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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: IA

Morgan media analiza el futuro del posicionamiento en la era de la IA


«El ecosistema digital ha cambiado para siempre. Los motores de búsqueda, las redes sociales y ahora, la Inteligencia Artificial, conforman un entorno en el que las marcas compiten no solo por clics, sino por credibilidad, relevancia y presencia

La forma en que los usuarios buscan y encuentran información ha cambiado radicalmente. Por eso, y conscientes de ello, morgan media, consultora tecnológica especializada en marketing digital e integración de Inteligencia Artificial, ha dedicado el último año a analizar en profundidad el comportamiento de la IA. Gracias a este trabajo, hoy lidera la transición del SEO tradicional hacia estrategias impulsadas por IA generativa, marcando un nuevo estándar en la optimización digital, Informó EFE.

 

Analizando el comportamiento de los usuarios desde los inicios de la digitalizaciónDesde que Google comenzó a funcionar, su expansión internacional y la creación de un ecosistema digital interconectado marcaron un antes y un después en la forma de acceder a la información. Internet se convirtió en el punto de encuentro entre las empresas que ofrecían y los usuarios que los buscaban. En aquel momento, el éxito dependía de aparecer en los resultados de buscadores. Con el paso de los años, las plataformas de RRSS transformaron la manera en que las personas se relacionaban y compartían información, creando 2 grandes entornos de captación del tráfico:

Buscadores, donde los usuarios buscan activamente información.

RRSS, donde las marcas impactan mediante segmentación y audiencias afines.

Con la llegada de ChatGPT, el paradigma cambió. Fue el primer modelo que demostró el potencial real de la IA generativa. Desde entonces, millones de usuarios han comenzado a realizar consultas directamente ahí, reduciendo el uso tradicional de navegadores y motores de búsqueda.

Una estrategia multicanal que conecta a las empresas con la demanda realLas necesidades ya no son las mismas. La llegada de la IA ha cambiado las reglas del juego y se ha convertido en el buscador de preferencia de los usuarios. De hecho, más del 70 % de los usuarios confía en las respuestas proporcionadas por la IA. Por eso, entrenar a estos sistemas para que reconozcan al negocio como referencia de su sector es fundamental y completamente diferencial.

El SEO tradicional sigue siendo imprescindible, pero ya no es suficiente. La evolución del SEO no se detiene. Hoy, conceptos como AEO (Answer Engine Optimization) y GEO (Generative Engine Optimization) marcan el rumbo del posicionamiento digital.

Ahora, el contenido debe ser más preciso, útil y estructurado, complementado con una sección de preguntas frecuentes pensado para IA, es decir, AEO y, además, debe ser trabajado para que las IA generativas «indexen» las marcas y las reconozcan como fuente confiable, GEO. Ya no se trata solo de aparecer en un entorno de «zero clicks» sino, estar donde está la audiencia, generando confianza y visibilidad y ser la respuesta que los buscadores y las IA eligen mostrar.

Nota recomendada: Impulsan la nueva movilidad inteligente en las ciudades de Latam

Morgan media, acompaña a las marcas en su proceso de transformación digital, ayudándolas a ser visibles, relevantes y confiables en un escenario donde las búsquedas ya no se limitan a los motores tradicionales. La consultora impulsa este nuevo ecosistema, combinando Inteligencia Artificial con estrategias avanzadas de SEO, AEO y GEO, tecnología, datos y creatividad para posicionar a sus clientes en los motores de búsqueda y respuestas de la IA.

¿A cuánto está el kg de humo?

¿A cuánto está el kg de humo?

  • «Lo que las grandes compañías no quieren que sepas» –
  • «Lee esto antes que lo eliminen de esta red» –
  • «Si este post llegó a ti, no es por casualidad» –
  • «Comenta la palabra HUMO y te envío un link» –

En tiempos de mercaderes de la IA y Redes Sociales, formar criterios es más urgente que nunca. Como creativos, publicistas y estrategas; tenemos una responsabilidad que va más allá de entregar campañas creativas, efectivas o piezas memorables. Tenemos el casi deber de formar criterios. De educar, inspirar y proteger a los nuevos talentos de la industria que amamos. Esta es la única forma de hacer una industria más interesante, feliz y próspera para todos.

 

Hoy, cualquiera se declara experto, influencer, conocedor o referente de lo que sea. Todo parece funcionar si lo recomienda el algoritmo. Los hooks, hacks, trends… se repiten como mantras sin alma. Pero ¿Dónde quedó el pensamiento?

¿Dónde quedó el concepto? ¿Dónde quedó el sentido común?

La llegada inexorable de la Inteligencia Artificial y el poder amplificador de las redes sociales han democratizado la creatividad, sí. Pero también han diluido el criterio. La masa se ha perdido en la superficialidad de todo.

En esta tormenta perfecta, los #VENDEDORESDEHUMO prosperan, se venden ellos, su iluminación y hasta sus métodos o fórmulas de éxito; eso sí, sin piedad, sin veracidad, sin ética alguna, sin importarles nada; lo que sea por un seguidor más, un like, otra interacción, lead y la vida misma por una conversión.

Por eso, más que nunca, hay que ser más humanamente inteligentes. Más que nunca, hay que cuestionarlo todo. Más que nunca, hay que enseñar a pensar. No se trata de rechazar la tecnología. Se trata de no rendirse ante ella y quienes la manipulan indiscriminadamente o de forma inescrupulosa.

No se trata de ignorar las tendencias. Se trata de no abrazarlas solo porque

“funcionan”.

La creatividad —la verdadera— sigue siendo el antídoto más poderoso contra la estupidez colectiva. Las ideas con concepto, criterio y propósito siguen siendo nuestra mejor defensa ante la vaciedad que nos rodea.

Formar nuevos talentos no es enseñarles a seguir el ritmo del algoritmo. Es enseñarles a hacer su propio camino. Porque en esta industria, como en la vida, el libre albedrío es el único brief que vale la pena responder.

Si esto resuena contigo, compártelo. Si estás formando nuevos talentos invítalos a pensar. Y si estás en esta industria por las razones correctas, que se note en cada idea que defiendes, en cada intervención, en cada cosa que haces y dices.

Carlos Rusconi

¿Por qué la IA podría salvar a Colombia?

Colombia atraviesa un momento decisivo en el desarrollo de sus telecomunicaciones. A la vez que crece, tiene el gran reto de brindar un servicio que satisfaga las necesidades del mercado y ponga fin a las interrupciones, congestión y zonas de baja cobertura, que son los principales dolores de cabeza de este sector

Según el reciente Boletín Trimestral de las TIC del Ministerio TIC, durante el primer trimestre de 2025 el país alcanzó 9,34 millones de accesos fijos a Internet, con 235.000 conexiones adicionales frente al año anterior. 

 

En materia de telefonía móvil, se superaron los 49,1 millones de accesos, equivalentes al 92 % de la población, y esta se consolidó con 92,5 millones de líneas activas y una penetración del 174 %. 

Mientras tanto, la tecnología 4G continúa dominando con el 83 % de las conexiones, con el 5G expandiéndose; ya representa el 9,6 %, con más de 2,5 millones de nuevos accesos en el último año.

Se puede decir que con estas cifras del MinTIC, el país avanza hacia una conectividad más robusta y exigente, pero para los colombianos, la estabilidad de la red es el principal indicador de satisfacción, y los problemas aún persisten. Entonces, ¿qué tan rápido se están adaptando las empresas de telecomunicaciones para responder a este avance en materia de servicio al usuario?

Según lo explican los expertos de EPAM Systems Inc., la inteligencia artificial es un complemento indispensable para esta industria. Muchas empresas están pasando de ser telcos a techcos, y eso trae beneficios que los expertos de la compañía señalan desde su experiencia como aliados en la transformación tecnológica del país.

Con la inteligencia artificial, todas estas situaciones se pueden anticipar mediante analítica predictiva, ajustando dinámicamente los recursos de red. Los modelos avanzados ayudan a los operadores a desplegar ancho de banda adicional cuando hay alta demanda. Además, contribuyen a gestionar tráfico en tiempo real y reducir la cantidad de caídas en llamadas o datos.

Tecnologías como las redes definidas por software y la virtualización de funciones de red potencian este cambio de un modelo reactivo a uno predictivo.

Otro de los grandes puntos flacos de este sector es el servicio al cliente. Demoras, poco entendimiento y falta de resolución de consultas es la queja más frecuente de los colombianos. Pero con chatbots avanzados y modelos de lenguaje natural, esto puede ser cosa del pasado.

Ya los chatbots no son menús prediseñados que se limitan limitan a responder consultas básicas. Hoy, estos son capaces de mantener diálogos fluidos, personalizados y disponibles en cualquier momento

Con ellos, los usuarios pueden resolver problemas de forma inmediata, mientras los agentes humanos se concentran en situaciones más complejas. El resultado es una atención más ágil y efectiva, que mejora la percepción del cliente y reduce costos operativos para las empresas.

Además de que la IA puede optimizar el servicio ya existente, puede contribuir a innovar el portafolio de los operadores. Con la IA se analizan patrones de uso que lleven a crear ofertas personalizadas: ciberseguridad, integraciones para smart homes, soluciones educativas, de gaming, etc. 

Cuando se incorporan modelos generativos y de analítica avanzada, se pueden anticipar las necesidades de los usuarios, darle experiencias diferenciadas, y también diversificar las fuentes de ingresos, algo importantísimo en un mercado tan competitivo.

La industria de telecomunicaciones en Colombia enfrenta el desafío de equilibrar eficiencia operativa, innovación constante y expectativas crecientes de los usuarios. Los operadores deben pensar seriamente en optimizar las redes para anticipar la demanda, transformar la atención al cliente en un diálogo constante y diseñar servicios a la medida son pasos esenciales para que los operadores se mantengan relevantes en la era digital. 

Como señala EPAM Systems Inc., la evolución hacia un modelo telco impulsado por inteligencia artificial es un futuro que ocurre en el presente  y marca la diferencia entre quienes lideren la próxima etapa de la conectividad y quienes se queden atrás.

Inicia la construcción de la Facultad de IA en Zipaquirá, Cundinamarca

El Gobierno Nacional inició la puesta en marcha del proyecto para la construcción de la Facultad de Inteligencia Artificial (IA) en Zipaquirá. Un proyecto estratégico que marcará un hito en la transformación digital de Colombia y Latinoamérica y que estará ubicado en el sector La Fragüita, frente a la Biblioteca
Regional José María Triana.

“En el país necesitamos fibra óptica y lotes como estos, para dar oportunidades de tecnología. Tenemos que saltar a la nueva tecnología, si no llega la fibra óptica, no llega el conocimiento. Esta facultad es para gente que en su colegio se vaya especializando en matemática y la aprenda, porque ya viniendo con la matemática, tienen que salir de esta facultad con matemáticas cuánticas. Estoy en un sueño, pues Zipaquirá no solamente va a traer nuevos premios Nobel, como ya lo hizo, sino que será epicentro de la matemática y la física”, enfatizó el Presidente Gustavo Petro.

 

Esta iniciativa busca convertir a la capital salinera de Colombia en un epicentro de innovación, creatividad y desarrollo tecnológico para toda la región, a través de una alianza estratégica con universidades, colegios, el Sena y otras entidades.

“Hoy instalamos la primera piedra de un proyecto que trasciende lo académico. Esta facultad será un lugar para que nuestras juventudes sueñen, para que nuestros emprendedores y emprendedoras creen, y para que el país dé un paso firme hacia un futuro donde la transformación digital se traduzca en bienestar y en más oportunidades para cada colombiano y colombiana”, afirmó la ministra TIC, Carina Murcia.

La construcción de la Facultad de Inteligencia Artificial tendrá una inversión que asciende a los $131.000 millones, y se materializa a través de un contrato con Findeter. Se espera que inicie su operación en diciembre de 2026.

La Facultad de Inteligencia Artificial promoverá la formación temprana en IA desde la educación básica y media, con un currículo técnico especializado para estudiantes de grados 10 y 11, asegurando una ruta de continuidad hacia la educación superior y la empleabilidad.

Polarización en la era digital: el verdadero poder tras la IA y el Big Data

En un artículo reciente (Ideologías y polarización: enfrentamiento insulso, 26 de agosto de 2025) señalaba que la polarización política en Colombia y en el mundo suele ser un debate vacío, atrapado entre visiones extremas de izquierda y derecha ya sin vigencia, solo con fines manipulativos de la opinión pública. El punto de quiebre en ese artículo era el papel del Estado: unos defendiendo su reducción al mínimo, otros justificando su expansión ilimitada. Pero advertía que esa discusión resultaba estéril frente a los problemas estructurales del capitalismo contemporáneo: concentración económica, captura del Estado y corrupción sistémica.

En este artículo esa reflexión necesita ampliarse, y por lejos. El escenario contemporáneo ya no se limita a la economía industrial o financiera: estamos frente al capitalismo digital, dominado por la inteligencia artificial (IA), el Big Data y las plataformas tecnológicas que concentran poder en una escala inédita. Si antes el debate entre Estado y mercado era el terreno de la polarización, ¿qué ocurre cuando el verdadero poder se desplaza hacia corporaciones privadas, transnacionales, capaces de controlar no solo los datos, la información y la manera en que pensamos, sino hasta concentrar ilimitadamente el dinero del mundo?

 

Un poder sin precedentes

La IA y el Big Data transforman radicalmente las bases sobre las que se discutían las funciones del Estado en el siglo XX. Tres elementos ilustran esta mutación:

  1. Información en tiempo real. Lo que Hayek consideraba como conocimiento disperso, o la imposibilidad de que alguien centralizara toda la información, se ha convertido en la materia prima de algoritmos que procesan millones de datos al instante. El problema discutido perdió vigencia y ahora ya no es la escasez de información, sino su concentración en pocas manos.
  2. Capacidad predictiva. Así como las corporaciones hoy usan algoritmos para anticipar la demanda minimizando cada vez más el error de estimación, los gobiernos pueden usar IA para ayudar a los pequeños agricultores con la predicción de la demanda de sus productos para su siguiente ciclo de cosecha, gestionar tráfico, identificar patrones de criminalidad, prever crisis energéticas o una infinidad de información útil para evitar que la información se convierta en un instrumento de manipulación de unos pocos que la disponen, sino que la previsión legítima sea un activo real de la sociedad.
  3. Nuevo monopolio. Plataformas como Google, Meta, Amazon, Alibaba o Microsoft concentran capital, datos y la infraestructura tecnológica que hoy es esencial para la vida económica y social. No son solo empresas grandes, sino actores globales con más capacidad de influencia que muchos Estados.

Estos factores no eliminan los viejos problemas como monopolios, captura, corrupción, sino que los amplifican, y en qué manera. El poder económico ahora incluye la capacidad de condicionar opiniones, vigilar ciudadanos y moldear democracias.

Viejas teorías, nuevos retos

Los economistas clásicos del liberalismo ofrecen luces parciales frente a esta nueva realidad.

  • Mises y el problema del cálculo. Su argumento contra la planificación central pierde fuerza: hoy es posible procesar volúmenes masivos de datos sin precios de mercado. Sin embargo, sigue en pie la pregunta que ningún algoritmo resuelve: ¿quién decide qué es justo, prioritario o ético?
  • Hayek y el conocimiento disperso. La ironía es brutal: el orden espontáneo que él defendía desembocó en la mayor concentración de información de la historia. En lugar de mercados libres, tenemos gigantes digitales que actúan como gobiernos privados.
  • Galbraith y el poder compensatorio. Su advertencia sobre oligopolios industriales parece una caricatura frente a monopolios digitales que dominan simultáneamente mercados, información y opinión pública. Los contrapesos tradicionales (partidos, prensa, sindicatos) son insuficientes ante corporaciones que superan fronteras y regulaciones nacionales.

El nuevo eje de la polarización

La polarización que antes se centraba en la pregunta “¿más Estado o más mercado?” pierde sentido frente a este panorama. El verdadero dilema ahora es otro: ¿cómo equilibrar la balanza frente a corporaciones que concentran el poder digital global?

La respuesta es relativamente fácil de exponer: no con las añejas ideologías, sino con instituciones capaces de regular en nombre del interés general. Pero dificilísimo de implementar: el Estado no puede retirarse ni contentarse con ser un árbitro pasivo; debe reinventarse como garante de transparencia, de la regulación algorítmica, protección de datos, la cooperación internacional y las nuevas formas de participación ciudadana en lo digital.

Este no es un debate menor. Si los Estados no asumen esa función, la gobernanza mundial quedará en manos de empresas cuyo único fin es el lucro, sin humanitarismo y menos basados en la ética. El riesgo ya no es solo la desigualdad económica, sino la erosión de libertades básicas: privacidad, autonomía, y la capacidad de deliberar sin manipulación.

Hacia un Estado del siglo XXI

Hablar de más o menos Estado es un falso dilema en el contexto contemporáneo. El reto está en construir Estados más inteligentes, éticos y cooperativos, capaces de enfrentar corporaciones que operan sin fronteras. Lo que implica: regular monopolios de datos y algoritmos, no solo de precios; proteger los derechos fundamentales en el entorno digital; fomentar la cooperación internacional para evitar que la regulación de un país se vuelva irrelevante; y desarrollar instituciones que combinen innovación tecnológica con control democrático. Un reto descomunal, y mayor aún si se advierte que fracasamos con el anterior, que consistía en lograr sociedades menos desiguales, superar la pobreza, erradicar la violencia y ejercer plenamente las libertades individuales.

El capitalismo digital exige un Estado con nuevas competencias, capaz de proteger la libertad y el bienestar en una era donde el poder ya no reside en fábricas o bancos, sino en códigos invisibles que organizan la vida social.

La polarización ideológica que parecía insulsa frente a los problemas del capitalismo contemporáneo resulta aún más inútil en la era digital. Mientras seguimos perdiendo el tiempo discutiendo sobre estatismo o anarquismo, el verdadero poder se concentra en plataformas tecnológicas que pueden moldear el futuro de la humanidad.

Hoy el debate no debería dividirse entre izquierda y derecha, sino entre quienes entienden la urgencia de regular democráticamente la IA y el Big Data, y quienes prefieren mirar hacia otro lado mientras las corporaciones diseñan el mundo a su medida.

El riesgo ya no es ideológico: es civilizatorio. Están en riesgo: la deficiente democracia que tenemos, las libertades individuales que aún conservamos, la precaria ética y el sentido humanidad que nos queda, y la sostenibilidad social. Nada menos.

Rafael Fonseca Zarate

«La IA puede ayudar a la aplicación eficaz de la justicia»: Héctor Olimpo Espinosa

Por: Iván Santisteban

El exgobernador, exviceministro del Interior y ahora precandidato presidencial, Héctor Olimpo Espinosa en entrevista para Confidencial Noticias habla sobre los procesos en donde implementaría la inteligencia artificial para agilizarlos y lograr una mayor eficiencia en el Estado.

 

Nota recomendada: Las respuestas que sobre IA dio a la Universidad de América y a Confidencial Noticias un primer grupo de presidenciables

IA, ESG y justicia climática: ¿una nueva era de responsabilidad?

El 25 de julio de 2025, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) emitió una opinión consultiva histórica: los países tienen una obligación jurídica internacional urgente de reducir sus emisiones y podrían ser responsables legalmente ante tribunales internacionales. La CIJ reconoció que el derecho a un ambiente limpio y saludable es parte integral de los derechos humanos (Reuters, 25 de julio de 2025).

Esta declaración podría redefinir el campo de la responsabilidad estatal y corporativa en materia ambiental, al abrir la puerta a demandas internacionales contra países históricamente emisores. Por ejemplo, Honduras podría demandar a Guatemala por la contaminación del río Motagua, cuyo cauce compartido ha sido gravemente afectado por residuos plásticos y aguas residuales.

 

En el caso colombiano, instituciones como la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado tendrían que desarrollar nuevas líneas de trabajo para hacer frente a potenciales demandas ambientales. Esto implicaría impactos fiscales y operativos directos sobre las finanzas públicas, y exigiría una modernización institucional sin precedentes.

En este nuevo contexto legal, la inteligencia artificial emerge como una herramienta clave para auditar, medir e incluso predecir comportamientos ESG (ambientales, sociales y de gobernanza). Al igual que lo hace en otros sectores, la IA puede reforzar la transparencia y la rendición de cuentas, al identificar desviaciones en los informes de sostenibilidad o prácticas de greenwashing.

Según S&P Global (Flash Survey: The sustainability opportunities — and risks — companies see in AI, enero 2025), el uso de IA permite reducir hasta un 40 % el tiempo de procesamiento de datos ESG y aumentar la precisión en un 30 %. Asi mismo, herramientas como RepRisk, Truvalue Labs o Climavision ya utilizan procesamiento de lenguaje natural (NLP) y aprendizaje automático para extraer información relevante desde medios, reportes o redes sociales. Esto permite detectar inconsistencias, riesgos reputacionales y prácticas engañosas antes de que se traduzcan en pérdidas financieras.

Estas tecnologías podrían transformar radicalmente la sostenibilidad corporativa, eliminando excusas tradicionales como el costo de auditorías ESG, la falta de datos confiables o la ambigüedad legal. Entramos así en una posible «era de responsabilidad aumentada», donde ya no hay margen para la inacción.

Imaginemos el siguiente escenario:

Países y empresas no logran los objetivos del Acuerdo de París (como pasa en la actualidad), o lo que es peor, aseguran haberlos alcanzado mediante informes maquillados. En ese caso, con el respaldo jurídico de la CIJ y la capacidad de la IA para detectar inconsistencias, se podrían presentar demandas internacionales bien fundamentadas. Ya existen aplicaciones de IA que analizan patrones de consumo energético, evalúan el impacto ambiental de cadenas de suministro, y detectan anomalías en reportes de sostenibilidad. Algunos bancos y fondos de inversión están integrando IA en sus análisis de riesgo ESG, lo que también puede afectar la calificación crediticia de una empresa.

Sin embargo, no todo es optimismo. Así como la IA puede detectar fraudes o malas prácticas, también puede reproducir sesgos relacionados con etnicidad, género, cultura o clase, ya que sus algoritmos son programados por humanos y entrenados con datos sesgados. Esto plantea un riesgo serio en el contexto de la justicia climática, ya que las comunidades históricamente vulnerables —como pueblos indígenas, comunidades afrodescendientes o países del Sur global— podrían seguir siendo subrepresentadas o ignoradas en los modelos predictivos.

Por ello, es urgente garantizar que la IA aplicada a la sostenibilidad incorpore principios de justicia interseccional, intercultural e intergeneracional, para no reproducir las mismas desigualdades que el sistema ESG tradicional ha sido incapaz de resolver.

Tanto el fallo de la CIJ como el avance de la IA marcan un punto de inflexión. La justicia climática ya no es solo una exigencia ética o política: se convierte en un mandato legal y algorítmico. Pero para que esta nueva era de responsabilidad sea verdaderamente transformadora, la inteligencia artificial debe ser transparente, inclusiva y justa. De lo contrario, corremos el riesgo de que se convierta en una herramienta más al servicio del statu quo.

Juan Camilo Clavijo

Emiratos Árabes unidos nos muestra el camino para convertir a Colombia en potencia mundial en IA

En un mundo marcado por los cambios vertiginosos de la tecnología pocas naciones han logrado avanzar con tanta rapidez, claridad y determinación como Emiratos Árabes Unidos. En apenas unas décadas este país ha pasado de ser una economía basada en el petróleo a convertirse en un referente global en innovación, sostenibilidad y sobre todo en inteligencia artificial. Su historia reciente nos demuestra que cuando hay visión política, voluntad institucional y capacidad de articulación, los cambios profundos sí son posibles.

Emiratos entendió temprano que el desarrollo del siglo XXI ya no dependería únicamente de los recursos naturales, sino del conocimiento, la digitalización y la capacidad de anticiparse a los desafíos del futuro. En 2017 se convirtió en el primer país del mundo en crear un Ministerio de Estado para la Inteligencia Artificial, una acción profundamente estratégica, pues a través de esta cartera se ha diseñado una política pública nacional de inteligencia artificial que incluye formación de talento, infraestructura digital, normas éticas y uso transversal de tecnologías en todos los sectores del Estado.

 

Lo más notable del enfoque emiratí es su coherencia, teniendo en cuenta que las ideas no se quedan en el papel. Han creado la Universidad Mohamed Bin Zayed de Inteligencia Artificial, un centro académico de excelencia dedicado exclusivamente a la investigación y formación en este campo. Allí no solo se forman emiratíes, llegan jóvenes de todo el mundo, incluidos estudiantes latinoamericanos, atraídos por un modelo educativo de alto nivel y visión global. Este esfuerzo académico demuestra que Emiratos no quiere ser solo consumidor de tecnología, sino generador de conocimiento.

Además, han convertido a ciudades como Dubái y Abu Dabi en verdaderos ecosistemas tecnológicos, donde la inteligencia artificial no es un concepto abstracto, sino una herramienta cotidiana, pues se usa para optimizar el tránsito, gestionar hospitales, mejorar la atención en las entidades públicas y anticipar soluciones en temas de seguridad, medio ambiente y educación. Las decisiones de política pública se apoyan en datos, modelos predictivos y sistemas inteligentes que ayudan a aumentar la eficiencia y la transparencia.

Todo este avance ha sido posible gracias a una gobernanza que articula al sector público con el privado, que promueve la inversión extranjera y que entiende que la tecnología debe estar al servicio de la gente. El Ministerio de Inteligencia Artificial, Economía Digital y Trabajo Remoto ha sido el eje articulador de esta transformación. No actúa de manera aislada, trabaja con otras carteras, con universidades, con organismos multilaterales y con empresas de base tecnológica para garantizar que la innovación llegue a cada rincón del país.

Pero lo que más debe destacarse es que Emiratos no ha cerrado sus puertas. Por el contrario, ha hecho de la cooperación internacional un pilar de su modelo. La inteligencia artificial, bien lo saben, no se desarrolla en soledad. Por eso han firmado acuerdos de investigación, han participado en foros globales y han establecido alianzas estratégicas con países de todos los continentes.

En ese contexto, la relación entre Colombia y los Emiratos Árabes Unidos se ha fortalecido notablemente. En 2024, ambos países firmaron dos acuerdos orientados a promover el desarrollo de la inteligencia artificial y la educación digital en Colombia mediante el intercambio de personal, estudios conjuntos y consultoría en políticas públicas. Además, en 2025 en el marco de la Cumbre Mundial de Gobiernos reafirmaron su compromiso de seguir fortaleciendo las relaciones bilaterales, con un énfasis especial en la inteligencia artificial.

Buena parte de este impulso ha sido posible gracias al trabajo diplomático de alto nivel de ambas embajadas. El embajador de Colombia en Emiratos, Luis Miguel Merlano Hoyos, ha facilitado alianzas clave entre universidades, emprendedores e instituciones, mientras que el embajador emiratí en Colombia, Su Excelencia Mohamed Abdulla Ali Binkhater Alshamsi, ha sido un interlocutor activo y comprometido, promoviendo una relación estratégica centrada en la educación, la transformación digital y el desarrollo sostenible.

Hoy más que nunca, tenemos una oportunidad de oro para aprender, cooperar y crecer junto a naciones que ya están recorriendo ese camino. Emiratos Árabes Unidos nos extiende la mano con generosidad y nosotros debemos responder con visión y compromiso. Siendo esta una oportunidad para reconocer el papel fundamental que han desempeñado nuestros embajadores, el impulso institucional de Emiratos y el poder transformador de la inteligencia bien aplicada. Colombia tiene talento, tiene potencial y lo que nos corresponde ahora es conectar ese potencial con una estrategia de futuro.

Alejandro Toro

Unilever lidera la defensa de la belleza real frente a los riesgos de la IA

En un momento decisivo para la representación de la belleza en el mundo digital, Unilever y su marca Dove, publicaron el mayor estudio de belleza hasta la fecha en todo el mundo: The Real State of Beauty Report, según el cual 1 de cada 3 niñas y mujeres se siente presionada para alterar su apariencia debido a lo que ven en línea, incluso cuando saben que es falso o generado por IA.

Ante este panorama, Unilever lideró el encuentro “Belleza Real en la era digital”, un espacio de reflexión y acción que reunió a expertos en autoestima, educación, tecnología y comunicación para reflexionar sobre el impacto de la inteligencia artificial (IA) y las redes sociales en la percepción de belleza y la autoestima de los más jóvenes.

 

El evento fue inaugurado por George Hodgson, embajador británico en Colombia, y Domenico Filauri, gerente general de Unilever para Colombia y Andina, quienes destacaron el valor de la colaboración para la transformación social en el marco del Bicentenario de relaciones diplomáticas entre Colombia y el Reino Unido, lugar de origen de la compañía.

“Desde hace dos décadas, hemos liderado un movimiento global para derribar estereotipos y transformar la cultura de la belleza. Con campañas pioneras y programas educativos, hemos puesto en evidencia los efectos perjudiciales de los estándares irreales en la autoestima. Hoy, con el auge de la IA y la inmediatez de las redes sociales es más urgente que nunca seguir impulsando esta agenda y empoderar a más actores para lograr soluciones colectivas y sostenibles”, afirmó Filauri.

10 años del Proyecto para la Autoestima en Colombia

A través del Proyecto para la Autoestima Dove, Unilever ha impactado positivamente a más de 1 millón de niñas, niños y adolescentes en 27 departamentos del país desde 2015. Este programa, basado en la metodología de formación a formadores, entrega recursos educativos gratuitos a profesores, padres y cuidadores para contribuir a que la próxima generación crezca disfrutando de una relación positiva con su cuerpo.

A la fecha, más 39.000 docentes en 600 colegios en Colombia han sido capacitados. Este programa, busca fortalecer la autoestima desde la infancia, con el objetivo global de alcanzar a 250 millones de jóvenes en el mundo para 2030.

Frente a la inteligencia artificial, Dove protege la Belleza Real

El auge de la inteligencia artificial y de las redes sociales plantean nuevos desafíos para las niñas y mujeres. Según el estudio global “The Real State of Beauty Report” de Dove:

  • En 2025, el 90% del contenido online será generado por IA.
  • 1 de cada 3 niñas y mujeres siente presión para alterar su apariencia por lo que ve en línea.
  • 9 de cada 10 han estado expuestas a contenido nocivo sobre belleza.
  • El 63% no se siente satisfecha con su apariencia.

Ante esta realidad, Dove renueva su promesa de no utilizar distorsión digital ni IA para alterar la apariencia de personas reales y lanzó recientemente la iniciativa “Guardianes de la Belleza Real”, un movimiento que busca transformar la forma en que se representa la belleza en los entornos digitales y proteger la autoestima de las próximas generaciones.

Para lograrlo, la marca ha trabajado de la mano con influencers, periodistas y líderes de la industria, brindándoles espacios y recursos educativos como el Playbook Guardianes de la Belleza Real, que incluye claves para generar contenido en redes sociales más auténticos y libres de distorsión; y el Prompt Playbook de la Belleza Real, una innovadora guía que enseña a crear imágenes inclusivas utilizando inteligencia artificial generativa. Ambas guías están disponibles de forma gratuita y buscan empoderar a creadores de contenido, marcas y la sociedad en general para que se conviertan en agentes de cambio en la era digital.

Nota recomendada: El 36% de las colombianas compran artículos de moda pero en línea





La Ruta de la Seda es el primer paso para que Colombia sea potencia mundial de la IA

Mientras acompaño a la delegación del Gobierno colombiano en este viaje histórico a China, donde formalizamos el ingreso de nuestro país a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (la conocida Nueva Ruta de la Seda) y al Nuevo Banco de Desarrollo, me convenzo cada vez más de una idea que hasta hace poco parecía ambiciosa: Colombia puede convertirse en la potencia en inteligencia artificial de América Latina.

¿Por qué? Porque estamos empezando a tomar decisiones estructurales que nos conectan, literalmente, con el futuro.

 

Nuestra adhesión no se limita a acuerdos comerciales o proyectos de infraestructura tradicionales. Uno de los ejes más prometedores de esta nueva relación es la Ruta de la Seda Digital, una plataforma de cooperación lanzada por China en 2015, que busca fortalecer la conectividad global mediante tecnologías de punta: fibra óptica, 5G, centros de datos, satélites y plataformas inteligentes.

Ya hay antecedentes concretos en América Latina. En 2021, China y Chile avanzaron en el diseño de un cable submarino de más de 13.000 kilómetros que conectará el Pacífico Sur con Asia. Este proyecto, liderado por la estatal chilena Desarrollo País y la empresa China Mobile International, busca establecer una conexión directa entre ambos continentes, reduciendo la latencia, abaratando costos y posicionando a Chile como un hub digital regional.

En ese contexto, el presidente Gustavo Petro ha propuesto que Colombia impulse un proyecto similar, que nos conecte directamente con Asia a través de un cable submarino de fibra óptica desde nuestras costas del Pacífico. Esta idea no es futurista: es urgente, factible y estratégica.

¿Por qué es tan importante este cable? Porque hoy la inteligencia artificial (IA) depende, más que de cualquier otro recurso, de la infraestructura de datos. Cada vez que usamos un modelo de lenguaje, un sistema de diagnóstico médico automatizado o una plataforma educativa personalizada, hay una operación de procesamiento masivo de datos detrás. Y para que esa operación funcione con eficiencia, se necesita una red de transmisión robusta, segura y de alta capacidad.

Un cable de estas características podría ofrecer velocidades de transmisión de más de 60 terabits por segundo, con una latencia sustancialmente menor que las rutas actuales que atraviesan Norteamérica o Europa. Además, permitiría a Colombia acceder de manera directa a servidores, centros de datos y ecosistemas tecnológicos en Asia, disminuyendo su dependencia de intermediarios.

Y lo más importante: nos abriría la posibilidad de desarrollar IA desde el sur global, con nuestros propios datos, nuestras lenguas, nuestras realidades.

Colombia tiene talento científico, emprendedor y académico de alto nivel. Lo que muchas veces nos ha faltado es la infraestructura para escalar ese conocimiento y ponerlo a competir a nivel global. La fibra óptica no es solo una cuestión de conectividad. Es una condición habilitante para la equidad digital, la soberanía tecnológica y la transformación productiva.

Pero, una iniciativa de esta magnitud requiere de una financiación adecuada. Con la situación geopolítica actual, queda en duda la disposición o incluso capacidad financiera de entidades como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional de apalancar este proyecto.

Aquí entra en juego nuestra reciente adhesión al Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), creado por los BRICS como alternativa al modelo financiero tradicional. El NDB ya ha financiado más de 90 proyectos en infraestructura y sostenibilidad, muchos de ellos en conectividad digital. Con este nuevo acceso, Colombia puede estructurar propuestas técnicas con respaldo público-privado, en condiciones financieras más flexibles, sin condicionamientos políticos y con enfoque en el desarrollo a largo plazo.

No se trata de reemplazar unas alianzas por otras. Se trata de diversificar nuestros socios, de actuar con autonomía estratégica y visión de futuro. China no solo ofrece financiamiento: ofrece una visión de mundo basada en la conectividad, la cooperación y la infraestructura compartida.

Este viaje a China me deja una convicción: Colombia puede ser la potencia latinoamericana en inteligencia artificial. Pero solo si tomamos las decisiones estructurales que lo hagan posible. Conectarnos es una de ellas.

Es hora de dejar de ver la tecnología como un lujo o una herramienta para otros. Es tiempo de verla como una estrategia de desarrollo nacional, como una manera de que el conocimiento y la innovación broten también desde el sur global. La Ruta de la Seda ya no es solo una historia del pasado. Hoy, puede ser también el camino para que nuestros sueños viajen, se multipliquen y regresen convertidos en oportunidades para todos.

Alejandro Toro

El apocalipsis laboral que traerá la IA

La inteligencia artificial (IA) avanza sin freno, devorando empleos y dejando un rastro de incertidumbre, precariedad y desesperanza. Lo que alguna vez se vendió como una revolución tecnológica prometedora hoy se perfila como una amenaza existencial para millones de trabajadores en el mundo y Colombia no es la excepción. Esto no es ciencia ficción ni alarmismo, es la cruda realidad de un sistema que reemplaza personas por algoritmos sin piedad ni contemplación.

Nos repiten como un mantra que la IA generará nuevos empleos. Pero, ¿en qué condiciones? ¿Quién puede competir con una máquina que nunca se cansa, no exige prestaciones y trabaja 24/7 sin cobrar un peso extra? La verdad es que los nuevos trabajos serán escasos y altamente especializados, dejando a millones fuera del mercado laboral, pues no todos pueden convertirse en programadores o expertos en inteligencia artificial de la noche a la mañana. ¿Qué pasará con los conductores, educadores, oficinistas y miles de trabajadores que sostienen la economía? La respuesta es brutal, el desempleo masivo, precarización y una brecha social insalvable.

 

En Colombia, donde el 56% de la población ocupada es informal, el panorama es aún más sombrío, si en países desarrollados ya hay alarma por la automatización, ¿qué nos espera a nosotros, donde las oportunidades laborales ya son insuficientes? La IA no solo amenaza a la clase media; también profundiza la desigualdad, creando una brecha insalvable entre quienes dominan la tecnología y quienes apenas logran sobrevivir. Mientras Silicon Valley se enriquece, nuestras calles se llenan de hambre y desesperanza.

Los gobiernos reaccionan tarde y mal, pues se habla de «renta básica universal» y «nuevas capacitaciones», pero esas soluciones son parches que nunca llegan con la rapidez necesaria. Mientras tanto, las empresas siguen despidiendo empleados sin que nadie les ponga freno. ¿Quién se hará cargo de los millones de desempleados que la IA deja a su paso? ¿Cuánto tardaremos en reconocer que la tecnología no es neutral, que está diseñada para maximizar ganancias a costa del bienestar humano?

El avance de la inteligencia artificial es imparable y las grandes corporaciones la implementan sin medir sus consecuencias humanas. En Colombia, empresas y bancos ya han sustituido trabajadores con sistemas automatizados y esto apenas comienza, si no se toman medidas urgentes, en pocos años enfrentaremos un país con menos empleo, más pobreza y una desigualdad más marcada.

Es hora de hablar con claridad,  la IA no es el enemigo pero el modelo económico que la impulsa sí lo es. No podemos aceptar un futuro donde la mayoría quede relegada a la miseria mientras unos pocos acaparan la riqueza generada por la automatización. La solución no es frenar el progreso, sino redistribuir sus beneficios, sin regulaciones, sin una política laboral adaptada a la era digital y sin un verdadero compromiso con la equidad, lo que nos espera no es una revolución tecnológica, sino un apocalipsis silencioso.

Alejandro Toro

El Conpes 4144: Un paso clave para el futuro de la Inteligencia Artificial en Colombia

La reciente expedición del CONPES 4144 de 2024 marca un hito en la transformación digital del país con la adopción de la Política Nacional de Inteligencia Artificial. Esta iniciativa busca posicionar a Colombia como un actor relevante en el desarrollo y aplicación de la IA, garantizando su uso ético y sostenible. Con una inversión estimada de 479.273 millones de pesos hasta 2030, la estrategia define líneas de acción concretas para fortalecer la infraestructura, la investigación y el desarrollo de talento en IA.

Un gran acierto del documento es que plantea a la política como transversal a todo el aparato gubernamental.Si bien hay carteras con más responsabilidades que otras, como el Ministerio de Ciencia o el de TIC, todos los sectores administrativos tienen alguna actividad por desarrollar para el correcto cumplimiento de los objetivos de la política, lo que demuestra un reconocimiento de que la IA genera afectaciones en todos los ámbitos de la vida económica, social y política.

 

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Uno de los principales enfoques del CONPES 4144 es la gobernanza y ética en IA. Se plantea la necesidad de fortalecer los mecanismos regulatorios para garantizar que los sistemas de inteligencia artificial operen de manera responsable y alineados con principios éticos. Esto incluye el desarrollo de normas para la transparencia en el uso de datos y la verificación del cumplimiento de estándares internacionales.

En el ámbito de la infraestructura tecnológica y datos, la política busca mejorar la conectividad digital, garantizar la interoperabilidad de bases de datos y expandir la capacidad computacional del Estado. Estas medidas son fundamentales para facilitar la investigación y el desarrollo de aplicaciones de IA en distintos sectores económicos y sociales.

Otro aspecto clave es la promoción de la investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) en IA. A través del incentivo a la inversión pública y privada, se pretende fortalecer la capacidad científica y tecnológica del país. Esto permitirá desarrollar soluciones innovadoras en áreas estratégicas como salud, educación, seguridad y medio ambiente.

Asimismo, el CONPES 4144 pone especial énfasis en el desarrollo de talento digital y la apropiación social de la IA. Se busca reducir las brechas de conocimiento en el uso de estas tecnologías mediante programas de educación y formación especializada. Esta estrategia permitirá que más colombianos accedan a empleos en la economía digital y aprovechen los beneficios de la automatización y la IA.

En cuanto a la mitigación de riesgos y efectos no deseados de la IA, la política establece medidas para prevenir impactos negativos en la privacidad, el empleo y la equidad social. Es fundamental que la adopción de estas tecnologías no genere desigualdades y que se garantice su implementación de manera justa y transparente.

Por último, el documento resalta la importancia de fomentar el uso y adopción de la IA en el sector público y privado. La modernización del aparato estatal y la transformación digital de las empresas serán clave para incrementar la competitividad del país en un mundo cada vez más impulsado por la automatización y la inteligencia artificial.

El CONPES 4144 representa una apuesta ambiciosa para el futuro de Colombia, con un enfoque de trabajo interinstitucional que requiere la coordinación efectiva entre entidades clave del sector público para su éxito. La inversión planificada y la implementación de estas líneas de acción pueden consolidar al país como un referente en el desarrollo y aplicación de IA en América Latina. Sin embargo, el éxito de esta política dependerá de su ejecución efectiva y de la articulación entre el sector público, la academia y la industria tecnológica. Ahora el reto es garantizar que esta hoja de ruta se traduzca en avances concretos que beneficien a toda la sociedad.

Alejandro Toro

La IA en el desarrollo económico

Colombia exhibe un panorama alentador en términos de IA. Según DuckerFrontier, la IA podría triplicar la productividad y duplicar el crecimiento. En el Government AI Readiness Index 2024 Colombia fue cuarto en América Latina y el Caribe, destacándose en infraestructura de datos y en el sector público. Asimismo, el AI Preparedness Index 2023 del FMI ubicó al país por encima del promedio de la región, evidenciando avances en infraestructura digital, capital humano y políticas de innovación.

La publicación hace un par de días de la política nacional de IA (CONPES 4144) marca un hito en este proceso. Con una inversión de $479 mm (0,03% del PIB), esta política busca impulsar el desarrollo ético de la IA hasta 2030. Sus objetivos incluyen transformar la economía, mejorar la productividad y abordar desafíos sociales. La política se centra en seis pilares: ética y gobernanza, datos e infraestructura, investigación y desarrollo e innovación, desarrollo de capacidades, mitigación de riesgos y adopción. Así se espera optimizar procesos industriales, modernizar servicios públicos y fomentar una economía más competitiva.

 

Para esto, propone la creación de hubs regionales de Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación en IA, promoviendo el vínculo entre sector privado, universidades, sociedad civil y entidades públicas. Además, prioriza la inversión en infraestructura tecnológica y redes privadas para sectores clave como educación, salud, agricultura y transporte, con un enfoque en zonas rurales. La política también incentiva la inversión extranjera mediante beneficios tributarios y programas de cofinanciación para proyectos de IA.

Contar con una política nacional de IA es un avance muy relevante para Colombia. Esta hoja de ruta permite que tanto el sector público como el privado se enfoquen en desarrollar planes de financiamiento a mediano plazo que impulsen la implementación efectiva de la IA. Aunque la política establece directrices claras, la oportunidad radica en trabajar, de manera progresiva, en fortalecer la colaboración público-privada, asegurando que las pymes y las regiones más apartadas se beneficien de manera equitativa.

La IA puede ser un motor de crecimiento, estimulando la innovación, aumentando la eficiencia y mejorando la asignación de recursos en sectores clave. La cooperación entre los sectores público, privado y académico será crucial. Esta política marca un avance significativo y abre un camino lleno de oportunidades. El reto está en pasar de la teoría a la acción.

Análisis de Cristhian Larrahondo

Google presenta una IA que acelera investigaciones

Google ha presentado AI ‘co-scientist’, una inteligencia artificial (IA) «co-científica» creada con Gemini 2.0 diseñada para ayudar a los científicos a la hora de generar nuevas hipótesis y propuestas de investigación, de cara a acelerar «la velocidad de los descubrimientos científicos y biométricos».

Habitualmente, los investigadores combinan su ingenio y creatividad con conocimientos, publicaciones científicas y experiencia, para generar nuevas direcciones de investigación y lograr avances científicos. Sin embargo, en muchos campos, la tasa de publicaciones científicas crece rápidamente, y navegar entre dichas publicaciones para lograr nuevas investigaciones se plantea como un «desafío».

 

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Frente a este escenario, Google ha dado a conocer una nueva IA a la que se refiere como AI ‘co-scientist’, que se basa en una herramienta colaborativa impulsada por la IA del modelo Gemini 2.0, capaz de ayudar a los expertos científicos a llevar a cabo tareas como recopilar información y «perfeccionar su trabajo» para acelerar los descubrimientos.

No obstante, según ha explicado la tecnológica en un comunicado en su blog de investigación, esta IA no ha sido ideada para automatizar el proceso científico de una investigación, sino que se ha planteado como una opción para asistir a los profesionales la hora de generar nuevas hipótesis o plantear nuevas propuestas de investigación.

Para utilizar AI ‘co-scientist’, los investigadores pueden especificar un objetivo de investigación mediante lenguaje natural como, por ejemplo, comprender mejor la propagación de un microbio que causa enfermedades. En base a ello, la IA propondrá hipótesis comprobables, junto con un resumen de la documentación publicada relevante y un posible enfoque experimental.

Igualmente, los científicos pueden interactuar de otras maneras con la IA, por ejemplo, aportando directamente sus propias ideas para la exploración u ofreciendo comentarios sobre los resultados generados en lenguaje natural.

Así, Google ha detallado que, en cuanto a su funcionamiento, este sistema de IA está construido sobre múltiples agentes basados en Gemini 2.0 y, con ello, logra reflejar el proceso de razonamiento que sustenta el método científico.

Concretamente, el proceso se basa en que la IA analiza el objetivo asignado en la configuración del plan de investigación, administrada por un agente supervisor, que, a su vez, asigna los agentes especializados a la cola de trabajo y establece recursos para llevar a cabo las tareas.

De esta forma, la IA «co-científica» es capaz de sintetizar temas complejos y realizar una planificación y un razonamiento a largo plazo. Además, es capaz de «aprovechar la escalabilidad de los cálculos en tiempo de prueba» para razonar, evolucionar y mejorar iterativamente en sus resultados.

«La naturaleza agente del sistema facilita la autocrítica recursiva, incluido el uso de herramientas para la retroalimentación con el fin de refinar las hipótesis y las propuestas», ha puntualizado la tecnológica.

Por tanto, tal y como ha subrayado la compañía, además de revisar documentos científicos publicados, resumir y utilizar herramientas de ‘deep research’, este sistema está destinado a «descubrir conocimientos nuevos y originales», así como formular hipótesis y propuestas de investigación «demotrablemente novedosas», adaptándose a objetivos de investigación específicos.

Tanto es así que, según sus pruebas internas, las capacidades de la IA «co-científica» para generar hipótesis novedosas y comprobables en diversos dominios científicos y biomédicos -algunas ya validades experimentalmente-, así como su capacidad de automejora recursiva con mayor capacidad de cómputo, «demuestran su potencial para acelerar los esfuerzos de los científicos para abordar grandes desafíos en ciencia y medicina».

Con todo ello, Google ha señalado que los científicos que forman parte de su Programa de probadores de confianza tendrán acceso anticipado a esta nueva IA «co-científica», de cara a comenzar a probar sus capacidades.

IA: ¿Esclava del capital o aliada de la humanidad? El debate que Petro llevó a Dubai

La Cumbre Mundial de Gobiernos es un foro global organizado desde 2013 por los Emiratos Árabes Unidos. Es un espacio que reúne a líderes gubernamentales, representantes del sector privado y actores de la sociedad civil para abordar los retos del futuro, para preguntarse cómo los gobiernos del mañana deben aprovechar la innovación y la tecnología para garantizar los problemas universales de la humanidad.

La 12° edición de la Cumbre desarrollada el presente año en Dubai contó con la participación de más de 30 jefes de Estado, 400 ministros, 80 organizaciones internacionales, 140 delegaciones gubernamentales y más de 6.000 participantes.

 

Quien quiera subestimar la relevancia de la Cumbre demuestra su desconocimiento en geopolítica. Que se haya invitado al Presidente de Colombia a participar en este importante espacio demuestra que en el contexto global sí se reconoce la capacidad de prospectiva del Presidente Petro, que sabe que su gobierno acaba en 2026 pero los desafíos a los que se enfrenta Colombia y el mundo seguirán vigentes en los años por venir, siendo el de la IA uno de los más urgentes.

Colombia no puede quedarse atrás en la carrera por la IA, ya China demostró con DeepSeek que es posible desarrollar el software sin la necesidad del hardware más potente tal como lo estaban haciendo creer las compañías estadounidenses. La discusión que puso Petro sobre la mesa en Emiratos Árabes es: ¿para qué la IA?

No se puede malinterpretar las palabras del Presidente con las de un ludita, su intervención no pide de forma alguna la destrucción de las máquinas que le dan vida a la IA. Lo que Petro pregunta de manera acertada es cuál es la lógica que va a determinar el desarrollo de la IA, si va a ser una de búsqueda de ganancia infinita bajo un modelo capitalista ciego ante el hecho de que los recursos para la producción son finitos, o bajo una lógica democrática donde se reconozca que la IA es un cúmulo del conocimiento colectivo humano y debe ser puesta por lo tanto en servicio del colectivo, de la supervivencia de la especie.

He aquí donde aparece la contradicción, característica propia del capitalismo en el contexto de la IA. Se ha vendido como un medio para aumentar la productividad de manera infinita con unos costos de producción inmensamente bajos porque se elimina el trabajo humano, el factor que más peso tiene a la hora de calcular el valor de desarrollar un bien o mercancía; pero, si no hay trabajos disponibles, ¿quién va a adquirir aquello que la IA produce?

En el momento en el que emerjan los conflictos sociales a causa de la desigualdad exacerbada que puede producir la IA, no van a ser los dueños del capital los que propongan una salida, no va a ser el pirómano que provocó el incendio el que se encargue de apagarlo. Tenemos que volver al campo de la política para encontrar el contrapeso al desarrollo de la IA guiada por los rendimientos económicos como fin en sí mismo.

Fue esta una de las principales conclusiones que dejó el discurso del Presidente y que se vio ratificada la misma semana con la adhesión de Colombia a la Declaración de Líderes de la Cumbre de Acción sobre la IA en París, la cual busca que en un marco de gobernanza global se asegure que la IA sea abierta, transparente, ética y segura; que sirva para dar oportunidades a partir de un impacto positivo en la transformación del mercado laboral; que su desarrollo sea sostenible para el planeta y sin concentraciones monopolísticas que pongan en riesgo la recuperación industrial pos pandemia.

La pregunta no es si debemos adoptar la inteligencia artificial, sino bajo qué principios lo haremos. Petro ha planteado con acierto una de las cuestiones más relevantes de nuestro tiempo: ¿seguiremos el camino de la ganancia infinita y la concentración de poder o construiremos una lógica democrática donde la IA esté al servicio del bienestar común? El tiempo para decidir es ahora. No podemos dejar en manos del mercado un debate que definirá el destino de nuestras sociedades.

Alejandro Toro