Ir al contenido principal

Horarios de atención

De lunes a viernes:
8:00 AM – 5:00 PM

Whatsapp: (+57) 317 599 0862
Teléfono: (+57) 313 7845820
Email: [email protected]

Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Disidencias

Petro niega nexos de su gobierno con las disidencias y ordena a los militares cortar relaciones con la Policía

El presidente Gustavo Petro, a través de su cuenta de X negó cualquier vínculo de miembros de Gobierno con las disidencias de las Farc, comandadas por alias Calarcá.

“Puedo afirmar que las versiones de supuestos informes de inteligencia sobre Huertas y Wimer son falsos”, escribió el primer mandatario en la red social.

 

Dijo además que todo este escándalo corresponde a la intención de querer ensuciar a las personas que según el, han ayudado a identificar oficiales del ejército que se han visto involucrados en temas de corrupción.

Nota relacionada: Destapan posibles nexos entre funcionarios del Gobierno Nacional y las disidencias

En el mismo trino, el presidente Gustavo Petro ordenó a los altos mandos de las Fuerzas Militares, cortar relaciones con los oficiales de la Policía Nacional.

Al respecto, el analista político y consultor en temas de seguridad, Hugo Acero, califica la orden como una «locura», porque de acuerdo a su explicación, los militares deben sentarse a compartir información de inteligencia con la Policía y la Fiscalía para diseñas estrategias conjuntas que permitan atacar las diferentes formas en la que se expresa la ilegalidad.

Por su parte, el excongresista y precandidato por el Nuevo Liberalismo, Juan Manuel Galán, le exigió respeto al presidente por las fuerzas militares y de Policía y le invitó a no destruir la moral de la tropa.

Las bacrim versus las disidencias de las FARC

La violencia en Colombia se ha convertido en un fenómeno histórico que se ha transformado una y otra vez siguiendo patrones claros. A lo largo de las últimas décadas, el país ha transitado por ciclos de guerra, negociación y rearme que, aunque han producido momentos de esperanza, nunca han logrado una paz duradera y en cambio, han generado una incontrolable diáspora de organizaciones armadas. La pregunta central persiste: ¿por qué fracasan las negociaciones con los grupos armados y por qué, tras cada intento de paz, emergen nuevas estructuras criminales?

Inicialmente es necesario señalar que el conflicto colombiano no ha sido únicamente militar. Los grupos armados como guerrillas, paramilitares y sus sucesores, han sostenido su poder gracias a una compleja red de economías ilegales, alianzas políticas locales, corrupción institucional y control social en territorios históricamente marginados por el Estado. En este contexto, la violencia no se explica solo por razones ideológicas, sino también por los incentivos económicos y las oportunidades de poder que ofrece la ausencia estatal.

 

En ese sentido, resulta oportuno mencionar a la Corporación Nuevo Arco Iris y su publicación ‘Arcanos’ que entre 2008 y 2012 muestran un panorama consistente: incluso en los momentos en que el Estado alcanzó su mayor capacidad militar, como durante la política de Seguridad Democrática, la violencia no desapareció sino que se desplazó o mutó. Entre 2008 y 2010, por ejemplo, aunque las FARC sufrieron golpes estratégicos, como la muerte de Raúl Reyes, Iván Ríos y Manuel Marulanda, el grupo se reestructuró, cambió de táctica y mantuvo su capacidad de causar daño mediante acciones de bajo costo y alta letalidad, como minas antipersonal, francotiradores y hostigamientos. La “guerra invisible”, como la llamaban algunos analistas, continuó en zonas rurales periféricas lejos de la mirada pública.

Al mismo tiempo, el paramilitarismo, que oficialmente había sido desmontado tras las negociaciones de Ralito, reapareció en forma de estructuras fragmentadas conocidas inicialmente como grupos emergentes, luego como neoparamilitares y finalmente como bandas criminales, BACRIM. Nuevas organizaciones que conservaban características propias de las AUC: jerarquías, disciplina militar, control territorial y nexos con élites locales.

Por su parte la desmovilización, aunque significativa, dejó espacios abiertos que el Estado no logró ocupar. En regiones como Urabá, Córdoba, Nariño y el Catatumbo, antiguos miembros de las Autodefensas se rearmaron o fueron absorbidos por organizaciones narcotraficantes preexistentes, lo que generó una recomposición del mapa criminal.

Ejemplo de ello es que, según información del Observatorio del Conflicto Armado de la Corporación Nuevo Arco Iris, entre 2007 y 2008, en zonas con antiguo control de las AUC emergieron grupos como las Águilas Negras, Los Rastrojos, Organización Nueva Generación, Los Traquetos, Bloque Vencedores de Arauca, Los Paisas, Organización Don Mario, Los Nevados, Los Machos, Los Mellizos, Bloque Central Bolívar, Los de Urabá y Héroes de Castaño.

Todos estos grupos que en su momento fueron denominados como bandas criminales – bacrim, terminaron por desatar enfrentamientos entre ellos mismos por el control de las rentas ilegales, así como sucede en estos momentos con las disidencias de las Farc.

¿Por qué se repite este ciclo permanentemente?

Una de las razones es que las negociaciones en Colombia tienden a enfocarse en el desarme de los combatientes sin transformar las condiciones estructurales que sostienen el conflicto. En zonas donde no existe una oferta institucional sólida, donde la justicia es débil y donde las economías ilegales, como el narcotráfico, la minería ilegal o la extorsión, representan fuentes de ingreso superiores a las legales, el vacío que deja un grupo desmovilizado se convierte en una oportunidad de negocio para otros actores.

En segundo lugar, porque muchos acuerdos de paz no han incluido estrategias claras para desmontar las redes políticas y económicas que se benefician de la violencia. La parapolítica demostró la profundidad con la que grupos armados y élites locales se habían articulado para capturar rentas públicas y controlar elecciones. Cuando estos vínculos no se investigan ni se rompen completamente, los incentivos para que surjan nuevos actores ilegales permanecen intactos. En este sentido, el problema no es solamente la presencia de grupos armados, sino la persistencia de un ecosistema de poder que los protege o los utiliza según los intereses del momento.

Un tercer factor es la limitada capacidad del Estado para ocupar de manera integral los territorios recuperados. Las estrategias militares pueden expulsar por corto tiempo a un actor armado, pero sin presencia social, económica y judicial, el control se pierde rápidamente. Los informes muestran que entre 2008 y 2012 las Fuerzas Armadas lograron importantes avances en movilidad, inteligencia y capacidad ofensiva, pero no fueron acompañados por instituciones civiles igual de robustas. Esto permitió que, una vez terminadas las ofensivas militares, las comunidades volvieran a quedar expuestas a disputas entre grupos armados o a la reconfiguración de estructuras criminales.

Nota recomendada: Venezuela protesta por la inclusión del Cartel de los Soles en la lista de grupos terroristas

Finalmente, los procesos de negociación suelen estar condicionados por dinámicas políticas coyunturales. Gobiernos que negocian por presión internacional o por necesidad electoral pueden abandonar rápidamente los compromisos cuando cambian las prioridades o cuando enfrentan oposición interna. Esto deja acuerdos incompletos, instituciones débiles y un mensaje ambivalente que genera incertidumbre en los territorios: la posibilidad de que la paz sea temporal impulsa el rearme de quienes no confían en la estabilidad del Estado.

La suma de estos factores explica por qué, tras cada ciclo de paz, Colombia enfrenta una nueva ola de violencia. No se trata de que la guerra renazca de la nada, sino de que nunca ha desaparecido del todo: simplemente cambia de nombre, se adapta a las oportunidades del momento y opera sobre las fallas históricas del país.

Así como con las negociaciones de la AUC, el acuerdo de paz de 2016 con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC-EP, también derivó en la creación de nuevas estructuras armadas denominadas como disidencias que, por razones ideológicas, políticas o económicas, así como también por falta de garantías o imcumplimientos por parte del Estado.

Para 2018, según un informe de la Fundación Ideas para la Paz, declaraciones del Gobierno y la Fuerza Pública, organizaciones como el Frente Oliver Sinisterra, excombatientes del Frente 29, Resistencia Campesina, Los de Sábalo, Columnas Móviles Jacobo Arenas y Miller Perdomo, entre otras, conformadas por exmilitantes de cerca de 20 frentes con presencia en departamentos como Caquetá, Arauca, Meta, Catatumbo, Chocó, Córdoba y el Urabá Antioqueño.

Hoy, como ayer, la paz depende menos de la desmovilización de un grupo específico y más de la capacidad del Estado para construir presencia real, transformar economías ilegales, depurar las instituciones y ofrecer un horizonte creíble a las comunidades. Así mismo, de la voluntad de los diferentes grupos armados que, lejos ya de las ideologías que los impulsaban en el Siglo XX, han demostrado que su mayor motivación es el dinero y el miedo.

En conclusión, la violencia es persistente porque se alimenta de un vacío que las armas saben ocupar mejor que el Estado y hasta que esa ecuación no cambie, los acuerdos seguirán siendo parches temporales y las bandas criminales continuarán siendo la consecuencia inevitable de negociaciones incompletas.

Destapan posibles nexos entre funcionarios del Gobierno Nacional y las disidencias

El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, anunció la apertura de una investigación sobre los supuestos vínculos del general del Ejército Juan Miguel Huertas y el funcionario de Inteligencia Wilmar Mejía con las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) comandadas por Alexander Mendoza, alias ‘Calarcá’.

De acuerdo con una investigación periodística revelada por Noticias Caracol, Huertas y Mejía habrían propuesto la creación de una empresa de seguridad ficticia para permitir al grupo armado saltarse controles de seguridad, el trasiego de armamento y la movilidad de guerrilleros, especialmente de aquellos con órdenes de detención.

 

En el informe periodístico se habla sobre los supuestos vínculos que podrían existir entre funcionarios de la Dirección Nacional de Inteligencia, altos mandos del Ejército y las disidencias.

La trama se sustenta en el contenido de varios ordenadores incautados al propio ‘Calarca’ durante un control del Ejército en julio de 2024. Varias personas fueron detenidas, aunque luego liberadas, por hacer parte de una negociación de paz con el Gobierno Nacional, entre ellas el propio líder de las disidencias, después de que la Fiscalía señalara que ejercían como gestores de paz.

Durante el registro se incautaron computadores, usb, armas y dinero. En los pc se encontró contenido de que hablan sobre el supuesto papel de intermediaria de la vicepresidenta Francia Márquez en la financiación de la disidencia del Estado Mayor Central (EMC) de ‘Iván Mordisco’ y la campaña del presidente, Gustavo Petro.

El ministro Sánchez ha calificado de «delicado» este trabajo periodístico de Noticias Caracol y ha prometido que se tomarán las decisiones oportunas una vez finalicen las investigaciones. «Ningún acto de ilegalidad será tolerado dentro de la fuerza pública», ha remarcado en un extenso mensaje en su cuenta de X.

«El Ministerio de Defensa no permitirá, bajo ninguna circunstancia, actos de corrupción, ilegalidad o traición a la patria por parte de miembros activos, retirados o de cualquier funcionario del sector», ha enfatizado, advirtiendo de que «la cooperación con criminales es una línea roja que jamás se cruzará».

En ese sentido, se ha referido a ‘Mordisco‘ y ‘Calarcá’ como «criminales» y ha prometido que «serán perseguidos hasta llevarlos a la justicia», pues aunque en el caso del segundo hay una orden de detención suspendida como parte de las negociaciones de paz, «ello no constituye un salvoconducto para delinquir».

‘Calarcá’ es comandante del bloque Jorge Briceño de las divididas disidencias del Estado Mayor Central de las FARC. A diferencia de la facción de ‘Mordisco’ –contra la que el Ejército lleva a cabo una confrontación total–, la suya ha dado teóricas muestras de querer una salida negociada con el Gobierno.

Desarticulan red logística de las disidencias

Una investigación de la Fiscalía General de la Nación, con la Policía Nacional, permitió la desarticulación de una red señalada de obtener, transportar y comercializar armas de fuego y otros elementos
para las disidencias de las Farc.

Los presuntos integrantes de la organización ilegal fueron capturados y judicializados. Un fiscal especializado de la Seccional Cali les imputó los delitos de concierto para delinquir agravado; fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las Fuerzas Armadas o explosivos; y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.

 

Los afectados con la decisión son: Hugo Arturo Lesmes Roa, Germán Tolosa Ayala, Omar Humberto Roa Pinzón, Carlos Humberto Benavidez Durán, Guillermo León Zamora González, José Ricardo Virgüez Gómez, Arley Mauricio Ruíz Torres y Bahiron Camilo Valencia Vega. Por su parte, a William Anaya Cifuentes le fue impuesta medida no privativa de la libertad.

Nota recomendada: Capturado alias Richard, cabecilla de la Estructura 36 en Antioquia

Por disposición judicial ocho de los imputados deberán cumplir medida de aseguramiento en centro carcelario.

Defensoría confirma la muerte de seis menores de edad en bombardeos a las disidencias

La defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, confirmó la muerte de seis menores de edad en la operación militar efectuada esta semana contra las disidencias de ‘Iván Mordisco’ de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Guaviare, un ataque que se saldó con 19 fallecidos y ha desatado un aluvión de críticas contra las autoridades.

Tras asumir este viernes que habría menores entre los fallecidos, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, tuvo que salir al paso de las denuncias afirmando que fue la operación fue «totalmente legítima» y que «quien se involucra pierde toda protección».

 

«En este conflicto hay una realidad muy cruda que debemos rechazar: el reclutamiento de menores, es un crimen de guerra», condenó Sánchez, asegurando que la orden de bombardear es siempre la «última opción» que se baraja y que en este caso existía una «amenaza inminente» para un grupo de veinte soldados.

Nota recomendada: Tensa situación de orden público en el Cauca

En su comunicado de este sábado, la Defensoría confirma «el fallecimiento de seis niños, niñas y adolescentes víctimas de reclutamiento forzado, así como la recuperación de cuatro cuerpos aún sin identificar», en lo que describe como «un hecho profundamente lamentable» antes de recordar que el Derecho Internacional Humanitario establece límites estrictos incluso en el marco de las hostilidades.

«El simple hecho de que en los campamentos de los grupos armados ilegales se encuentren y hayan perdido el estatus de civil y convertido en combatientes, es decir, con funciones continuas de combate, no habilita la posibilidad de un ataque», lamenta la Defensoría.

Sin embargo, también achaca la responsabilidad última de la muerte de los menores de edad en los grupos armados que los reclutan, en este caso las disidencias al mando de alias ‘Iván Mordisco’.

En cualquier caso, la Defensoría simplemente zanja que «odo esto es lamentable» y describe toda la operación como un ejemplo de «la guerra en su despliegue doloroso e inhumano», que siempre acaba alcanzando a los más vulnerables, esto es, «los menores de edad reclutados por la falta de protección y hoy convertidos en objetivos militares».

Puede leer también: Policía desarticula red transnacional de narcotráfico

En general, ha lamentado el organismo dirigido por Marín Ortiz, «ilustra el lugar degradado de los principios de humanidad, dignidad, necesidad y proporcionalidad» en el que se encuentra ahora mismo Colombia antes de recordar que su misión no es la de «legitimar» actos de guerra, sino la de «rechazarlos para construir la paz».

Tensa situación de orden público en el Cauca

El departamento del Cauca es blanco de ataques por parte de las disidencias de las Farc en varios puntos de la vía Panamericana.

En el sector de Mondomo, en el municipio de Santander de Quilichao, fue atacada la estación de Policía con drones, según lo ha denunciado la población que habita en el sector.

 

También se denunció presencia de las disidencias en Pescador, en el municipio de Caldono en donde se estaría obligando a los conductores de vehículos de carga a atravesar sus carros en la vía para impedir el paso.

Nota recomendada: El Ejército cuidará de Cundinamarca durante el festivo

Otro punto donde hay hostigamientos es el sector de La Agustina, en Santander de Quilichao, donde se han instalados retenes ilegales y se amenazan e intimidan a los conductores.

Petro ordena bombardear las disidencias de ‘Mordisco’

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ordenó una campaña militar contra las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) lideradas por Néstor Gregorio Vera Fernández, alias ‘Iván Mordisco’, en el departamento del Guaviare, en el sureste del país.

«Ofensiva militar contra Iván Mordisco en el Guaviare. He ordenado el bombardeo y la disolución militar del frente ubicado por las fuerzas militares», ha señalado brevemente en su cuenta de la red social X.

 

En la operación, iniciada en la madrugada, están participando efectivos del Ejército y de la Policía colombianas, según ha indicado horas antes el ministro de Defensa, Pedro Sánchez. En la misma plataforma, ha subrayado que se trata de un «contundente» operativo cuyo es acabar con las «estructuras narcoterrorstas que tienen amenazadas y extorsionadas a comunidades y campesinos de este hermosos departamento».

Además, ha recordado la recompensa de hasta cinco millones de pesos (más de 1.100 euros) que ofrece el Ejecutivo colombiano a cambio de información que permita dar con el líder de este grupo armado, acusado de los delitos de terrorismo, homicidio «a persona protegida y líderes sociales», reclutamiento forzado y narcotráfico.

Disidencias secuestran a dos soldados en el Meta

El Ejército denunció el secuestro de dos efectivos en el departamento del Meta, en el centro del país, un hecho que el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, ha atribuido a las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) lideradas por Alexander Díaz Mendoza, alias ‘Calarcá’.

El secuestro ha tenido lugar en la vereda Getsemaní, en el municipio de La Macarena, durante una operación militar «de acompañamiento» a la Fiscalía colombiana, después de que una mujer del organismo fuese secuestrada y posteriormente liberada, ha relatado el Ejército en un comunicado difundido en su cuenta de la red social X.

 

Según el cuerpo militar, un grupo de unas 400 personas «al parecer objeto de coacción por parte de integrantes del grupo armado organizado residual (GAO-r) Bloque Jorge Suárez Briceño» retuvo inicialmente a cuatro soldados, si bien horas después liberó a dos de ellos.

El Ejército ha mostrado «preocupación» por la integridad física y la vida de los otros dos uniformados, quienes «fueron obligados a despojarse de su dotación y sus prendas militares y a utilizar ropa civil (y) trasladados por la población hacia un lugar desconocido».

El titular de Defensa ha manifestado su «rechazo categórico» ante un secuestro que ha atribuido a «unas personas en connivencia con las disidencias del cártel de alias ‘Calarcá'», denunciando «la perversa alianza para fomentar el crimen y el delito, que luego hace metástasis en masacres, terrorismo y desplazamiento forzado a las mismas comunidades».

Así, ha asegurado que «la Fuerza Pública no descansará hasta lograr la liberación de nuestros soldados y restaurar plenamente el orden en la región». «No toleraremos que se pretenda someter al país a la violencia del pasado ni que se mancille la dignidad de nuestras tropas», ha señalado, antes de reafirmar su «compromiso inquebrantable» con la seguridad de los colombianos y el respeto a los Derechos Humanos.

Dos integrantes de las disidencias en el Huila se entregaron al Ejército

La Novena Brigada del Ejército Nacional, a través de los batallones de Artillería de Campaña N.° 9 Tenerife y de Infantería N.° 26 Cacique Pigoanza, con apoyo judicial de la Policía del Huila, golpeó al Bloque Central Isaías Pardo, Subestructura Hernando González Acosta, en zona rural del municipio de Íquira, Huila.

En medio de la operación de la Fuerza Pública, alias Kevin o Stiven, segundo cabecilla de comisión, y alias Jordán, cabecilla de finanzas, se sometieron a la justicia. En el mismo hecho fue recuperado un menor de edad, y fue puesto bajo custodia de las entidades competentes para el restablecimiento de sus derechos.

 

Dos de los cuatro individuos sometidos, así como el menor recuperado, provenían de una escuela de formación ubicada en el municipio de Páez, Cauca, donde recibían instrucción de acciones delictivas en la región.

Alias Kevin era el encargo de las operaciones logísticas y financieras de la subestructura en el departamento del Huila.

Alias Jordán también estaría implicado en acciones de presión contra la población civil, tales como ordenar el cierre de establecimientos comerciales en el corregimiento de Belén, y promover ataques contra locales que se negaban a pagar extorsiones. Además, instrumentalizaba a la comunidad para organizar asonadas contra las tropas en zonas rurales, particularmente en La Plata, e incluso realizaba inteligencia delictiva contra la Fuerza Pública para planificar atentados.

Hicieron entrega de una camioneta, un arma corta y un computador portátil con información relevante. Gracias a estos datos, las tropas ubicaron un depósito ilegal que contenía armamento de guerra: cinco fusiles M4 calibre 5.56 mm, una pistola, munición de varios calibres, proveedores, una mira óptica Mark 4 y un artefacto explosivo improvisado tipo mina antipersona.

Ejército golpea a la Estructura 18 de las disidencias en el municipio de Ituango (Antioquia)

Tropas del Grupo Gaula Militar Valle de Aburrá de la Cuarta Brigada del Ejército Nacional capturaron a alias Tifany, en medio de un enfrentamiento con integrantes de la Estructura 18 en la vereda Palo Blanco, municipio de Ituango, subregión Norte del departamento de Antioquia.

Alias Tifany, resultó herida durante el enfrentamiento. De manera inmediata, recibió atención por parte del enfermero de combate y fue evacuada vía helicoportada hasta la ciudad de Medellín, donde actualmente es atendida por personal médico especializado.

 

En medio del operativo se incautaron dos fusiles AK-47, un fusil M16, brazaletes alusivos a este grupo ilegal, 4 radios de comunicaciones, 5 teléfonos celulares, 15 proveedores, municiones, material de intendencia y más de 100 kilos de explosivos, que serían empleados para atentar contra la población civil y la Fuerza Pública.

Cae uno de los cabecillas de las disidencias de alias ‘Calarcá’

Cayó alias ‘Miller’, cabecilla de uno de los grupos los criminales de las disidencias de alias ‘Calarcá’, responsable del asesinato de siete soldados el pasado 27 de abril en el Guaviare.

La operación militar tuvo lugar en San José del Guaviare, donde fue neutralizado alias ‘Miller’, cabecilla de ‘Calarcá’, de las disidencias del cartel de las Farc. Era el responsable del asesinato de 7 héroes de la patria y del secuestro de otros 5 militares en la vereda Guanapalo, el pasado 27 de abril.

 

Nota recomendada: Ejército y comunidad se unen para ayudar a Paratebueno

La operación se ejecutó con máxima precisión táctica, evitando daños a la población civil. De acuerdo con el Ministerio de Defensa, «con su caída, se asesta un golpe contundente a la estructura criminal de alias ‘Calarcá’, debilitando su capacidad de ataque y control territorial en la región».

Ejército da de baja a Libardo González, cabecilla de las disidencias

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, confirmó la baja en combate del cabecilla del frente ‘Ismael Ruiz’ de las disidencias de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el sur del departamento de Tolima, Libardo González.

«Ha caído Libardo Gonzalez, jefe de la estructura ‘Ismael Ruiz’ del Estado Mayor de las fuerzas ilegales del narcotráfico que actuaba entre Cauca y Huila. Por Inteligencia de la Policía y acción del Ejército, fue ubicado y cayó en combate», ha dicho en un breve mensaje publicado en la red social X.

 

La gobernadora del departamento de Tolima, Adriana Matiz, ha detallado que González –uno de los cinco criminales más buscados en la región del Cauca– «era responsable» de cometer «homicidios, extorsiones y ataques a la fuerza pública».

«Con este golpe contundente, el departamento reafirma que el crimen no tiene cabida y que garantiza la seguridad y la integridad de sus ciudadanos. La seguridad es y seguirá siendo nuestra prioridad», ha indicado Matiz en redes sociales.

Sobre González, considerado una figura clave del bloque Central ‘Isaías Pardo’ liderado por ‘Iván Mordisco’, pesaba una recompensa de hasta 100 millones de pesos. Es señalado por un ataque que dejó siete policías muertos en la ciudad de Neiva, capital de Huila, así como la muerte de un firmante de paz y sus escoltas en el citado departamento.

Capturado alias “Kiko” objetivo militar y policial en el Catatumbo

La Policía Nacional de Colombia en las últimas horas capturó a Francisco Javier Bayona Támara, alias “Kiko”, cabecilla militar del Frente 33 de las disidencias de las FARC, mediante diligencia de registro y
allanamiento en zona rural del municipio de San Diego, departamento del Cesar, señalado por los delitos de terrorismo, tráfico y fabricación de armas de fuego y concierto para delinquir agravado.

Alias “Kiko” tenía una trayectoria criminal de más de 10 años, con influencia en los departamentos de Cesar y Norte de Santander, demostrando un amplio conocimiento del terreno, redes criminales y control armado.

 

Este individuo estaba considerado como uno de los criminales más buscados en la región del Catatumbo, debido a su accionar violento y estratégico dentro de la estructura criminal, y figuraba en el cartel de los más buscados del departamento.

Alias “Kiko” mantenía una disputa directa por el control territorial en el Catatumbo. Su nombre está vinculado como indiciado en el secuestro del militar Dayan Leonardo Ávila, ocurrido en noviembre de 2022 en el eje vial entre Ocaña y Ábrego.

MinJusticia radica proyecto de paz total y dice que la iniciativa no es para garantizar impunidad

El Gobierno Nacional en cabeza del ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, radicó el proyecto de ley con el que busca dotar al Estado de herramientas legales sólidas y humanitarias para avanzar en los procesos de desmovilización, diálogo y justicia frente a los actores armados ilegales.

Según el ministro de Justicia, esta iniciativa propone una hoja de ruta para enfrentar el conflicto armado y el crimen organizado desde la justicia, la verdad y la reparación.

 

Con este proyecto, agrupaciones ilegales como el ELN y las disidencias se le otorgará el estatus de beligerancia para poder avanzar en negociaciones de paz, mientras que, a bandas como el Clan del Golfo, se les aplicará un proceso de sometimiento a la justicia, con posibles beneficios jurídicos si colaboran realmente, entregan armas y ayudan a desmantelar sus estructuras.

El proyecto también aclara que los beneficios solo se entregarán si hay compromisos claros y verificables, como dejar de atacar a la población, contar la verdad, reparar a las víctimas y comprometerse con la reintegración.

“El objetivo no es premiar a los criminales, sino darle herramientas al Estado para acabar con la violencia, proteger a las comunidades y fortalecer la justicia”, explicó el ministro Montealegre.

Nota relacionada: Con proyecto de paz total Gobierno busca salvar de la cárcel a los miembros de grupos criminales

Ante toda la polémica que ha desatado esta idea del Gobierno Nacional, el ministro de Justicia afirmó que aclara que los beneficios solo se entregarán si hay compromisos claros y verificables, como dejar de atacar a la población, contar la verdad, reparar a las víctimas y comprometerse con la reintegración.

“El objetivo no es premiar a los criminales, sino darle herramientas al Estado para acabar con la violencia, proteger a las comunidades y fortalecer la justicia”, explicó el ministro Montealegre.

Juan Manuel Galán demanda la resolución que autoriza zonas de ubicación del Frente 33 de las disidencias

El director del partido Nuevo Liberalismo, Juan Manuel Galán, interpuso una demanda de nulidad contra la resolución expedida por la Presidencia de la República que delimita una Zona de Ubicación Temporal (ZUT) en Tibú, Norte de Santander, y suspende órdenes de captura y extradición contra integrantes del Frente 33.

De acuerdo con Galán, la resolución fue expedida sin reglamentación previa ni control judicial, en contradicción directa con lo establecido por la Corte Constitucional en la Sentencia C-525 de 2023.

 

«Colombia ya vivió el error de crear zonas donde el Estado renuncia a su soberanía. No podemos repetir
ese camino. Esta resolución abre un boquete legal e institucional que debilita el Estado de derecho y
deja sin garantías a millones de colombianos. Además, suma motivos para la descertificación del país,
lo que traería nefastas consecuencias en materia de cooperación y reputación internacional», considera el líder del Nuevo Liberalismo.

Nota recomendada: Investigación previa en la Corte Suprema de Justicia a Efraín Cepeda

El excongresista considera además que el acto vulnera tratados internacionales sobre derechos humanos y cooperación judicial, ignora el derecho al debido proceso y pone en riesgo al Catatumbo, territorio que ha sufrido el incremento de la violencia, el desplazamiento forzado y la presencia de estructuras armadas ilegales.

«La paz debe construirse con rigor jurídico, no con concesiones opacas ni actos administrativos
improvisados», puntualiza.