de hogar y tener 18 años o más.
– Los ingresos del hogar no deben superar los cuatro salarios mínimos mensuales legales vigentes.
– Es fundamental que el hogar cuente con cierre financiero, lo que significa que se deben contar con los recursos necesarios (ahorros, subsidios, crédito de vivienda, cesantías, entre otros) para completar el valor de la vivienda que se desea adquirir.
– Ningún miembro del hogar puede ser propietario de una vivienda en Colombia ni haber recibido previamente un subsidio de vivienda del Estado.

Es importante destacar que la habilitación para participar no garantiza la asignación automática de un subsidio, ya que, para acceder a un subsidio, se deben cumplir con todos los requisitos establecidos y completar el proceso de asignación.

Programa ‘Mi Casa Ya’ no va más

El Ministerio de Vivienda anunció la suspensión del programa Mi Casa Ya por la coyuntura presupuestal por la que atraviesa el Estado y responsabiliza a las Comisiones Conjuntas Económicas de Senado y Cámara quienes negaron la Ley de Financiamiento.

“Se hace necesario replantear aspectos relacionados con la ejecución de la política pública de vivienda, para lo cual se comunica a los establecimientos de crédito, entidades de economía solidaria, cajas de compensación familiar, constructores y/o vendedores de vivienda de interés social, y. hogares beneficiarios o interesados en acceder al subsidio familiar de vivienda cambios”, dice la comunicación del Ministerio de Vivienda.

 

La suspensión del programa implica hará que no se otorguen los cupos de subsidios como del apoyo a la tasa de interés para la compra de vivienda nueva, afectando a familias con ingresos de hasta 4 salarios mínimos que aspiraban a recibir ayudas para la cuota inicial y beneficios en las tasas de sus créditos hipotecarios.

De inmediato se desató una fuerte controversia política por la decisión que generó fuertes reclamos como el de la expresidenta de Camacol y actual concejal de Bogotá, Sandra Forero, quien responsabilizó al presidente Gustavo Petro.

«Usted Gustavo Petro es el responsable de matar el sueño de miles de colombianos; usted y sus dos ministras que se han regodeado anunciando que Mi Casa Ya iba a sobrevivir y no era cierto», aseveró la cabildante.

Circular de la Superindustria y Comercio pone en cintura a vendedores de vivienda

La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), expidió una circular ordenando a toda persona o empresa que venda soluciones de vivienda, promocione y/o publicite proyectos constructivos destinados a vivienda suministrar información adecuada, clara, completa, veraz, transparente, oportuna, suficiente, verificable, comprensible, precisa e idónea.

Esto se hace según lo explica la SIC, «con el fin de garantizar el derecho de los consumidores inmobiliarios a la libre elección, a recibir información, y a ser protegidos contractualmente y frente a la posible publicidad engañosa».

 

La circular de la SIC hace referencia a la información mínima, publicidad y condiciones negociables, y pone en cintura a las empresas o personas que venden soluciones de vivienda, para que prevalezcan los derechos de los consumidores.

Entre los cambios más representativos se encuentran la obligación de suministrar al consumidor final el precio de la vivienda en pesos colombianos y el derecho del consumidor a pagar el precio que se le informe al momento en que manifestó la voluntad de adquirir el bien, ya sea a través de la firma del contrato de separación, opción de compra o contrato de fiducia.