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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Ecopetrol

La USO pide fracking a pesar de Petro

Asistimos como espectadores de un episodio energético inesperado en Colombia basado en el divorcio político entre el Gobierno Petro y la Unión Sindical Obrera (USO), que marca un punto de inflexión en la historia política y energética reciente del país, y es como efectivamente el principal sindicato del sector petrolero -y uno de los bastiones históricos del progresismo laboral colombiano- acaba de enviarle al Gobierno un mensaje tan incómodo como contundente, respecto de la transición energética, el cual no puede fundarse sobre la liquidación de Ecopetrol ni sobre la ideología ambiental que confunde el cambio con la parálisis. La USO, que acompañó a Gustavo Petro en su cruzada inicial por una economía descarbonizada, hoy pide al Estado preservar la producción petrolera, mantener el negocio del fracking en el Permian Basin de Texas y evitar que las decisiones políticas destruyan a la empresa más importante de la nación.

El contraste no podría ser mayor, pues mientras el presidente Petro predica en foros internacionales, como la reciente cumbre CELAC-UE en Santa Marta, que el mundo debe “liberarse del petróleo y priorizar la vida sobre el capital”, la USO advierte que el país no puede financiar su transición energética si apaga el motor que la sostiene, recordando que Ecopetrol es la responsable  de aportarle al país más del 70% de todas sus utilidades mediante la explotación hidorcarburífera y que de ahí salen los recursos que financian programas sociales, educación, infraestructura, ciencia y, paradójicamente, los proyectos de energías renovables que el Gobierno tanto promueve.

 

En la práctica, el Gobierno le exige a Ecopetrol que practique la eutanasia para salvar el mundo, pero el principal sindicato de la industria colombiana salió responsablemente en respaldo de la colosal petrolera, advirtiendo que vender o cerrar el negocio de fracking en la cuenca del Permian, en Estados Unidos, sería un garrafal error estratégico, pues dicha operación en asocio con la Occidental Petroleum (OXY) es hoy una de las más rentables del portafolio de Ecopetrol, con costos de producción que rondan los USD $12 por barril, lo cual indica que renunciar a ese activo en nombre de un discurso ambiental abstracto no solo afectaría la rentabilidad de la empresa y el empleo de miles de trabajadores; también debilitaría la relación de cooperación energética con Estados Unidos, país que ha sido socio tecnológico y comercial de Colombia durante décadas.



El mensaje implícito de la USO es político y pragmático en sentido de ser amigo de Estados Unidos en materia energética que nos resulta más sensato que quedar a merced de los grandes exportadores árabes o de potencias no alineadas como Irán, a las cuales Colombia tendría que comprar petróleo a precios altos y en condiciones geopolíticamente incómodas. Lo que el Gobierno llama “proteger la vida” podría terminar convirtiéndose en una nueva forma de dependencia fósil más cara, más sucia, servil y menos estratégica. Advertimos nuevamente que, si Colombia deja de producir su propio crudo y gas para importarlos, no habrá ninguna transición, ninguna soberanía energética y ninguna justicia tarifaria, sino que enfrentaremos una sustitución de dependencia servil al dejar de depender del petróleo colombiano para depender del fósil extranjero.

Aclaramos que el sindicato es insistente en que no está defendiendo el fracking por convicción ideológica, sino que está defendiendo la estabilidad económica de la empresa que hará posible la transición justa en un contexto donde los proyectos solares y eólicos avanzan lentamente, donde la red eléctrica tiene cuellos de botella y donde el país aún no tiene industrias sustitutas de las rentas fósiles; lo que implica que apagar la producción sin encender su reemplazo es suicida. Así la USO, representa la racionalidad que el Gobierno ha perdido, pues hoy es la conciencia de que el cambio debe ser gradual, con horizonte productivo, técnico y territorial;
por ende, este sindicato es completamente responsable al pasar de ser un aliado ideológico del Gobierno a convertirse en un actor corporativo que defiende el empleo, la inversión y la soberanía fiscal.

Entonces, no es un giro hacia la derecha, sino hacia la realidad, cuando los dirigentes regionales en forma pragmática, recriminan los efectos del estancamiento exploratorio y la caída de la inversión, advirtiendo que un país sin producción petrolera no será más verde, sino más pobre, y que una transición sin industria no es transición, sino subdesarrollo.


El problema de fondo es que la política de Transición Energética Justa (TEJ) del Gobierno Petro carece de estructura socioeconómica y territorial, siendo un discurso ambicioso, pero vacío de mecanismos reales de sustitución productiva, al pretender reemplazar el petróleo con retórica y el gas con esperanza. Lo que debería ser un plan de diversificación industrial y científica se ha convertido en un sermón ambiental que nadie sabe cómo financiar. Mientras tanto, los proyectos eólicos en La Guajira están paralizados por conflictos étnicos, las inversiones en fuentes solares se frenan por trámites regulatorios, la institucionalidad energética se fragmenta entre ministerios, agencias y consultores que hablan de transición sin entender la cadena productiva; todo sin una política coherente donde converse lo técnico, lo económico, los socioambiental y lo regulatorio. 


En conclusión, la USO se erige como la voz de la sensatez en medio del caos discursivo al defender la fortaleza de Ecopetrol como pilar de una transición energética justa y realista. Si el Gobierno no rectifica sus improvisaciones, corre el riesgo de perder no solo el respaldo de sus aliados naturales, sino también la oportunidad histórica de construir un futuro energético sostenible y soberano.

Luis Fernando Ulloa

Amylkar Acosta invita a una tutelatón para evitar afectaciones a Reficar y a Ecopetrol

El exministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta, calificó la decisión de la DIAN de ejecutar un cobro coactivo a Reficar por impuestos no pagados del IVA del 19 % como “un desafuero”. Según explicó, “al ser Reficar una filial de Ecopetrol, esta decisión la afecta de manera instantánea. Se hace basándose en una interpretación de la norma, porque lo que buscan es hacer efectivo el cobro del IVA del 19 % a las importaciones de combustibles”.

“Hay que tener claro una cosa, y es que toda importación de combustibles se hace a través de Reficar, la cual tiene un régimen especial relacionado con las zonas francas. Estas gozan de un tratamiento que establece que no se pueden cobrar aranceles ni IVA”, afirmó.

 

El exministro recordó que todo el combustible importado llega a una zona franca, y que la importación del 40 % de la gasolina y del 10 % del diésel se realiza a través de Reficar, tarea que ejecuta el grupo Ecopetrol. Por ello, explicó, sería Ecopetrol quien debería asumir ese pago.

“No se pueden interpretar las normas de manera que ofendan la razón. Muy seguramente Reficar interpondrá acciones legales contra esta decisión de la DIAN, y yo personalmente invitaría a todos los colombianos accionistas de Ecopetrol a que hagamos una tutelatón para frenar este atropello”, señaló.

Agregó: “El Gobierno está con dificultades de caja, y el Ministerio de Hacienda y la misma DIAN están en busca de plata como el diablo por almas. Eso explica esta decisión de cobrar de manera anticipada la retención en la fuente, porque se necesitan recursos para cubrir el día a día”.

Nota recomendada: La amenaza de la DIAN a Reficar y Ecopetrol

Al exfuncionario y excongresista le preocupa que este asunto no se solucione del todo, porque, según él, “de hacerse efectivo ese cobro coactivo, Ecopetrol y Reficar verían afectados sus estados financieros, y esto repercutiría en las finanzas de la Nación, ya que el pago de dividendos se vería reducido”.

Amylkar Acosta hizo estas afirmaciones en el marco del Congreso Nacional de Distribuidores Minoristas de Combustibles y Energéticos (COMCE), que se celebra en la ciudad de Cartagena los días 6 y 7 de noviembre

La amenaza de la DIAN a Reficar y Ecopetrol

Desde años atrás Ecopetrol y la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) sostienen una disputa por el valor del IVA sobre la importación y venta de combustibles del 19%, que ha pasado a los estrados judiciales y hoy amenaza con cerrar Reficar, lo que de paso dejaría sin diésel, jet y gasolina a los departamentos de la costa Caribe.

La refinería de Cartagena tendría que pagar una suma de $1,3 billones y Ecopetrol por su parte le correspondería pagar un monto superior a los $7,76 billones, que dejaría contra las cuerdas las finanzas de la empresa petrolera y el suministro de combustible por parte de la refinería.

 

De no pagarse estos dineros, este producto suministrado por Reficar entraría a considerarse como contrabando y sería susceptible de la intervención del Estado con imposición de severas sanciones económicas y el posible cierre.

Finalizando el año se podrían estar pagando alrededor de 550 millones de dólares, y es lo que tendría que hacer Reficar con miras al futuro: pagar.

Expertos auguran que de llegar a este escenario, Reficar solo podrían operar entre 7 y 18 días a partir de que se decrete ese embargo. Esto tendría efectos sobre Ecopetrol, al ser una empresa filial.

Desde el 20 de diciembre de 2024, la Dirección Jurídica de la DIAN emitió el Concepto 010763, que derogó los anteriores y estableció, de forma que el IVA en la importación se determina según la base gravable general del artículo 459 del Estatuto Tributario, desconociendo lo dispuesto en el artículo 465. A raíz de este concepto, la Aduana de Cartagena lo aplicó retroactivamente a las importaciones de combustibles de los últimos tres años, emitiendo requerimientos y liquidaciones de IVA por unos $7,76 billones, generando una controversia tributaria.

De no salir pronto de esta disputa, y de darse el embargo efecto, más de 4.600 trabajadores se verían afectados.

¡Un exabrupto!

El presidente Gustavo Petro se ha empecinado con terquedad aragonesa en que ECOPETROL se aparte del core de su negocio, explorar, explotar, transportar y refinar hidrocarburos. Contra toda evidencia sostiene que “el tiempo del petróleo se acabó”. Ello lo llevó a ordenarle al presidente de la empresa Ricardo Roa “hacer una especie de exorcismo” de la empresa, al tiempo que le pidió que se quitara el petróleo “de la cabeza” y fue terminante al espetar “quítate el petróleo de la cabeza”.

Luego, en el marco de un Consejo de ministros realizado el 11 de febrero el presidente Petro increpó al ministro de Minas y Energía Andrés Camacho alegando que “si nosotros estamos contra el fracking -por la muerte de la naturaleza y la muerte de la humanidad – yo quiero que se venda esa operación, la del Permian, para invertirlo en energía”.

 

Pero ya era tarde, dado que el 3 de febrero se había acordado entre las partes, ECOPETROL y la OXY la prórroga de su contrato de asociación que data desde julio de 2019 hasta el 2027. El presidente Petro se resistió a dar su brazo a torcer e insistió en su cuenta de X el 14 de septiembre en que “ECOPETROL debería vender su participación en el Permian. Ahora, más recientemente, según ha trascendido a los medios, el Presidente Petro citó a Palacio a varios miembros de la Junta directiva de ECOPETROL con el propósito de darle la directriz de salir del Permian. Aduce el Presidente Petro que “el negocio que va a quebrar a ECOPETROL es Permian, el proyecto de fracking que la petrolera tiene en sociedad con la Oxy en Estados Unidos”.

Insiste además el Presidente Petro, en que “permian no es un buen negocio”, en que este es un negocio “chimbo”, cuando todas las cifras de la propia empresa lo desmienten y hablan por sí solas: Pero, la verdad sea dicha, hoy por hoy esta es la inversión más rentable de cuantas posee el Grupo empresarial ECOPETROL en su portafolio: el costo del levantamiento del barril de crudo oscila entre los US $5 y los US $6 dólar, costo este que contrasta con el promedio en los campos en explotación en Colombia, el cual fluctúa entre los US $12 y los US $14. La producción proveniente del mismo está alrededor de 115.000 barriles / día, por encima de la producción de Rubiales, considerado el mayor campo productor en territorio nacional, representando el 15% de la producción total de ECOPETROL (115 mil barriles/día). Además, las reservas a su haber están cifradas en 189 millones de barriles equivalentes, lo cual representa el 10% de todas las reservas con las que cuenta la estatal petrolera.

Y, como si lo anterior fuera poco, hablando de su rentabilidad, el margen EBITDA se sitúa en el 76%, en comparación con el promedio del resto de la operación de ECOPETROL que está entre el 30% y 40%! De llegar a prosperar el dislate de vender su participación en el Permian empeoraría la situación financiera de la empresa, la cual ha registrado una caída de sus utilidades, que completó en junio pasado 10 trimestres consecutivos a la baja, en un 78%, en términos reales, entre los años 2022 y 2025. De no ser por el Permian la situación habría sido más apremiante y de paso la de las finanzas del Estado, toda vez que dependen en gran medida del giro de los dividendos que le reporta como su principal accionista con el 88.49% de las acciones. Renunciar al Permian por parte de ECOPETROL sería una pésima imitación de quien invita a sus contertulios convidándolos a irse a otra fiesta ya que la disfrutan está tan buena!

Huelga decir, que la afirmación del Presidente Petro, de que el producido de la eventual venta de la participación de ECOPETROL en el Permian le serviría para “invertirlo en energía limpia”, puesto que, de llegar a cristalizarse este despropósito no es verdad que ECOPETROL le traspasaría el valor de la venta a la Nación, pues dado el carácter de la misma sólo puede girarle dividendos, los cuales se verían menguados con tal operación. Además, según el experto Sergio Cabrales “vender con descuento el negocio del Permian de ECOPETROL, valorado en aproximadamente US $5.500 millones, podría representar una disminución del 30% de la cotización actual de la acción”. Y la cereza del pastel sería que ECOPETROL tendría que pagar una penalidad por su desistimiento del orden de los US $400 millones!

De allí la reacción de parte de quienes hemos tenido la responsabilidad de conducir la política pública en materia de hidrocarburos, así como de los expertos y conocedores del sector, así como la férrea oposición a este desaguisado de parte de la Unión Sindical Obrera (USO, la cual, por boca de su Presidente Cesar Loza, manifestaron su decisión de irse a la huelga a defender la empresa que ellos mismos gestaron con otra huelga, por considerar que este sería “un error que pone en serios riesgos las finanzas de ECOPETROL”. Un exabrupto. Otra razón que nos llevó a encender todas las alarmas por el antecedente de lo que ocurrió con el fallido negocio de la negociación que venía adelantando ECOPETROL para participar en la sociedad Crownrock, propiedad de la OXY para desarrollar el proyecto Oslo, ubicado en la misma cuenca del Permian.

En efecto, después que la Junta directiva lo había aprobado, por presiones del ejecutivo se echó para atrás y se descartó, según dijo el ministro de Hacienda Ricardo Bonilla, porque “el asunto es de coherencia…el petróleo sigue adelante, pero no con fracking”. De esta manera ya se había sentado un precedente al respecto, funesto por cierto!

Amylkar Acosta

Mónica de Greiff renuncia a la Junta Directiva de Ecopetrol

Mónica de Greiff presentó carta de renuncia a la Junta Directiva de Ecopetrol, al parecer por diferencias con algunas políticas que se están trazando desde la empresa.

De Greiff pide hacer efectiva su dimisión del cargo en la junta desde el momento de la radicación de la carta.

 

“Después de varias conversaciones muy amables con mis compañeros de junta y teniendo en cuenta que mi renuncia implicaría un obstáculo jurídico, pues la junta no podría sesionar sin el mínimo de mujeres requerido, acepté mantenerme en la misma, teniendo claro que esto sería hasta la próxima asamblea”.

De acuerdo con Caracol Radio, Mónica de Greiff no comparte la idea de vender la participación de Ecopetrol en la cuenca del Permian, una de las mayores productoras de hidrocarburos del mundo en los Estados Unidos. Tampoco estaría de acuerda con la adquisición de Monómeros.

Nota recomendada: Ecopetrol apuesta al proyecto de regasificación en Coveñas





Ecopetrol apuesta al proyecto de regasificación en Coveñas

Ecopetrol confirmó la autorización que obtuvo su filial Cenit, por parte de la Autoridad Nacional de Agencias Ambientales (ANLA) para desarrollar proyectos relacionados con licuado de gas en la terminal de Coveñas, en el departamento de Sucre.

De acuerdo con los resultados de los análisis producto del estudio previo realizado por la ANLA y Ecopetrol, Coveñas ofrece ventajas competitivas en tiempos de entrada y viabilidad técnica, frente a otras alternativas de importación en infraestructura del mismo grupo empresarial.

 

Este proyecto contempla la puesta en marcha de una unidad flotante de almacenamiento y regasificación que recibirá cargamentos de GNL importado.

De acuerdo con Ecopetrol, este proyecto permitirá equilibrar la oferta y la demanda a nivel nacional y garantizar el suministro de gas natural a hogares, industrias y transporte público.

¡El salvavidas de chuchupa!

Después de muchas idas y venidas, vueltas y revueltas, el Gobierno Nacional ha terminado por aceptar que en Colombia sí hay una escasez de gas, que esta es creciente, que la producción nacional del mismo es insuficiente para satisfacer la demanda esencial y que por lo tanto se requiere importarlo para conjurar un eventual racionamiento, dejando atrás el negacionismo de la ex ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, para quien, según ella, Colombia tendría asegurado el abastecimiento hasta el año 2042 y del ex ministro Andrés Camacho, quien sostuvo que aquí no había escasez sino acaparamiento por parte de algunas empresas que estaban acaparándolo y especulando con el mismo y ordenó investigaciones por ello a la Superintendencia de servicios públicos, las cuales nunca llegaron a ningún Pereira.

Luego de admitir, por fuerza de las circunstancias, la imperiosa necesidad de importar el gas vendría el embeleco de traerlo desde Venezuela primero y desde Catar después, al tiempo que el Presidente Petro, en una actitud errática primero le recrimina a ECOPETROL por estarle “mamando gallo en el tema”, porque “este Gobierno dijo; transición energética significa reemplazar , no acompañar los combustibles fósiles”  e interpeló a su Presidente Ricardo Roa con este interrogante: “¿por qué vamos a promover el uso de gas natural si eso es muerte?”. Pero ello no fue óbice para posteriormente, en medio de un Consejo de Ministros el 7 de abril, manifestarle que no entendía “por qué Ecopetrol no está importando gas. El simple hecho que Ecopetrol no importe el gas como sí importa gasolina no permite negociación con los colombianos (…) la orden que yo le doy al ministro de Minas es que mire a ver qué pasa en Ecopetrol y por qué no importa el gas” que requiere el país.

 

En el entretanto, la empresa ECOPETROL, consciente de la necesidad de su aprestamiento para importar gas, habida cuenta que al tiempo que es el principal productor de este energético es también el mayor consumidor, había dado los pasos conducentes para ello. En efecto, contrató para ello los servicios de la empresa Puertos Inversiones y Obras (PIO SAS), para la instalación de una Unidad Flotante de Almacenamiento y Regasificación (FSU, por sus siglas en inglés) en Buenaventura y una planta regasificadora en Buga (Valle del Cauca), hasta donde se transportará en camiones cisternas, una especie de isocontenedores, en estado líquido, a falta de un gasoducto, con el que no se cuenta. Operación esta compleja y costosa. Esta planta tendrá una capacidad muy limitada, de sólo 60 MMPCD, si se compara con la Sociedad portuaria del Cayao (SPEC), instalada en Barú (Cartagena), con una capacidad de 450 MMPCD y estará disponible en el segundo trimestre de 2026.

Es de anotar que actualmente sólo se cuenta con la regasificadora que instaló la Sociedad portuaria del Cayao (SPEC) en Barú, Cartagena, con una capacidad inicial de 400 MMPCD y actualmente, luego de su ampliación, es de 450 MMPCD, la cual se proyecta hasta 530 MMPCD para el 2026. La misma fue instalada gracias a la iniciativa del denominado Grupo térmico de la Costa, integrado por tres plantas generadoras (TEBSA, Termocandelaria y Celcia) y me correspondió como Ministro de Minas y Energía licenciar su proyecto mediante las resoluciones 062 de 2013 y 022 de 2014.

Fue inaugurada finalizando el 2016 y desde entonces le ha servido de fuente de abastecimiento del combustible a dicho parque térmico y así poder cumplir con sus obligaciones de Oferta de energía en firme (OEF) adquiridas por el Cargo por confiabilidad. De no haber sido por la SPEC el país se habría apagado el año pasado cuando la sequía que trajo consigo el fenómeno de El Niño puso a prueba el respaldo del parque térmico, operando a su máxima capacidad, hasta cubrir el 58% de la demanda de energía.

En este contexto y dado que las necesidades de importación serán mayores y crecientes ha surgido otra iniciativa que es a todas luces muy prometedora, por parte de la empresa transportadora de gas TGI, filial del Grupo energía Bogotá (GEB). Así lo anunció el Presidente de este Juan Ricardo Ortega. Según sus declaraciones, la misma consiste en conectar la red con el campo Chuchupa, uno de los históricos productores de gas en La Guajira, utilizando la licencia ambiental de una infraestructura ya existente, lo cual abreviaría los términos para su entrada en operación. Tiene, además la ventaja de contar con la infraestructura del gasoducto que opera HOCOL, empresa del grupo empresarial ECOPETROL, hoy subutilizado, pues de su capacidad de transporte de 500 MMPCD sólo esta transportando 70 MMPCD.

Según la compañía, esto permitiría arrancar operaciones en menos de un año. Como lo manifestó Ortega, “contamos con el barco, el capital y la capacidad técnica para poner en marcha esta solución”. Para luego es tarde. Queda en manos del Gobierno nacional apoyar esta iniciativa para garantizar el abastecimiento en los próximos años contando con esta otra regasificadora, que tendría una capacidad mucho mayor que la de Buga, pues estamos hablando de 260 MMPCD para el primer trimestre de 2027, justo cuando el país podría afrontar una crisis de desabastecimiento, la cual se escalaría hasta los 400 MMPCD para el 2029.

Este proyecto anunciado por Juan Ricardo Ortega es de tal importancia y urgencia para el país que amerita ser considerado como de interés nacional estratégico (PINE) y ser tratado como tal, en aplicación del Documento CONPES 3762 de 2013, en orden a agilizar sus trámites y poder contar más pronto con tarde con esta regasificadora. Tanto más en cuanto que, según el Gestor del Mercado de gas, Colombia tendrá una creciente necesidad de importar gas, con un déficit que pasará de 117 millones de pies cúbicos diarios en 2026 (16% de la demanda) a 224 millones en 2027 (37%) y 260 millones en 2028 (43%) para cubrir la demanda nacional. 

Por mi parte, yo insistiría en que, pensando en el mediano y largo plazo, se contemple instalar allí un complejo bidireccional, de tal suerte que lo urgente, que es ampliar la capacidad regasificadora, no impida que se disponga también de una planta de licuefacción, previendo que, cuando sea declarada la comercialidad de SIRIUS y recuperemos la autosuficiencia de provisión de gas natural, dispongamos de la facilidad para exportar los excedentes.

Amylkar Acosta

Ecopetrol inicia exportación de asfalto sólido desde Cartagena

En una apuesta por diversificar sus mercados y fortalecer su eficiencia logística, Ecopetrol dio inicio a una nueva operación de exportación de asfalto sólido desde el Puerto de Cartagena, con la cual espera incrementar en un 40% la evacuación de este producto hacia destinos en el Caribe, Centro y Suramérica.

La iniciativa, desarrollada en alianza con las compañías logísticas Big River y Bulkmatic, marca un hito en la estrategia de la empresa al utilizar una solución multimodal que integra producción, solidificación, empaque y transporte del asfalto desde la Refinería de Barrancabermeja hasta el puerto. En este primer envío se despacharon 256 toneladas del material en un buque portacontenedor con destino a Chile, cumpliendo con los más altos estándares internacionales de calidad.

 

A partir de ahora, Ecopetrol proyecta exportar entre 600 y 1.000 toneladas mensuales de asfalto sólido por esta vía, lo que representará beneficios económicos cercanos a los USD $1.5 millones anuales. Esta nueva modalidad permitirá atender mercados en América Latina que no cuentan con infraestructura para manejar asfalto en estado líquido, ampliando así las oportunidades comerciales de la compañía.

Además del impacto económico, la operación contribuirá al desarrollo de los puertos de carga seca de Cartagena, aprovechando su ubicación estratégica y su conectividad con rutas navieras de gran calado.

Ecopetrol continúa avanzando en la implementación de soluciones logísticas eficientes e innovadoras, con el objetivo de fortalecer cada eslabón de la cadena de valor de sus productos y responder a las exigencias del mercado regional.

Ecopetrol desmiente adjudicación de contrato para regasificadora en el Caribe

Ecopetrol S.A. emitió un comunicado oficial en el que aclara varios puntos clave sobre el proceso en curso para contratar un servicio de regasificación en el Caribe colombiano. La empresa negó categóricamente que se haya adjudicado un contrato y subrayó que aún no existe un proceso de selección abierto.

Sin adjudicación ni instrucciones de la alta dirección

De acuerdo con Ecopetrol, ni su presidente Ricardo Roa Barragán ni la Junta Directiva han instruido, sugerido o solicitado a su filial Hocol —ni a ningún colaborador— adelantar gestiones relacionadas con proyectos de regasificación. “El contrato NO ha sido adjudicado a ninguna empresa”, enfatizó la compañía, que además aseguró estar en una fase de sondeo de mercado para evaluar disponibilidad, características técnicas y viabilidad de posibles plantas flotantes.

 

Tampoco se ha definido aún la ubicación, el tamaño, la tecnología ni el mecanismo de selección del proyecto. Todo esto desmiente versiones que sugieren decisiones anticipadas en el proceso.

Liderazgo técnico y acompañamiento institucional

Ecopetrol explicó que lidera el proceso directamente con apoyo de firmas internacionales expertas, bajo las mejores prácticas del sector energético. Además, recalcó que cualquier decisión de adjudicación será tomada con estricto apego a sus procedimientos internos y deberá ser aprobada por las instancias corporativas competentes.

La empresa también afirmó que solicitó el acompañamiento de la Procuraduría General de la Nación y la Contraloría General de la República, la cual activó el “Proceso de Seguimiento Permanente a los Recursos Públicos”, en el marco del Sistema de Gestión y Control Interno (SIGECI).

Evaluación de escenarios en el Caribe y otras regiones

Actualmente, Ecopetrol evalúa la viabilidad técnica de ubicar una planta de regasificación en zonas como La Guajira (Ballena) o Coveñas (Sucre). También está gestionando los permisos y condiciones normativas necesarias para integrar otras soluciones, como LNG Ballena, LNG Coveñas y la regasificadora del Pacífico, con base en criterios técnicos, comerciales y regulatorios.

Uno de los avances normativos recientes fue la respuesta de la ANLA (Autoridad Nacional de Licencias Ambientales) el pasado 1 de agosto, en la que confirmó que no es necesario un nuevo licenciamiento ambiental para las locaciones en estudio, al contar ya con permisos vigentes para operaciones de carga, descarga y almacenamiento de hidrocarburos.

Contexto: entre la urgencia energética y la transición

La aclaración de Ecopetrol se da en un contexto de necesidad energética para el país. Aunque Colombia cuenta con 2,3 TCF de reservas probadas de gas natural, los proyectos costa afuera de Ecopetrol podrían contener hasta 70 TCF de recursos prospectivos. Sin embargo, mientras estos desarrollos se concretan, la empresa trabaja en soluciones temporales para garantizar la seguridad energética nacional, incluyendo la importación de gas natural.

En 2024, se adelantó un proceso competitivo para una regasificadora en el Pacífico, que culminó con la adjudicación a PIO S.A.S de los servicios de almacenamiento, transporte y regasificación en Buga, con capacidad para 60 millones de pies cúbicos día (MPCD). Esta infraestructura entrará en operación en agosto de 2026.

En el caso del Caribe, Ecopetrol lanzó en el primer semestre de 2025 un Requerimiento de Información (RFI) no vinculante, con el objetivo de recibir propuestas sobre nuevas unidades de regasificación. El proceso generó el interés de 42 empresas, principalmente internacionales, de las cuales 20 enviaron propuestas. Las empresas Gaxi SA ESP y Plus Energy S.A.S no participaron.

Lo que viene

Según Ecopetrol, el proceso continúa con la revisión técnica, normativa y ambiental de las propuestas recibidas. La empresa insiste en que, hasta la fecha, no se ha contratado ninguna solución adicional a la ya adjudicada en el Pacífico.

Mientras tanto, la compañía sigue apostando por la diversificación energética, como lo demuestra la próxima entrada en operación del parque solar La Iguana, de 28 MW, parte de una estrategia para liberar gas actualmente utilizado en generación térmica.

La política energética y sus desvaríos

Vamos a “reactivar el suministro de gas desde Venezuela”, ha dicho el ministro de Minas y Energía Edwin Palma, cuando desde allá Colombia no ha recibido una sola molécula de gas, no se puede reactivar lo que nunca ha estado activo. Colombia cumplió su parte y durante   7 años (2008-2015), más allá de lo pactado, le suministro a Venezuela, en promedio 150 MMPCD.

Bueno es recordar que Venezuela nunca cumplió con su parte, que le obligaba a corresponder proporcionándole a Colombia el mismo volumen a partir de 2011.  Así quedó consignado en el contrato que firmaron Chaves y Uribe en mayo de 2007, dándole vida al gasoducto Transcaribeño Antonio Ricaute, que une a La Guajira con el Estado Zulia. Venezuela nos puso conejo!

 

Además de los “retos técnicos, jurídicos y económicos, y en eso estamos concentrando la gestión pública”, que, según el Ministro Palma, al afirmar que “no es un camino sencillo, pero estamos avanzando”, están de por medio las sanciones impuestas por los EEUU a Venezuela y solo con la aquiescencia de la Oficina de control de activos extranjeros (OFAC), que depende del Departamento del Tesoro de los EEUU, que complican la viabilidad de cualquier acuerdo para reactivar el contrato incumplido, que está vigente hasta el 2027, se podrá avanzar en dicho propósito. A no ser que el Presidente Petro quiera desafiar al altanero de Trump, exponiendo al país a las mismas represalias arancelarias (25%) que les está aplicando a los países que le compren petróleo o gas a la dictadura de Nicolás Maduro. Le saldría a Colombia más caro el caldo que los huevos!

Ante la afirmación del ministro Palma de que se ha impuesto “el reto de traer la primera molécula de gas desde Venezuela antes de terminar el año”, cabe preguntarse qué ha cambiado desde agosto del año pasado, cuando el exministro Andrés Camacho aseguró ante el Congreso de la República que “ni política, ni financiera o técnicamente vamos a poder importar gas desde Venezuela”. Dicho sea de paso. ECOPETROL le solicitó a la OFAC su autorización para importar gas desde Venezuela en noviembre de 2022 y sólo ha recibido la callada por respuesta.

No es previsible que en el corto plazo Venezuela pueda disponer de la infraestructura necesaria para transportar el gas desde el oriente de su territorio, que es donde están sus mayores reservas de gas natural, en la Perla, que se estiman en 9TPC, casi 4 veces las reservas probadas de Colombia, en un campo operado por Repsol y Eni, hasta empalmar con el desastrado gasoducto Antonio Ricaute en el Estado Zulia, que toca rehabilitar, lo cual demanda una cuantiosa inversión que la quebrada PDVSA no está en condiciones de asumir. A ello se ha venido a sumar el endurecimiento de las sanciones de los EEUU a Venezuela.

Este paso, en falso a mi juicio, según el ministro Palma será “decisivo para romper con los monopolios y garantizar energía justa”, sin reparar en el hecho de que, si algún monopolio en materia de gas en el país quien lo ejerce es ECOPETROL, liderando la producción nacional, con el 72%, posee el 90% de las reservas probadas del país y es a la vez el segundo mayor consumidor, después de la industria, en sus refinerías acaparando más de 150 MMPCD. 

Por lo demás, la Presidenta de la Junta directiva de ECOPETROL Mónica de Greiff ha sido categórica al afirmar en forma tajante que “nunca va a llegar gas de Venezuela a Colombia”. Lo descartó en forma terminante. Según ella, “ECOPETROL no puede importar gas de una compañía pública de Venezuela por las sanciones que le impondría Estados Unidos a ECOPETROL”. Interrogado por esta circunstancia, el Ministro Palma le salió al paso a las declaraciones de Mónica aseverando y asegurando olímpicamente que “ECOPETROL, aunque nuestra principal empresa, es un agente más, para traer gas de Venezuela no se necesita a ECOPETROL”. Esta si es ya la tapa, el Gobierno no cuenta con otra empresa distinta a esta, con el músculo financiero y la logística requeridos para dicha importación, por lo que se tendría que recurrir a la tan denostada empresa privada.

Cabe resaltar que esta posición del Ministro Palma va a contrapelo de la orden impartida por parte del propio Presidente Gustavo Petro, quien en desarrollo de un Consejo de ministros transmitido en directo reprendió y le llamó la atención, jalándole la oreja, al Presidente de ECOPETROL Ricardo Roa en los siguientes términos: “hermano no entiendo por qué ECOPETROL no está importando gas. El simple hecho que ECOPETROL no importa gas como sí importa gasolina está generando este negociado con los colombianos”, aludiendo a la importación de gas por los privados, Y fue más lejos el Presidente Petro al sentenciar: “la orden que yo le doy al Ministro de Minas es que mire a ver qué pasa en ECOPETROL y por qué no importa el gas y compite. Competencia, dice el capitalismo”.

En medio de esta cortina de humo, insistiendo en el embeleco de importar gas desde Venezuela y los desvaríos de la política energética que pone de manifiesto, queda flotando en el ambiente la pregunta: si no es ECOPETROL quien importaría el gas desde Venezuela, quién lo haría. De hecho, ECOPETROL hace rato tomó la decisión, a través de su Junta directiva, de contratar la regasificación de gas en el Pacífico, para lo cual firmó el primer contrato de regasificación con la empresa PIO SAS (Puertos, Inversiones y Obras S.A.S), con una capacidad de 60 MMPCD, la cual entraría en operación en el segundo trimestre del año entrante. Aspira, además, siguiendo las instrucciones del presidente Petro, a tener su propia planta regasificadora en La Guajira, aprovechando las facilidades que ofrecen las dos plataformas del campo Chuchupa y la estación de Ballena, desde donde parte el gasoducto que opera actualmente y que transporta el gas hasta Barrancabermeja, con una capacidad de 300 MMPCD, aproximadamente.

Amylkar Acosta

Ecopetrol y nuevamente Roa

Pareciera que no hay día en la multinacional petrolera que esté exenta de malas noticias producto de la falta de seriedad, rigor y profesionalismo desde su alta dirección empresarial. Nuevamente el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa (exgerente de la campaña presidencial de Gustavo Petro) vuelve a manchar las páginas energéticas de Colombia con otro caso de presunta corrupción, pero sabíamos que lo que mal empezó también mal terminaría. La revelación de presuntas presiones internas para favorecer a la firma Gaxi en el millonario negocio de la regasificación de gas, sumada a viejos cuestionamientos por la compra del “apartamento 901”, contratos irregulares y líos judiciales por helicópteros, pinta un cuadro de favorecimientos y conflictos de interés. Aunque Roa niega cualquier irregularidad, la sombra de la corrupción se cierne sobre la empresa más importante del país, debilitando la narrativa de transparencia que prometía el actual gobierno.

El impacto político es innegable, toda vez que este caso no solo golpea la credibilidad de Roa como alto directivo empresarial, sino que también estremece la Casa de Nariño y el propio presidente Petro, quien quedó expuesto por haber confiado la gerencia de su campaña a un personaje opaco cercado por investigaciones en la Procuraduría y el Consejo Nacional Electoral; así mismo la oposición política habla de tráfico de influencias y de una captura política de la estatal petrolera, mientras el mercado internacional mira con recelo la inestabilidad en la empresa que representa más del 12 % de los ingresos fiscales del país.

 

Y como si lo anterior fuera poco, el riesgo se amplifica en el frente externo desde que la propia Ecopetrol reportó al regulador del mercado de valores estadounidense (SEC) los procesos que comprometen a Ricardo Roa, y en dicho contexto, esta Comisión en caso de hallar indicios de soborno o lavado de activos puede remitir el expediente al Departamento de Justicia (DOJ), lo que situaría a Roa bajo una lupa mucho más preocupante. El caso Roa no ocurre en el vacío, sino en un ámbito donde Colombia y Venezuela han venido estrechando lazos de cooperación, tanto en el plano militar como en el minero-energético. Mientras Ecopetrol queda bajo la lupa judicial gringa, el gobierno Petro impulsa acuerdos estratégicos con Caracas que van desde operaciones conjuntas de seguridad en la frontera hasta proyectos para compartir infraestructura energética y explorar mecanismos de integración en hidrocarburos y gas. Esa cercanía con un país señalado por Washington a través del “Cartel de los Soles” multiplica los riesgos, porque cualquier sospecha sobre corrupción o lavado de activos en la estatal petrolera podría interpretarse como un eslabón más en una cadena de vulnerabilidades que conecta la política interna, la relación bilateral con Venezuela y la ya compleja interlocución con Estados Unidos.

Mientras tanto, en la otra cara de la moneda energética, la semana pasada se realizó el primer congreso de la energía en Neiva, al que tuve el honor de ser invitado como ponente, convocado por los tres principales actores energéticos de la Regional Sur: la electrificadora regional, la multinacional Ecopetrol y las directivas del sindicato petrolero USO, siendo una cita ineludible. Lo que más poderosamente me llamó la atención ocurrió en un espacio informal, durante el almuerzo, cuando las reflexiones espontáneas de asistentes, anfitriones y expositores dejaron al descubierto lo que muchos pensamos en voz baja, pero en que la gran mayoría coincidimos… en punto de que el sector energético necesita reactivarse con urgencia, mediante nuevos contratos, mayor ritmo en exploración y recobro, y la valentía de abordar con seriedad técnicas como el satanizado Fracking (que vale la pena ampliar en otra columna), evaluándolas en un plano estrictamente científico y no bajo el prisma del catastrofismo político-ambiental que ya empieza a teñir el debate electoral de 2026. Por supuesto, nadie niega que esa revisión técnica debe hacerse con el mayor compromiso ambiental, pero lo que no podemos permitir es que el futuro energético colombiano y su desarrollo humano territorial quede atrapado en discursos ideológicos vacíos que paralizan al sector y al país en general.

Pero realmente lo más preocupante es lo que hay en juego en materia de geopolítica energética mundial, tanto en Europa, Asia y con los vecinos venezolanos no es nada halagüeño; la demanda mundial por los recursos energéticos se va a intensificar cada día más y más por la extensión demográfica, el crecimiento exponencial de tecnologías desde la movilidad en vehículos eléctricos, el uso de redes sociales y la inteligencia artificial que revolucionó la forma en que vivimos, mientras tanto Roa parece seguir ocupado en complacer a su jefe, atrapado en un sofisma propio del siglo XIX, como si aún buscara resolver los dilemas de la revolución industrial que tanto obsesionaban al viejo marxismo: la eterna pugna entre obreros y burgueses, las huelgas en los talleres siderúrgicos, la jornada que se extendía hasta el anochecer y la demanda por horas extras. Esa mirada anacrónica contrasta con el telón de fondo de un mundo que exigirá cada vez más energía, impulsado por el crecimiento demográfico, la movilidad eléctrica, el consumo digital y la inteligencia artificial.

Colombia no puede darse el lujo de improvisar en un escenario tan complejo y este caso de corrupción que involucra a Roa no debe verse como un hecho aislado, sino como la evidencia de que la política energética del actual gobierno perdió el rumbo. La lección nos quedó clara y nos urge recuperar la dirección con madurez, combinando sostenibilidad con productividad y asegurar que la llamada transición energética justa deje de ser un simple sofisma ideológico para transformarse en un verdadero motor de desarrollo humano territorial y nacional.

Luis Fernando Ulloa

Monopolio de refinación

Colombia presume de tener un mercado de combustibles “liberalizado”, pero en la práctica mantiene un monopolio de refinación en manos de Ecopetrol. Con una capacidad de 420 mil barriles diarios, la empresa estatal concentra prácticamente el 100% de la refinación nacional. Aunque existen micro-refinerías privadas, su participación es funcionalmente irrelevante. El esquema actual de precios, diseñado con el objetivo de generar ingresos para la nación a través de Ecopetrol, suele ceder ante las presiones del populismo. El gran damnificado de esta posición es el consumidor colombiano. La libertad económica sería la mejor solución.

Según cifras de la Agencia Internacional de Energía, el margen de refinación en Estados Unidos ronda los USD 8 por barril, mientras que en Colombia se ubica en casi USD 14. Esta diferencia encarece la gasolina, el diésel y otros insumos clave para la industria. Hoy, mover un galón de diésel en Colombia cuesta, en promedio, un 25% más que en Chile y 40% más que en Estados Unidos, pese a que somos productores de crudo. Esta ineficiencia dictada por regulación afecta directamente la competitividad de la economía. Si no se permite la libertad de precios, por lo menos, debería incorporarse el costo real de la refinación local. Sin competencia genuina, nadie invertirá en el país. 

 

Paradójicamente, el precio interno de los combustibles se calcula como si se importaran desde el Golfo De México (precio Platts), sumando transporte, impuestos y márgenes. Esto en teoría buscaba reflejar unos precios eficientes ya que la libertad a terceros a importar combustibles suponía una disciplina de precio para Ecopetrol. No se reconocerían las eficiencias de producir localmente generando valor agregado para el crudo nacional, logrando combustible innecesariamente mas caro para el consumidor. Estas rentas extraordinarias se trasladarían vía dividendos a Min Hacienda a través de Ecopetrol. En papel bien, pero en la realidad no ocurre.

Los datos son contundentes: el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles superó los USD 11.000 millones en 2023. Este hueco fiscal no solo presiona las finanzas públicas, sino que se agrava al operar en un mercado cerrado e ineficiente. La posición dominante de Ecopetrol garantiza un monopolio que impide mejorar los costos de producción. Estamos en el peor de los mundos, combustibles caros y déficit fiscal.

En México, tras abrirse el sector, autorizaron más de 15 proyectos privados de refinación, aumentando la capacidad instalada en un 20% en seis años. En Perú, las refinerías privadas mejoraron la calidad de los combustibles. En Brasil, se redujo los precios de refinación en un 15% en cinco años. En España, la liberalización atrajo más de EUR 6.000 millones en inversiones para modernizar plantas. Este no es un debate ideológico, sino económico, es raro que la economía de mercado funcione para todo menos para refinación.

Ahora la gran defensa del monopolio es de “sostenibilidad” para garantizar la inversiones de “USD de 1,200 millones” para lograr el estándar Euro VI. Con el monopolio de refinación, Colombia seguirá pagando combustibles más caros, sosteniendo un déficit fiscal innecesario y retrasando su transición energética. Romper este monopolio no es un riesgo, es una necesidad impostergable.

Simón Gaviria

Red de Veedurías exige seriedad al expresidente de Hocol y pide a los colombianos rodear a Ecopetrol

La Red de Veedurías de Colombia, encabezada por su presidente Pablo Bustos, hizo un llamado urgente para que se proteja el nombre de la empresa Ecopetrol, luego de conocerse los señalamientos del expresidente de Hocol, Luis Enrique Rojas Cuéllar.

En su pronunciamiento, la Red de Veedurías expresó su preocupación por el tono y contenido del comunicado de Rojas Cuéllar, al considerar que, pese a la gravedad de las afirmaciones, las mismas carecen de respaldo documental y fueron dadas a conocer de forma tardía. “Las denuncias deben presentarse con oportunidad y sustento probatorio. No basta con comunicados tardíos y sin respaldo de pruebas”, afirmó Pablo Bustos, quien subrayó la importancia de que toda declaración sobre presunta corrupción o irregularidades administrativas se canalice por las vías institucionales pertinentes y con la debida documentación.

 

La Red de Veedurías cuestionó particularmente el hecho de que Rojas Cuéllar, quien se presenta como testigo directo de los hechos que relata, no haya acudido en su momento a instancias como la Fiscalía, la Procuraduría o la Contraloría para dejar constancia formal de sus denuncias. En su lugar, las revelaciones se hicieron públicas a través de un documento sin valor legal, lo que, según la Red de Veedurías, debilita la credibilidad del testimonio.

Para la Red de Veedurías resulta extraño que el señor Rojas Cuellar decida informar sobre estos supuestos hechos, luego de su salida del cargo y de forma tardía.

Nota recomendada: Advierten sobre una supuesta estrategia mediática para afectar a Ecopetrol

El pronunciamiento también fue enfático recordar que los mecanismos de control institucional y ciudadano existen precisamente para tramitar este tipo de denuncias de manera adecuada y en los tiempos correctos.

En días pasados, Luis Enrique Rojas Cuéllar, expresidente de Hocol, filial clave de Ecopetrol, difundió un comunicado en el que habla de supuestas presiones internas, campañas de desprestigio en su contra y posibles riesgos para su seguridad. Según el, un alto directivo se encargó de difundir información que daría cuenta de malos resultados durante su gestión lo que habría derivado en la solicitud de renuncia por parte de la Junta Directiva de Ecopetrol.

Esto fue negado por Ecopetrol y su filial Hocol a través de un comunicado: «El Sr. Rojas efectivamente gestionó por su cuenta la visita de dos analistas de seguridad a su oficina en las instalaciones de Hocol para realizar verificaciones. Dicha visita no arrojó resultados ni evidencias de la presencia de dispositivos de vigilancia. Posteriormente, una vez el Sr. Rojas dejó su posición como presidente, Hocol llevó a cabo una evaluación adicional de seguridad, la cual tampoco encontró evidencia alguna de micrófonos, cámaras o interceptaciones».

Noticias sobre Hocol:

La filial Hocol GeoPark, compañía latinoamericana independiente líder en exploración, operación y consolidación de petróleo y gas, reportaron buenos resultados en la exploración conjunta de los bloques Llanos 86, Llanos 87, Llanos 104, Llanos 124 y Llanos 123 en la cuenca Llanos.

De acuerdo al reciente informe, «en el bloque Llanos 123 ubicado en el departamento del Meta, se han tenido descubrimientos desde agosto de 2023 asociados a los pozos Saltador-1, Toritos-1 y Bisbita, en cuyas estructuras se sigue avanzando».

Ecopetrol suministra combustible marino al Caribe colombiano

Ecopetrol dio inicio al envío de combustibles marino con una mezcla del 2% de biodiesel al Caribe Colombiano.

Estos envíos se empezaron a ejecutar desde la refinería de Cartagena con un promedio de 10.500 barriles por día para abastecer la demanda y dar impulso a la transición energética.

 

Esta mezcla en aceite vegetal contiene un aditivo que garantiza la calidad y el rendimiento en motores de embarcaciones en motores o fluviales.

De acuerdo con la empresa de petróleos, Colombia se colocará como referente regional en temas de reducción de huella de carbono establecidas por la Organización Marítima Internacional (IMO) para 2030 y 2050.

Con el inicio del despacho de la nueva mezcla que incluye biodiesel en la zona caribe, sumado a lo que se entrega a través del Pacífico, todo el suministro de combustible incluirá el componente renovable.

Ecopetrol comienza a exportar parafina a países de Latinoamérica

Ecopetrol hizo entregó de la primera carga de exportación de 200 toneladas de parafina líquida liviana que salió desde la Refinería de Barranquilla con destino a Brasilque será usada en la fabricación de emulsiones para tableros de madera.

La carga fue despachada desde el llenadero de la refinería de Barranquilla para ser embarcadas en el puerto de Cartagena, en buques portacontenedores rumbo a Brasil.

 

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Así mismo, Ecopetrol planea exportar este producto a otros países de América Latina como Perú, México y Chile, esto con el ánimo de incentivar en la región el mercado de las velas.

De esta manera la compañía inicia operaciones comerciales de este producto mediante exportaciones directas a clientes en el exterior, generando una serie de utilidades adicionales de entre 30 y 45 dólares por tonelada.

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